Insectos. Invertebrados. Página 51. Tomo 6. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. en Aragón.

Insectos. Invertebrados. Página 51. Tomo 6. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza.

Museo Pintoresco de Historia Natural Tomo 6 Insectos

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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de octubre de 2023 última revisión

ENTOMOLOGÍA O TRATADO DE LOS INSECTOS. 51

se hallan situados en el ventrículo quilílico, y la orina cuando se encuentran mas abajo. Otros fisiólogos admiten ambas opiniones, y dicen que los vasos salivares segregan bilis en una parle de su extensión, y orina en la otra: esto es lo que acontece cuando los vasos biliares están reunidos por el extremo, y se abren en el intestino por dos puntos diferentes. Entonces es evidente, á pesar de su reunión, que son dos vasos distintos. Ha sido demostrada por análisis químico la presencia del ácido úrico en los Insectos, y hasta en aquellos que no tienen vasos urinarios, de los cuales se nublará en su lugar, y se ha creído deber deducir que los vasos biliares contenían una sustancia semejante á la orina, pareciendo confirmar esta idea, los pequeños cálculos descubiertos hace poco tiempo en los vasos biliares de un Escarabajo (Luca-nus Capreolus), los que analizados químicamente han dado'ácido úrico. ¿Pero se debe creer fundadamente que los vasos biliares situados hacia la extremidad de los intestinos, sean una verdadera vejiga urinaria? Nada lo ha probado todavía, y por otra parte, ¿para qué servirían los órganos urinarios de que se hablará después? A pesar de las investigaciones hechas hasta el día, esta cuestión no ha sido resuelta.

La posición de los vasos biliares en el ventrículo quilífico de muchos Insectos, ha hecho atribuir, con bastante razón, á estos órganos, los usos del hígado, que sirve para segregar la bilis necesaria, ó al menos útil para la digestión.

El cuerpo ó tejido craso, llamado asi á causa de su semejanza con la grasa de los animales vertebrados, es una sustancia compuesta de multitud de vejigui-llas envueltas por tráqueas, y de fibras muy tenues, que se ha creido sean musculares, y que forman una redecilla muy apretada. Estas vejiguillas solo son visibles con ayuda del microscopio. La redecilla formada por el cuerpo craso, rodea los diversos órganos del abdomen y constituye una capa mis ó menos gruesa, cuyos bordes son irregulares, se interpone entre ellos y parece protegerlos. Se le designa algunas veces con los nombres de epiploon ó tejido adiposo, y se le atribuyen las mismas funciones que á la grasa de los vertebrados, que son las de servir para la nutrición á falta de alimento exterior, y se ha notado en efecto, rjue dicho cuerpo craso es muy abundante cuando el Insecto come mucho; pero después de un largo ayuno, disminuye sensiblemente y queda reducido á una conjunción de bihtos esparcidos, terminados por glóbulos aislados que forman una especie de racimo muy flojo. Según Mr. León Dufour, el cuerpo craso es abundante en el estío en ciertos Insectos (los Carábicos), que es la estación en que toman alimento, y al fin del invierno se encuentra considerablemente reducido. Las Orugas, principalmente, tienen mucha parte de tejido adiposo en la época en que deben sufrir su metamorfosis en ninfas; durante la transformación, el tejido se absorbe en gran cantidad, y cuando llegan al estado de Mariposas no quedan mas que vestigios de él. Está visto pues , que este tejido tiene los mismos usos que la grasa de los mamíferos invernantes. Con la abundancia del tejido adiposo, es como se explica el sostenimiento de la vida en ciertos Insectos, que están privados de toda clase de alimento durante meses enteros, como sucede con los que se atraviesan vivos para guardarlos en las colecciones, y que no mueren en mucho tiempo, si el alfiler no les ha herido algún órgano esencial. Es también este tejido el que sirve de alimento a generaciones de Insectos parásitos (Icneumonios), que las madres depositan en el estado de huevos en el cuerpo de las Orugas. Los pequeños Insectos que salen de estos huevos encuentran en él un alimento abundante, y los estragos que causan en el tejido adiposo no impide que las Orugas continúen viviendo. Se concibe, por otra parte, que estas Orugas no pueden llegar al tomo vi.

estado perfecto , privadas como quedan de la sustancia nutritiva que debía conducirles á él.

La analogía que existe entre el tejido adiposo y la grasa de los animales vertebrados, no ha sido demostrado por el análisis químico. Solo se sabe, que por medio del calor, este tejido dá un lí ruido amarillo y transparente que mancha el papel como lo hace la grasa. En el agua caliente se vuelve mas claroy transparente, y deja escapar moléculas que suben y forman círculos en la superficie.

Los últimos órganos de secreción que presentan los Insectos, no tienen mas que una relación indirecta con la nutrición, y aunque llevan el nombre de vusos urinarios, es necesario reconocír que el produoto de su secreción no es la orina, y que tienen otros usos diferentes. Es un Huido ordinariamente cáustico, oloroso y á veces negruzco, que se desprende de algunos Insectos en el estado de vapor ó de gas, y que les sirve para defenderse. Estos órganos no se encuentran en todos los Insectos, y solo lian sido reconocidos en los de ciertas familias de Coleópteros y Dípteros. En general los vasos llamados urinarios son rara vez tan sencillos como los biliares, y por lo común se componen: i.° de un aparato secretor, en el que se forma el fluido y que presenta formas diversas; 2.° de ciertos canales llamados deferentes que conducen el fluido á la parte exterior; y 3." de una bolsa que sirve de receptáculo al fluido, el que luego sale por su conducto escretor abierto, ya en el recto ó en la cavidad de la cloaca donde se abre el ano. Estos órganos de secreción están algunas veces formados de dos membranas, de las cuales la interna es mucho mas pequeña que la exterior, y esta presenta algunas veces pliegues anulares y parece contráctil.

En los Carábicos, el líquido segregado por los vasos urinarios es ordinariamente incoloro, y algunas veces amarillo ó pardo. Su olor participa del de el amoniaco y del de el ácido sulfúrico. Las especies mayores, como los Cárabos, pueden lanzarlo á algunas pulgadas de distancia; pero en las de menor tamaño se volatiliza y sale bajo la apariencia de un humo blancuzco, como acontece esencialmente á los Braquinos. El aparato secretor de los Carábicos, se compone, en cada parte del cuerpo, de dos pequeños racimos ó paquetes de Vejiguillas, cada uño de los cuales está sostenido por un pedículo distinto. Todos los pedículos se reúnen en un tubo común del mismo racimo y la reunión de dos tubos, forma un largo conducto deferente que concluye en un receptáculo en forma de vejiga. Un canal escretor, conduce al exterior el líquido que contiene la vejiga. Cuando se irrita alguno de estos Insectos, lanza este líquido por el ano. operación que repite por muchas veces hasta que queda la vejiga vacía y no puede lanzarlo de nuevo por mas esfuerzos que hace , hasta que una nueva secreción vuelve á llenarla otra vez. En varios Insectos de la misma familia (Cloenio), los racimos que forman los órganos secretores son mas gruesos y no compuestos de vejiguillas, sino de órganos prolongados y franjeados en los bordes, cuyos pedículos se reúnen entre sí antes de concluir en el conducto deferente. Los Braquinos, ya citados, tienen una segunda vejiga para depósito del fluido segregado, que es donde se cree hace este su evaporación. Según las especies se encuentran uno ó muchos conductos deferentes, y la forma de los órganos varía también. El vapor blanquecino que estos Insectos exhalan, tiene un olor penetrante parecido al del ácido nítrico y algunas propiedades de él, como la de enrojecer el papel tornasol y descomponer la epidermis de los dedos. Se cree que los Braquinos, indígenas de las regiones intertropicales, que son mas gruesos que los de las nuestras, producen una sensación parecida á la quemadura, y es tan viva después de muchas descargas, que es necesario abandonarlos cuando se les quier» coger.



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Insectos. Invertebrados. Página 51. Tomo 6. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Publicado a mitad del siglo XIX. Zoología o Reino Animal. Buffon Museo Pintoresco Historia Natural

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