Página 40. Tomo 6. Insectos. Invertebrados. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. en Aragón.

Página 40. Tomo 6. Insectos. Invertebrados. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza.

Museo Pintoresco de Historia Natural Tomo 6 Insectos

Naturaleza de Aragón > Museo Pintoresco de Historia Natural > Tomo 6 Insectos

Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión

, que Mr. Audouin designa de una manera general con el de epidemas de articulación , y han sido descritas por Jurine, Mr. Chabrier y Mr. Straus.

Las alas del primer par están algunas veces acompañadas en su origen, y por su parte posterior, de un apéndice llamado cucharon á causa de su forma abovedada, el cual es una especie de pequeño cesto membranoso que parece ser una dependencia de las alas. Existe en la mayor parte de los Dípteros y se la encuentra en estado rudimentario en la cara inferior de los élitros de algunos Coleópteros (Hidrófilos), inmediatamente en la base de estos élitros.

La parte superior de los anillos torácicos presenta ademas en los Dípteros un par de apéndices ilamados balancines, de longitud variable según las especies, colocadas detrás de las alas, y en apariencia en el tercer anillo torácico, por lo cual algunos anatómicos y Mr. Audouin en particular, los consideran como rudimentos del segundo par de alas. Este naturalista asegura también haber encontrado en la base de estos balancines unas piezas análogas á las que se encuentran en el origen de las segundas alas en los otros Insectos y que han sido llamadas epidemas de articulación. Otros autores, al contrario, Latreille y Mr. Mac-quart consideran estos balancines como apéndices vesiculosos que dependen de las dos tráqueas posteriores del tórax, y los comparan á las valvas ó pequeñas piezas que acompañan á los estigmas de algunas larvas de Insectos acuáticos, ó de las que viven en las materias en putrefacción. Según Mr. Macquart, los balancines no nacen en el metatórax, lo que pasaría si representaran el segundo par de alas, sino en el primer segmento que se suelda íntimamente con el tórax, como en ciertos Himenopteros. Se ignora cuál es el uso de estos órganos, que están algunas veces en movimiento continuo cuando el Insecto se halla en reposo. Se ha creído que sirven para mantener al Insecto en equilibrio, notando que cuando se corla uno de estos balancines, el animal se arremolina, concluyendo por caer , y cortándole los dos no puede volar; pero otros autores niegan el hecho , y es necesario esperar á nuevas experiencias para creer en las opiniones manifestadas.

En fin, el primer anulo del tórax presenta también en ciertos Insectos un par de apéndices que se han llamado prebalancines, y son dos pequeños órganos estrechos, prolongados, ensanchados hacia el fin, arqueados y plegados en forma de abanico, que ciertos autores consideran como élitros, mientras que otros, entre los cuales debe citarse á Latreille, los toman por análogos á los terigoides ó parápteros. Sea cualquiera de estos dos órganos al que se le compare, no deja de constituir un hecho excepcional en la serie de los Insectos, y no se observa otro análogo sino en los apéndices del protórax de ciertos Dípteros. En todos los demás Insectos conocidos, el protórax no presenta, como ya hemos dicho, ningún apéndice en el arco superior, exceptuando no obstante á un Coleóptero de la tribu de los Longicornios (Acrocinw longimu-nus), cuyos costados del protórax sostienen una fuerte espina movible que gira dentro de una cavidad especial.

Los apéndices de los arcos inferiores del tórax son las patas, que se articulan con el esternón y las piezas de los costados. Estas patas son siempre tres pares, lo que forma el carácter invariable de todos los Insectos. Cada uno de los tres anillos del tórax lleva un par de patas, pero estos órganos no sirven siempre exclusivamente para la locomoción y los del primer par se emplean algunas veces en la prehensión, como hemos dicho anteriormente. Las patas se distinguen según su posición, en anteriores, intermedias y posteriores, y cada cual de ellas se compone de artejos variables en forma y dimensión que se designan con los nombres de anca, trocánter,

conocer todas en la misma especie; pero siempre eiiste cierto número de ellas que se pueden distinguir. En el orden de los Dípteros es mucho mas difícil porque parecen todas confundidas, y solo están indicadas por desigualdes ó protuberancias de la superficie del tórax, lo mismo que los tres anillos torácicos.

Los apéndices de los arcos superiores del tórax son las alas, las cuales presentan como todos los otros órganos, formas muy variables. No existen en todos los órdenes de Insectos, ni aun en todas las especies de los órdenes provistos de alas. Unas veces estos apéndices son cuatro, y otras solamente dos. En el primer caso, el segundo y tercer anillo del tórax sostienen cada udo un par de alas, y en el otro se hallan situadas por lo común en el segundo anillo (Dípteros), y solo algunas veces, como en ciertos Ortópteros (Perlamorfos) lo están en el tercero. Tres órdenes de Insectos están siempre privados de alas, que son los Tisanuros, Parásitos y Sifonápteros. En los demás órdenes existen especies desprovistas de ellas. Unas veces lo están las hembras solamente, otras los individuos neutros; en ocasiones las alas del segundo par son rudimentarias ó faltan completamente por efecto de la soldadura de las dos primeras que cubren el cuerpo (Gibium), y otros insectos que están provistos de alas primitivamente las pierden después de la cópula. Se da el nombre de alas anteriores á las del segundo anillo torácico, y el de posteriores á las del siguiente, á causa de su posición respecto á la cabeza; se las distingue también algunas veces con los epítetos de superiores é inferiores, en razón á que en el estado de reposo, las primeras cubren mas ó menos á las segundas. Las alas no existen nunca en las larvas de los Insectos, y se muestran rudimentarias en las ninfas.

La naturaleza de las alas varia mucho. En la mayor parte de los Insectos son transparentes y membranosas , mientras que en los Coleópteros, las alas anteriores son de la misma consistencia que el cuerpo, y forman por su reunión una especie de estuche que oculta el abdomen y la base del tórax, por lo cual se las ha llamado élitros. En los Lepidópteros , las cuatro alas están ordinariamente revestidas de pequeñas escamas dispuestas en series regulares y adornadas de colores muy variados; en los Ortópteros y en la mayor parte de los Hemípteros, las alas anteriores son mas sólidas que las otras, y tienen casi siempre la misma consistencia que los tegumentos del cuerpo, bien sea en toda su extensión, ó en una parte solamente. Dichas alas han recibido á causa de esta disposición el nombre de hemielitros, en los Hemípteros.

La membrana que forman las alas, esté ó no compuesta de sustancias sólidas, es doble, es decir, compuesta de dos hojillas aplicadas la una á la otra, y entre las cuales se ramifican canales llamados nervaduras , las cuales no son sino vasos aéreos compuestos de tráqueas que comunican con el interior del cuerpo. Por medio de estas tráqueas, el aire penetra dentro de las alas en el momento en que el Insecto pasa al estado perfecto , y estas alas, hasta entonces pequeñas y plegadas ó arrugadas, se extienden y adquieren todo su desarrollo. Se ha dado el nombre de celdillas á la porción de la superficie de las alas comprendida entre las intersecciones do las tráqueas. La forma y número de estas celdillas son extremadamente variables , y sirven para distinguir los géneros en ciertos órdenes de insectos. Por medio de varias piezas articulares situadas entre los dos arcos de cada anillo del tórax se fijan las alas á esta parte del cuerpo. Las membranas tegumentarias se extienden desde los anillos del tórax alas alas, envolviendo estas diferentes piezas, cuyo número varía en los diversos órganos de los Insectos, y también se extienden de un par de alas al otro. Se han dado nombres á estas pequeñas piezas,