Página 37. Tomo 6. Insectos. Invertebrados. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. en Aragón.

Página 37. Tomo 6. Insectos. Invertebrados. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza.

Museo Pintoresco de Historia Natural Tomo 6 Insectos

Naturaleza de Aragón > Museo Pintoresco de Historia Natural > Tomo 6 Insectos

Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión

ENTOMOLOGÍA O TRATADO DE LOS INSECTOS.

número de sedas. La primera es unas veces corta, blanda, carnosa y retráctil como en los Afúscidos; otras bastante larga, cónica y casi córnea como en los Asúicus, ó bien muy larga y delgada como en los Bombilios. Distínguense en ella tres parles principales : el sustentáculo ó base, que está separado de la siguiente por un codo, y á veces por una pequeña articulación especial, el tronco que no presenta nada de particular, y dos labios terminales que en los Mús-cidos son grandes, vesiculosos, dilatables y erizados de pelos cortos; en los Asilicos prolongados y de consistencia sólida; y en fin , nulos en algunas especies. La vaina que representa el labio inferior, presenta en su parte superior un surco longitudinal, en que entra el chupador, y tiene dos palpos insertos ya en el sustentáculo , ya un poco mas allá , y que son los análogos de los palpos maxilares; estos órganos son muy grandes y visibles en los Afúscidos , y el número de sus ai tejos varia de uno á cinco; las sedas del chupador son en número de dos, cuatro ó seis, córneas, muy flexibles y agudas, y á veces con barbillas en sus extremidades. Cuando no hay mas que dos, la que está encima representa según Latreille, el labio superior, y la de abajo la lengüeta. Si son en número de cuatro, las dos nuevamente introducidas son las análogas de las maxilas, y por último, cuando hay seis, el último par representa las mandíbulas. Las sedas están generalmente dispuestas de modo que per su reunión forman un segundo tubo en lo interior de la vaina que las envuelve , y asi contribuyen poderosamente a conducir los Huidos nutritivos a la faringe; muchas veces también su base está soldada con el sustentáculo de la vaina, y solo su extremidad es libre.

Admitiendo estas analogías la boca de los Dípteros estaría privada solo de palpos labiales, y alguna vez de mandíbulas y maxilas. Esta organización la distingue claramente de la de los Hemipteros, en la cual faltan todos los palpos, ó al menos son muy poco visibles, y cuyo chupador tiene siempre igual número de sedas.

La boca de los Insectos de este orden, está situada en una cavidad ancha y profunda de la parte anterior é inferior de la cabeza; pero en muchas especies forma una eminencia proporcionada á su longitud. Sus funciones cuando el animal toma su alimento, son las mismas que en los Hemipteros. Las sedas del chupador hacen el oficio de lancetas, rompen la cubierta del cuerpo que contiene los jugos nutritivos , y estos suben por el interior del tubo que aquellas forman hasta la faringe en virtud de una presión graduada de abajo arriba. La cubierta del chupador no sirve sino para protegerlos y mantenerlos en un sitio determinado; no hay succión propiamente dicha, aunque los labios parece que hacen el oficio de ventosas.

Los entomologistas dan á esta especie de boca el nombre de prnboscis, trompa. Fabricius y algunos otros llamaban hauslellum, unas veces solo á la vaina <'uando era de consistencia córnea, cilindrica ó cónica , y otras al chupador cuando la vaina era blanda y retráctil.

Los Pupiparos forman, en el orden de los Dípteros, una excepción notable respecto á las partes de la boca. La suya apenas tiene semejanza alguna con la trompa que acabamos de describir; generalmente está formada de dos válvulas coriáceas y velludas con un tubo delgado y rígido, que Latreille considera formado por la reunión de dos piezas setiformes.

La boca de los riojn* constituye un sexto y último aparato á que Latreille ha dado el nombre de sifoncilio , sifoncylus; pero su composición es aun poco conocida , y exige un examen mas profundo, examen difícil, atendida la extremada pequenez de sus partes.

Este sifoncillo parece compuesto de dos piezas, una que sirve de sustentáculo y tiene forma de tubérculo un poco eitraugulado en su parte media; la otra muy corta, en forma de tubo, y armada de ganchos destinados sin duda á lijar al animal al cuerpo de que toma su alimento. Durante el reposo , todo este aparato entra en el interior de la cabeza, y aun la segunda pieza que sirve de chupador, se retira en la primera de la misma manera que un caracol retira sus tentáculos.

Los Ricinos que también forman parte del orden de los Parásitos, son , respecto á los Piojos, lo que son los Pupiparos respecto á los demás Dípteros. Aunque su fisonomía exterior sea la misma, su boca presenta una organización enteramente distinta: las partes mas salientes son dos mandíbulas en forma de ganchos; las maxilas son muy pequeñas, están provistas de un palpo apenas visible y ocultas por un labio superior y otro inferior; este último, según Savigny, presenta también dos palpos. Por último , en los Ri-pípteros, insectos singulares y poco conocidos todavía, la boca i o presenta sino dos laminillas endebles, lanceoladas, cada una con un palpo, y que se consideran como las equivalentes de las mandíbulas, si bien Latreille, en vista de su forma, su consistencia y la presencia de los palpos , es de opinion de que representan mas bien á las maxilas.

Por lo que precede se observa que el examen comparativo de la boca en todos los órdenes es lo único (pie [mede dar una idea exacta de su composición general. Un aparato propio para mascar, ligeramente modificado en los Himenópteros, otro apropiado para extraer las sustancias líquidas, ya provisto, ya desprovisto de un chupador interior; tales son en definitiva los dos tipos que guarda la boca en toda la serie entomológica.

DEL TÓRAX.

Esta parte que constituye la segunda division principili del cuerpo de los insectos, tiene en su organización casi tanta importancia como la cabeza, pues es la que lleva los órganos activo y pasivo del movimiento y la que en algún modo determina la forma general del insecto. Sus variaciones exteriores de fori mas y el gran número de piezas que entran en su composición, la hacen muy difíciles de estudiar, y antes de todo es indispensable dar una idea precisa de lo que actualmente se entiende por la palabra tórax.

Si se toma un Himenóptero, una Avispa por ejemplo, y se la separa de una parte la cabeza y de otra aqueila porción que está separada del resto del cuerpo por un corto pedículo, esto es, el abdomen , quedará una pieza de forma casi cúbica, que porla parte inferior tiene tres pares de patas y en la superior un par de alas, y que parece formar un todo indivisible. Haciendo sufrir la misma operación á un Lepidóptero , un Díptero ó un Hemiptero homóntero se obtendrá un resultado exactamente parecido. Esta pieza, asi desarticulada , ha recibido de Linneo y Fabricius el nombre de tronco (trunrus), y en ella se distinguen dos partes, una superior y otra inferior: la primera fue llamada por eli >s fóraa: y la segunda el pecho (pertus). Por mucho tiempo adaptaron todos los entomologistas esta nomenglatura, y hubiera sido buena hasta cierto punto si todos los Insectos se hubieran podido dividir como los anteriores en tres porciones tan distintas y con los mismos caracteres; pero si se ejecuta esta division en un Colopterò, de las tres partes que se obtienen dos difieren esencialmente de las anteriores ; después de la cabeza no queda mas que un anillo de forma variable, y que nunca tiene mas de un par de patas por la parte inferior ; después viene una tercera porción que tiene dos pares de patas por debajo, dos pares de alas encima y termina en el abdomen propiamente dicho. En este segundo caso, Linneo y Fahricius conservaban todavía el nombre de tórax al anillo que tiene un par de patas; pero