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220 LOS TRES REINOS DE LA NATURALEZA. — ZOOLOGIA.
canee. Los pescadores sicilianos, que son muy supersticiosos, cantan una cierta frase, que Brydone cree ser griega, y ellos la consideran como un conjuro para atraer al gibas cerca de su barca. Ese es el único cebo que emplean para cogerlo, y lo suponen dotado de tan eficaz virtud , que hace ir necesariamente al pez detrás de ellos, y creen también que si tuvieran la inadvertencia de pronunciar una sola palabra en italiano , el gifias desaparecería sumergiéndose en las profundidades.
Esta es la pesca que refiere Strabon con arreglo á l'olibio, y cree que ya estaba en uso en tiempo de Ulises. Por lo demás la frase ó estribillo de que Brydone habla, no es griega como él lo supone. Kircher la copia en su Musurguia, y no es mas que un conjunto de palabras que á ningún idioma pertenecen.
Oppiano habla de un modo mas curioso de pescar el gifias que se acostumbraba hacer en su tiempo y consistía en dar á las barcas que se empleaban para ese objeto la misma configuración que la de aquellos peces para quitarles todo motivo de recelo.
La carne del gifias joven es perfectamente blanca, compacta, fina y de excelente sabor; pero la de los viejos adquiere otras cualidades. Brydone dice que es mas parecida á carne de buey que de pez, y que para condimentarla la suelen cortar en forma de costillas. Generalmente puede compararse, como ya lo hemos dicho, con la del atún : en concepto de Cuvier es mas compacta y de mejor sabor.
Los sicilanos acostumbran salarla y lo mismo hacían los antiguos, dando entre todo el cuerpo del pez la preferencia á la cola (el urceum). Hoy se preparan también sus aletas y se da á la confección el nombre de callo.
Con este motivo debemos hablar de un pasaje de Plinio acerca del gifias que ha dado lugar á conjeturas de los comentadores. En su gran enumeración alfabética de los 174 géneros en que creyó comprender todos los animales acuáticos, las ediciones comunes traen estas palabras : íomus thurianus quem alii a-iphiam vacant; lo cual no impide que al fin del catálogo se encuentre la palabra xiphia. En las primeras ediciones se leia : thynnus thranus quem etc., y en algunos manuscritos: íinus tianus. Hermolao Bárbaro es quien definitivamente puso tomus thurianus. C'Para obrar de ese modo se apoyaba por una parte en dos pasajes de Ateneo, en donde, según él, se dice que los romanos llamaban thurianum á un pedazo de perro marino ó carcharías; y por otra en lo que dice Strabon relativo á que los gifias se llamaban también galeotes y perros. Partiendo de una tan leve conjetura como es el derivar SvpMmt de thurium, infirió que habia en Thuriun grandes saladuras de gifias y que se preparaba de un modo particular; pero todo eso es imaginario. El pasaje (le Estrabon es susceptible de muchas explicaciones, y en el segundo de Ateneo el texto dice Svpoía* y no Svpiari, Dale-champ para sostener la opinion de Hermolao falsifica el texto substituyendo esas palabras.
Por otra parte, de semejante corrección resultaría que no se habría hablado del atún en esa larga enumeración que Plinio hace de los peces. Asi es que Harduino no admite la idea de Hermolao y cree que es preciso leer : thynnus; thranis quem aliixiphiam vacant.
Efectivamente en un manuscrito encontró, como en las ediciones anteriores á Hermolao, thynnus, thranus y en otra íAi'nnis, thranis, y esta leyenda está completamente confirmada por un pasaje de Je-nocrates, en Oribaso, donde se dice que el thranis 6 el gifias es un pez cetáceo cuya salazón se prepara cortándolo en pedazos, y se atribuyen á su carne las mismas calidades que á la del atún. También se encuentra en una obra de Hesichius el nombre de como uno de los que so daban al gifias y esta correc-
cion fue la que desde mucho tiempo atrás Salviauo quiso oponer á la de Hermolao, comprendiendo la poca solidez en que este se fundaba.
Escasas son las noticias que se tienen por lo tocante á la reproducción de este gran pez. Lo único que se ha dicho es que desova abundantemente en las costas de Sicilia.
del, supuesto gifias iihperator de
bloch.
Bloch en su sistema postumo introdujo una especie de gifiias á la cual dio el nombre de imperator fundándola en un diseño de Duhamel dado como siendo el de un pez cogido en la embocadura del Loire en 1777 , que se enseñaba al público en Nantes por dinero. Duhamel cuenta efectivamente que aquel dibujóle fue remitido de Nantes con aquella indicación hecha por un tal Bonamy ; pero Cuvier asegura que aquel sugeto no mandó sacar el dibujo en cuestión del natural y se contentó con copiar el que Aldorbaudo dio como copia del gifias común.
En esta ocasión sucedió lo que en otras muchas. Aldobrando no presentó ni por lo tocante á este pez, ni por lo relativo á otros muchos, un dibujo exacto. Queriendo Bonamy, que no entendiade ictiologia, ni tal vez de dibujo, dar á entender á Duhamel lo que era el pez que se enseñaba en Nantes, copió la primera figura algo parecida que le vino á las manos; Duhamel, que á pesar de su voluminoso tomo acerca de los peces, no los conocía tampoco mucho mejor que Bonamy, repitió pura y simplemente lo que este le habia dicho; Bloch repitió á su vez lo que Duhamel afirmaba , y asi se habria ido ingeriendo en todas las obras de ictiologia un gifias imperator con pequeñas ventrales y otros caracteres, derivados originalmente de un mal diseño de Aldobrando.
GENERO TETRAPTURO.
(Cuvier).
TETRÁPTl'ROS , SIAKAIRA E hist1óf0r0s. tetrápturos.
Los tetrápturos son unos escomberoides de hocico largo y puntiagudo, como el de los gifias, pero tienen ventrales, y su cola presenta en cada lado, como en los escombros, dos pequeñas crestas en vez de una quilla. Este género fue establecido por Mr. Rafi-nesque en vista de la aputa ó aguglia pelerana de los sicilianos.
Este pez, desconocido anteriormente, fue traído en esqueleto de Sicilia por M. Biberón á Mr. Cuvier, y por él pudo este naturalista cerciorarse de que reúne todo lo que en los caracteres del gifias común puede ser considerado como indicio de afinidades naturales, y hasta de vínculo de este gifias con el histiól'oro.
Dice Mr. Rafinesque que este pez adquiere grandes dimensiones, llegando á pesar ciento cincuenta libras, y alcanzando cuatro o cinco pies de longitud; puede afirmarse que aun crece mas, pues el autor de esta Historia tuvo á la vista uno que tenia seis pies.
Había sido cogido con arpón en el estrecho cerca de Messina.
La carne del tetrápturo es blanca, pero de mediano sabor, y en Messina suelen también darle el nombre de aguglia imperiale. Es un pez de tránsito que no se presenta, sino muy rara vez, en las costas de Sicilia , no siendo en otoño cuando va persiguiendo á los corifenas , naucrates y exocetos, que constituyen su principal aumento. Se ha observado que va generalmente por parejas, macho y hembra, y que las