Insectos. Invertebrados. Página 49. Tomo 6. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. en Aragón.

Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión

ENTOMOLOGÍA O TRATADO DE LOS INSECTOS

vos todavía. En cuanto á la acción de los cuerpos crasos, del aceite por ejemplo , sobre la respiración de los Insectos, es muy marcada, sin duda porque tapa de un modo completo la abertura de los estigmas, y se opone á la entrada del aire aun después de i haberlos sacado del líquido en que fueron sumergidos y mueren asfixiados; lo mismo que sucede simplemente untándoles los estigmas con cualquier cuerpo craso.

Los diversos experimentos practicados acerca de la oclusión de los estigmas, han probado que su efecto varia según las especies en que se ejecutan, y es suficiente que uno ó dos estigmas queden libres para que el efecto no tenga lugar. Si se tapan todos, la muerte del insecto es segura, unas veces á los pocos instantes, y otras después de algunas horas, según las especies. Cuando se tapan solo los estigmas de un lado del cuerpo, sobreviene al Insecto una especie de parálisis, que cesa al poco tiempo, probablemente porque el aire que penetra por los estigmas del lado opuesto, no tarda en esparcirse por el afectado.

Se admite en la actualidad que los estigmas del abdomen son los que sirven únicamente para la respiración durante el reposo, y que los del tórax reservan sus funciones para cuando el Insecto vuela. Estando el interior del tórax ocupado por los músculos destinados á mover las patas y las alas, se concibe, en efecto, que el aire no puede penetrar en las tráqueas de esta parte del cuerpo durante el reposo, y ? mas que se puede admitir es que quede estacionado en ella. El abdomen, al contrario, se halla revestido de tegumentos mas flexibles que los del tórax, y puede ejecutar movimientos de inspiración y de espiración por medio de los cuales el aire se renueve. Es probable que la introducción del aire en el tórax, cuando el Insecto se mueve , tiene por objeto el facilitar sus movimientos y hacerlo mas ligero durante el vuelo, al paso que el que se introduce en el abdomen sirve especialmente para la respiración. Los movimientos de contracción y dilatación del abdomen producidos por la inspiración y espiración del aire, son muy visibles en ciertos Insectos, aunque su número vana según las especies á que pertenecen. Se han contado de 20 á 25 por minuto en un Escarabajo (Lu-canus cervus), 20 en una especie de Esfinge (E. cu-phorbice, y de 50 á 55 en una Langosta (Locusta ve-ridissima). El número de contracciones se aumenta durante los movimientos violentos ó bajo la influencia de un gas mas activo, como el oxígeno. Hay Insectos en los que los signos exteriores de la respiración están poco visibles ó no se perciben absolutamente. Las orugas se encuentran en este último caso, y se ignora cómo se e ecuta entonces la renovación del aire que Mr. Carus atribuye á la acción del corazón ó vaso dorsal, y á los movimientos de los inteslmos y de los músculos.

Diversas experiencias de Spallanzani y de otros, han probado que la cantidad de aire consumida por los Insectos en un tiempo dado, es mas pequeña que en los vertebrados de sangre caliente, y mucho mayor que en los de sangre fría. Se ha reconocido también que los Insectos despojan de oxígeno el aire atmosférico de un modo mas completo que los vertebrados de sangre caliente. Se sabe igualmente que estos últimos perecen mucho antesde haber gastado todo el oxígeno y que los Insectos al llegar un caso semejante solo dejan del gas la proporción de uno por ciento.

Ya se ha dicho que el oxígeno puro hace mas activa la respiración de los Insectos, lo mismo que acontece á los vertebrados. Parece probado que la acción de cier-. tos gases que es deletérea para estos últimus animales, lo es también para los Insectos. Mr. Straus ha reconocido que el Abejorro (Melolontha vulgaris) puede vivir muchos dias en el ázoe, que no cesa de moverse, y que vuelve completamente a la vida cuando se saca ???? vj.

de él. El hidrógeno puro priva al Insecto de todo movimiento al cuarto üe hora de estar sufriendo su acción ; pero no obstante, puede permanecer en él hasta cincuenta horas sin perecer. Su vida se prolonga mas aun, si este gas se halla mezclado con un poco de aire atmosférico. En fin, la especie á que el Insecto pertenece, su grueso, y la clase y pureza del gas influyen sensiblemente en los resultados. Se ha hecho el experimento cun cloro, hidrógeno carbonado, hidrógeno sulfurado, y con ácido carbónico, y la duración de la vida es diferente en cada uno de ellos: el gas amoniaco puro mata al Insecto en medio minuto.

En cuanto á la función llamada calorificación, ó sea la propiedad de desprender calor y resistir el frió, es muy poco conocida en lus Insectos, y las experiencias muy difíciles de ejecutar á causa de la pequenez de estos animales. Se les supone dotados de la misma propiedad que tienen los animales de sangre fría, de equilibrarse en temperatura con los cuerpos que los rodean. No obstante, algunas observaciones parecen probar que tienen una temperatura propia. Una Langosta (Locusta viridissima) fue colocada dentro de un vaso estrecho á la temperatura de catorce grados (Reaumur) y un termómetro metido también en el vaso, subió á diez y siete. Se sabe ademas que los Insectos desarrollan calor cuando se reúnen en gran número. El autor de la observación precedente (Juch) ha visto elevarse á muchos grados un termómetro metido en un vaso de cristal donde había muchas Cantáridas (Lytta vesicatoria). Estos y otros muchos hechos prueban que los Insectos desarrollan calor, que aunque poco sensible en un individuo solo, se nota muy bien cuando se reúnen muchos en un mismo lugar.

La acción del frió en los Insectos es extremadamente notable. Pueden sufrir sin perecer un frió muy intenso, con especialidad en los primeros estados de su vida, pues se han visto orugas y crisálidas desarrollarse como de ordinario, después de haber estado completamente heladas. Es sin duda un fenómeno muy singular el de la congelación, de todas las partes del cuerpo del animal, la que no obstante no produce su muerte. Se cree que los Insectos perfectos presentan también el mismo fenómeno, y se atribuye esta facultad de soportar el frío, á la pequeña cantidad de calor que pueden desarrollar. Esta misma propiedad explica perfectamente el cómo los inviernos mas rigurosos no destruyen los Insectos perjudiciales, y cómo pueden soportar la invernación ocultos en sus nidos.

No es menos notable el que los Insectos resisten igualmente un calor muy elevado. Según Mr. Kirby y Mr. Spence se han visto Insectos que han sobrevivido á su inmersión en el agua hirviendo. Por otra parte, se sabe que varias especies acuáticas de Coleópteros , que viven en las aguas frias, han sido halladas también en aguas termales de temperatura muy elevada. Cuando la elevación de temperatura va acompañada de la falta de humedad , los Insectos sometidos á ella perecon infaliblemente. Asi es que un Insecto que sufre impunemente la inmersión en el agua hirviendo, perece bien pronto si se coloca dentro de una estufa bien seca, cuya temperatura no llegue á cien grados. Esto es lo que se ejecuta para matar las crisálidas dentro de los capullos de los gusanos de seda, y por medio de un procedimiento análogo se libran los naturalistas de los Insectos que perjudican á sus colecciones de animales.

DE LAS SECRECIONES

Dentro del cuerpo de los animales existen órganos que tienen por objeto el separar ciertos principios de la masa de la sangre, los cuales son la base de los 4

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Insectos. Invertebrados. Página 49. Tomo 6. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Publicado a mitad del siglo XIX. Zoología o Reino Animal. Buffon Museo Pintoresco Historia Natural

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