Zoología. Peces. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 5. Página 206. en Aragón.

Zoología. Peces. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 5. Página 206.

Buffon Los Tres Reinos de la Naturaleza

Naturaleza de Aragón > Buffon > Los Tres Reinos de la Naturaleza

de ellos con redes; mas que asi que la ceguedad se iba disipando no se podia emplear ya la red parj pescarlos, sino el anzuelo.

Algo parecido á lo que acabamos de decir es lo que refiere Sclionevelde. Contáronle unos marineros que á fines de otoño nace en el ojo de los escombros una cutícula parecida á una uña, que les priva de la vista durante el invierno, y que cae ó mengua en la primavera, cuya circunstancia da lugar á que se verifique la primera pesca en los sitios meridionales, y á que sea enteramente nula en invierno.

No seria efectivamente imposible que aquella piel ailiposa que contrae anterior y posteriormente la órbita del ojo del escombro se dilatara ó condensara mas durante el invierno y le cubriera por lo tanto la mayor parte del ojo.

Por lo tocante á la estación de los escombros en las pequeñas ensenadas de Groelandia, y á la especie de letargo que al parecer los domina , es tanto mas lícito dudarlo cuanto que Othon Fabricius , que permaneció tan largo tiempo en aqnel país, ni siquiera los nombra entre los peces que allí se encuentran.

Lo que no puede dudarse es que desde el mes de ablil aparecen en el canal de la Mancha escombros pequeños y sin freza que en Normandía son conocidos con el nombre de sansonets y en Picardía con el de roblots; que estos se hallan con freza hacia fines de mayo, en cuyo estado se hace .abundante pesca de ellos en todo el mes de junio, parte de julio, y á veces hasta después de muy entrado agosto; mas ya en esta época están sin freza ó como allí dicen chcvtllés. Finalmente á últimos de setiembre y octubre se pescan también escombros pequeños que al parecer han nacido aquel mismo año; pero todo esto es muy irregular , y no es raro ver en París escombros pescados en Dieppe en noviembre y diciembre. A las tempestades y recios temporales se atribuye su aparición en esas épocas no acostumbradas, lo cual demostraria que no se hallan tan internados hacia el Norte como ha querido suponerse.

Duhamel opina con Anderson que los escombros entran en el canal de la Mancha por el Oeste y siguen un camino contrario al de los arenques; sin embargo en la misma página asegura que en Dun-querque se pescan antes que en Dieppe y en el Habré: En otro pasaje no lejos del citado dice que la pesca de escombros que se hace en Yarmnuth antecede á las que hacen los bretones en la entrada del canal de la Mancha.

Según Low aparecen grandes bandadas de escom-oros en las Orcades á fines de julio y á principios de agosto.

Schonevelde dice que el escombro es apenas conocido en las costas occidentales de Holstein y que solo por los alrededores de la isla de Helgoland á fines de julio; pero comprende que los hay en el Báltico. Encuéntranse también en aquellas aguas escombros recien nacidos , pues los pescadores de Lcreford , en la costa orienta! de Holstein designan los pequeños escombros que solo tienen la palma de la mano de longitud con el nombre de prieglers.

No ve el autor que en el golfo de Gascuña se hagan abundantes pescas de escombros. Muy pocos de ellos llegan también á Galicia, según dicen Comida por cuya razón se les tiene en grande aprecio (I).

(I) Ensayo, etc. p. 62. Hay alguna oscuridad por lo turante al escombro de Comida. Dice que es un pez llamado en español sarda, que tiene cinco falsas aletas y una espina libre detrás del ano, lo cual convendría tambicn al que estamos describiendo; pero añade que es el pelamis sarda de Uondelet del cual la caballa que es el cscombrode ese autor se diferencia por carecer de dicha espina. Es preciso suponer que la caballa de Comida que sepan dice tiene la enrne mas seca es el neumatóforo, pero en tal caso tendría una espina libre como la supuesta sarda.

Lo que mas nos predispone á dudar de los largos viajes que según Anderson hace el escombro es que su pesca principia en el Mediterráneo al mismo tiempo y aun antes que en el mar del Norte y en el canal de la Mancha.

En Aiguesmortes dura la pesca de escombros desde abril hasta agosto , y á lo largo de la costa de Langüedoc se hace en junio, julio y agosto. En Saint-Tropés y en Frejus (Provenza) suelen aparecer desde mayo hasta octubre algunas veces. Asegura Mr. Risso que durante la primavera se hacen abundantes pescas de los peces de que nos estamos ocupando, en los alrededores de Niza. Hasta en el mar Negro, á lo largo de las costas de la Táurida aparecen durante la primavera yel.estio grandes manadas de escombros, cuyos individuos inclusos los mas pequeños, oslan llenos de freza. Llegan á aquel punto procediendo del Oeste seguidas de aves acuáticas que atraídas por el brillo de su color se ceban abundantemente en ellas. No penetran en el mar de Azof. Por lo restante el escombro avanza hacia el Sur mas allá de la latitud de Gibraltar. Existen en el Museo de París los que Adan-son trajo de Canarias que son los mas meridionales que el autor de esta historia llegó á ver.

Parece que el pez de que nos ocupamos présenla diferencias por lo relativo al tamaño y al sabor, no solo según las estaciones , sino hasta según los sitios en que ha sido pescado. En el Báltico su longitud no pasa de un pié ; su pesca no es muy abundante y se hace poco caso de ella. Allamand yLei'rancde Berkliey, citados por Duhamel, aseguran que en Amsterdam merece el escombro muy poco aprecio. Pennant dice, que es poco útil, porque no puede ser transportado y lambien que no lo salan sino en el país de Cornouai-lles, donde en aquel estado sirve para alimento de la gente pobre. Según Anderson los islandeses lo desprecian y no se toman la molestia de pescarlo.

Bien extraños deben, tales asertos, parecer á los habitantes de París, á quienes los escombros suministran durante el verano un alimento tan agradable y abundante. Podría inferirse que á lo largo de las costas del canal de la Mancha, es en donde por causas poco conocidas, llegan dichos peces á su perfección.

Péscanse los mayores escombros en la entrada del canal de la Mancha, entre los forlingas y la isla de Bas : algunos llegan á tener dos pies de longitud; pero si se trata de comerlos frescos no tienen tanta estimación, y no los pescan sino para salarlos.

Generalmente en el Mediterráneo el escombro es pequeño y seco, y su calidad pasa por inferiora la del que se coge en el Océano, pero en nuestro concepto esta mala reputación proviene en parte de haberle confundido con las dos especies de vejiga natatoria de que hablaremos en lo sucesivo.

Mr. Risso, que distingue esas dos especies, dice que el escombro tiene la carne bastante agradable, pero que la de un individuo no llega nunca á pesar cuatro libras.

Cetti asegura que en Cerdeña, donde es conocido con el nombre de pisaro, si bien no llega á ser nunca pescado en gran cantidad, se le considera como un pez muy bueno (buonissimo pesce).

En el mar Negro el escombro y el mugil son los peces que constituyen la pesca mas provechosa, aunque el primero nunca pasa de un pié de longitud. Los griegos de la Táurida los salan en grande abundancia y conservándolos durante un año ofrecen un manjar agradable, pero antes de este tiempo su carne no pierde la dureza.

El nombre de macarcllus con que en algunos países se designa el escombro figuraba ya en tiempo de Alberto Magno y Arnaud de Vílleneuve. No están acordes por lo tocante á su etimología. Hay quien lo deriva de macularius ó maculariolus, por causa de sus manchas, y otros de una palabra griega que de-