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ICTIOLOGÍA O TRATADO DE LOS PECESi
hes la milad menos largos que los del dorso, y sin prolongamientos filiformes, pero están armados de una pequeña espina en su base.
La segunda anal corresponde ;i la dorsal blanda por sü volumen y posición. Tiene veinte y un radios articulados , y el contorno de su base se presenta también protegido por nueve espinas ahorquilladas en cada lado. La parte de la cola desnuda, detrás de la anal y dorsal es pequeña, comprimida , y casi cuadrada ; la caudal tiene su borde algo redondo , y en ella no se cuentan mas que trece radios enteros, la, mavor parte ramosos liasla la mitad , y dos ó tres pequeños por encima y debajo de su base.
Ademas de la armadura de las aletas tiene la quilla de su pedio entre los oidos y el vientre, y la del abdomen, desde sus ventrales á la anal guarnecidas de dos lilas de escudos óseos, montados cada cual de una espina que por la parte posterior termina en un pequeño gandío: cuéntanse hasta cinco pares de dichos escudos en la primera división , y ocho en la segunda.-Entre el último y penúltimo se presenta la abertura del ano.
La mejilla, que con arreglo á la longitud del preopérculo forma un triángulo bastante alto, es la única parte de la cabeza que tiene escamas. Estas se parecen á las de su cuerpo y son pequeñas, ovaladas, y estan casi sumergidas en el epidermis; cubren la piel; pero no están en forma de teja las unas sobr¿ las otras, ni constituyen filas regulares; vistas al lente no presentan mas que surcos que brillan irregularmente. La línea lateral tiene una curvatura bastante parecida á la del dorso, y sin embargo se acerca mas á él hacia delante, donde su distancia es una quinta parte de la altura que hacia atrás, en donde es duplicada la distancia. Toda ella está marcada por una serie de prominencias largas , estrechas y sencillas.
bícese que la dorada ha recibido su nombre por causa del color amarillo que ostenta, y Bloch presentó efectivamente su diseño iluminado con este color. Es posible que asi sea realmente en ciertas ocasiones, sobre todo estando muy fresca; pero la que Cuvier tuvo ocasión de observar era de un color gris plateado, tirando á pardo en la parte superior, y atravesado en su longitud por algunas fajas amarillentas, interrumpidas y mal indicadas. En cada lado, y casi en el • entro del óvalo, presenta una extensa mancha redonda, negruzca en su centro, mas oscura en sus bordes, y rodeada de dos círculos: uno mas pálido que ei gris amarillento del fondo, y otro negro y mas estrecho. Esta disposición anular, muy pronunciada en los individuos jóvenes, va desapareciendo con la edad, y la mancha se va haciendo mas uniformemente negra y mas nebulosa. El abdomen de los individuos jóvenes presenta también un matiz mas plateado , y las aletas , particularmente las ventrales son negruzcas. Los filamentos de la primera dorsal están murados cada cual por una linea blanca que ocupa toda su longitud.
Mr. Cuvier vio doradas de dos pies de longitud , y según dicen hay algunas de dos pies y medio.
Mr. Delalande trajo del Cabo una dorada, que presentaba la mayor semejanza con la que se acaba de describir, no siendo por el menor volumen y mayor número de los escudos espinosos que cubren la parte blanda de la dorsal y la anal. Los escudos que forman bajo el vientre una doble quilla, no estaban armados de puntas sino de espinas obtusas.
El individuo media dos pies de longitud.
Se ha dicho que en la colección de peces impresa en el Japón , se ve un diseño que aunque poco exacto, presenta mucha semejanza con la dorada de nuestros mares.
La existencia de este pez en el Océano Oriental, acaba efectivamente de ser confirmada por Mr. File— sius que ha presentado un dibujo mas correcto de
aquel pez en el viaje de Krusenstern , bajo'el nombre de dora/la ó pez tic espejo del Japón. No pudiendo Cuvier emitir su juicio sino con arreglo á lo que arroja de sí ese diseño, apenas se atrevió á afirmar que la especie que representa sea diferente de la dorarla común de nuestros mares, cuya descripción acaba de hacerse. Pero de todos modos es una cosa digna de atención la existencia en un mar tan distante de una especie, sino idéntica á la nuestra, por lo menos parecida hasta un grado digno de admiración.
Otra especie del Mediterráneo, no indicada por los autores, ha sido á pesar de sus notables diferencias, confundida con la dorada ordinaria.
GÉNERO GAPROS,
El género de los capros, establecido por Lacépéde tiene algunos caracteres comunes con loszeos, y particularmente la profunda división de la aleta del dorso. Pero carecen de aguijones á lo largo de la dorsal y la anal. Su boca es mas protráctil que la de la dorada", y parecida á la de los éculas y gerros. Todo su cuerpo está cubierto de escamas duras y ásperas, y sus dientes son muy pequeños.
No se conoce mas que una sola especie de capros, poco abundante aunque muy esparcida por todo el Mediterráneo, y rava es la vez según parece que sale de sus aguas ; Cuvier no tuvo noticia de haberse presentado ningún individuo de esta esoecie en el Océano no siendo en octubre del 1833. El doctor Enrique Boase presentó á la sociedad zoológica de Londres, el diseño de un pez, cogido en Mountss-Bay en la costa de Cornouailles, que los ictiólogos de aquella sabia corporación reconocieron ser un capros.
zeo aper.
(Zeus aper, Linn.; Capros aper, Lacépéde).
Este pez, que es el que mas afinidades presenta con las doradas, es una pequeña especie que Rondelet describió y representó pasablemente bajo las antiguas denominaciones de «a^ot y de aper, es decir, jabalí, que creyó deberle aplicar por la configuración de su hocico, y por tener la piel dura , lo cual Ateneo, siguiendo la opinión de Aristóteles, atribuye también al jabalí. Por una parte, el pez caracterizado con este nombre , es en las obras del mismo Ateneo ponderado como un manjar excelente en concepto de un gran conocedor llamado Arcbcstrato , y por otra Aristóteles lo cuenta entre los peces de rio, y entre los que producen una especie de gruñido, dos rasgos que convienen muy poco al pez de que nos estamos ocupando. Aldebraudo tampoco admite la aplicación de la palabra xa-n-pos ¦ y puede por lo tanto decirse que la nomenclatura antigua de este pez, asi como la de otros muchos, es todavía muy du losa.
Tampoco ha recibido modernamente nombres vulgares mas que en muy pocas partes por lo poco que abunda, y acaso porque su diminuto volumen lo ha hecho pasar desapercibido. Brunnich no tuvo ocasión de ver mas que un solo individuo en Marsella; Rondelet lo calificó de adnvidum rarus, y Willughby dice haberlo visto en las profundidades, y que los pescadores no lo cogen sino hallándose el mar agitado por la tempestad; añade ademas que en Roma lo llaman slrieal, y en Genova riondo. Según Ralinesque, en Sicilia le dan el nombre de pesce tariolo. En Genova, según Mr. Ralinesque lo llaman también lucerna y pesce pavotto; pero no se sabs en qué autoridad se funda aquel observador para decirlo. Tampoco se sabe en qué testimonio se apoya para asegurar que su carne es dura , y que alguna vez exhala hedor: temible es que baya aplicado al «aireo; lo que Ateneo dice del Cupnscus. Sin embargo lo que Ralinesque dice vuelve