Zoología. Peces. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 5. Página 280. en Aragón.

Zoología. Peces. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 5. Página 280.

Buffon Los Tres Reinos de la Naturaleza

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nable podría dejar de seguir la opinión de Pallas; pero está muy lejos de ser así, y hasta puede decirse que ninguno de los detalles particulares de organización que caracterizan a los mugues se encuentra en las aterinas.

Existen especies de aterinas en todos los mares; en las costas de Normandía los llaman rosérés; en las de Bretaña prétres; en la de Saintonge y en las islas del golfo de Gascuña abusseaux, que será lal vez un diminutivo de alié; en Langüedoc y Proven-za,joc¡s, sanclets y cabassous; en Roma latharina; en Sicilia, coroneda; en Grecia, atherno, etc.

Viven por todas partes en grandes manadas, y en todas partes se los considera, á pesar de su pequenez, que muy rara vez pasa de seis pulgadas, como un alimento agradable.

Su freza, ú mejor dicho sus crias, permanecen algún tiempo después de su nacimiento, reunidas en masas compactas y en cantidades innumerables. En esta disposición suelen los pescadores cogerlos, y sirven de agradable manjar, ya sea fritos, ya sea condimentados con leche. En el nombre nonnat f no nato), con que los caracterizan los habitantes de los bordes del Mediterráneo, se descubren todavía vestigios de la antigua preocupación de que estos peces eran una generación espontánea, o tal vez individuos venidos á la vida sin las suticientes condiciones de vitalidad.

En algunos parajes suelen presentarse los adultos de esta esta especie con tal abundancia, que los habitantes los entregan como pasto á los animales. En Venecia les dan el nombre de anguela, y durante el verano, los pregonan por las calles para alimento de los gatos.

El nombre «fftpív») se cita en diversos pasajes de los antiguos para expresar un pececillo litoral que vivia en manadas, y-del cual provenia una de esas especies de aphius que llamaban hepictus; advirtiendo que ese nombre de<"f¿i ó apua se aplicaba á todos los pececillos recien nacidos, y que permanecen algún tiempo reunidos en masas como el nonato de que se acaba de hablar, ó como esas pequeñas anguilas que se llaman montee en Normandía.

De pocas denominaciones antiguas hay tanta certeza como de la presente, pues no solo se encuentran reunidas en el género aterina todas las cualidades que los antiguos atribuían á las suyas y hasta al género que ellos llamaban aphius, sino que hasta la misma denominación se ha conservado todavía en algunos parajes. En el siglo xvi todos los Griegos, según Gílio, daban el nombre de atherina á los peces deque se está hablando; Sonnini, contemporáneo nuestro, los ha oido llamar atherno, y en Roma, conservando con alguna alteración la palabra, los denominan laltarina.

Explican algunos la etimología de esa denominación suponiéndola derivada de una palabra griega que significa arista (por las muchas espines que tiene este pececillo), y otros dicen que proviene de otra palabra , también griega, que significa despreciar (por lo diminuto ó común del género). La primera opinión es la mas adoptada.

Ademas, aunque la denominación «yVot hepsetus, representa también en los antiguos autores una especie particular de aphius, no obstante, se encuentra aplicada á toda especie de pez, cuando aun es muy pequeño, y entonces puede pasar por sinónima de aphius. Los mugues, las anchoas y hasta los cangrejos y calamares, se llamaban hepsetos en los primeros dias de su vida. Ese es el nombre que los Griegos de Naucratis daban á todos los pececillos que el Nilo dejaba sobre la tierra al retirarse.

La palabra «"I"» (cocer) fue la que dio origen á esa denominación sin duda por la manera con que acostumbraban condimentar dichos pececillos.

Las costas del Mediterráneo presentan muchas especies de aterinas, de las cuales fueron anunciadas dos por Rondelet, con los nombres de aterina y hep-seto. Los diseños que presentó de esas dos especies, están bien caracterizados por lo tocante á la dimensión de la cabeza y del ojo; mas no habiendo indicado, según su costumbre, en el texto las diferencias mas que de un modo vago, y no habiendo Willu-ghby observado la segunda especie, ó no habiéndose, hecho bien cargo de sus caracteres, Artedi creyó conveniente reunir esos dos peces convirtiéndolos en variedades de una sola especie. Linneo por su parte dejó en silencio esa distinción de variedades, y durante mucho tiempo no se ha creido que hubiera mas que una sola especie de aterina en los mares europeos.

El mismo Mr. de Laroche que observó en Ibiza ademas de las dos aterinas de Rondelet, llamadas en aquellas islas vulgarmente chuclet y cabasuda, otra tercera especie llamada mocho ó mochan, ñolas consideró mas que como variedades.

M. Risso fue el primero que reprodujo como distinta la especie denominada cabasuda, y le aplicó la denominación de aterina Boyer; pero sin recordar que Rondelet la habia representado y descrito anteriormente.

Atentas observaciones persuadieron á Mr. Cuvier de que el mochan de Ibiza es también una especie particular; pero lo que mas le admiró es el haber descubierto que la aterina mas común en las costas del Océano, lamalteria, no era ni el hepicto, ni ninguna de esas tres especies del Mediterráneo, sino otro que tiene sus caracteres propios.

Hé aqui pues, cuatro especies de aterinas de nuestras costas, cuya descripción puede darse teniendo á la vista un gran número de individuos, detallándose perfectamente todos sus caracteres.

Aun hay otras especies algo mas oscuras ó mas raras de que se hablará antes de tratar de las exóticas; no falta tampoco quien considere como especies distintas las diversas clases de nonatos, pero no hay razón para creerlo asi, en concepto del continuador de esta historia.

No considerando algunos naturalistas, con arreglo á la definición de Linneo, como caracteres genéricos mas que la faja plateada de los costados del cuerpo, han pretendido introducir en el género aterina muchas especies de anchoas, que pertenecen á otra familia de que se tratará en su correspondiente lugar; tales son la aterina Brounii, la australis, la comer* sonii, y probablemente la japónica.

Cierto es que Mr. de Lacépéde separó las dos últimas , formando con ellas un género que denominó tstoleforo, pero como parda de la idea de que salvo la unidad de la dorsal, se parecían exactamente á las demás aterinas, no pensó en referirlas á su verdadero género.

aterina hepseto.

(Lia.)

La aterina mas común en el Mediterráneo es el ehueler de Ibiza , ó sea sanclel de los habitantes del Langüedoc, ó el lattarina de los italianos.

La forma de su cuerpo es prolongada, y su cabeza pequeña y puntiaguda. La línea de su dorso es casi recta, la de su perfil desciende un poco y la del vientre es ligeramente convexa. Su mayor altura está en el tercio anterior sobre las ventrales, y constituye la sexia parte de su longitud, su grueso es de dos terceras partes de la altura. La longitud de su cabeza es algo menos que el sexto de su longitud total, y tiene de altura los tres quintos de su longitud , y su grueso detrás de los ojos, es de tres cuartas partes su altura. La parte superior de la cabeza es plaua con pequeñas desigualdades entre los ojos