Página 118. Tomo 5. Peces. Zoología. Los Tres Reinos de la Naturaleza. en Aragón.

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Los Tres Reinos de la Naturaleza Tomo 5

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esta es sencilla y oval, ocupa toda la longitud de abdomen, pero no se inclina ya hacia delante, ni se bifurca para llegar al oido. Sus intestinos se parecen también muchísimo á los de los miripristis; un estómago sin salida, corto y obtuso; ocho ó diez apéndices cecales; un canal dos veces replegado; un hígado con dos largos lóbulos agudos, pero no vio Cuvier que fuese argentina la vejigüilla de la hiél. El esqueleto de los holocentros tiene como el de los miripristis veinte y siete vértebras y diez pares de costillas, la última dé las cuales se dilata para formar una especie de pelvis que tiene detrás al primer interespinoso inferior que está constituido por la reunión de los de las tres primeras espinas de la anal, y que es de un tamaño proporcional á la de la tercera.

Vése en el holocentro, mejor aun que en los miripristis, esa disposición que induce á reclinar las espinas dorsales en dos lilas con objeto de que se introduzcan meior en el surco que formen las escamas. La ranura que tienen detrás y por medio de la cual se aplica cada una á la espina siguiente, no se encuentra en medio sino alternativamente en el lado derecho en la una, y en el izquierdo en la que sigue.

Mucho se parecen las especies de este género, pero sus diferencias chocan menos que sus caracteres genéricos, por lo que es difícil distinguirlos en las descripciones que de ellos dan los viajeros y los naturalistas. Y véase por qué varios autores graves (Blocb, Lacépéde y Shasr), que no habían podido ver por sí mismos los individuos venidos de diferentes mares, creyeron que la misma especie vivía en los dos océanos, error que patentiza una atenta é inmediata comparación. Los mismos autores cometieron otro error menos excusable, dando por europeo al holocentro, y apoyándose en Duhamel, por mas que diga expresamente este autor del suyo que ignoraba su origen.

De todas las especies la mas conocida y descrita por mayor número de autores es el holocentro de largas aletas (H. longipinne). Es propia de las costas americanas del Atlántico (Brasil, Martinica, Puerto Rico, Santo Domingo, etc.). Su nombre se deriva de que la parte blanda de su dorsal y las horquillas de su caudal son mas largas y mas puntiagudas que en las otras especies del género. Su cuerpo es oval, ligeramente comprimido, y su cola mucho mas delgada.

Suele medir algo mas de un pié. Su coloración se halla sujeta á algunas variantes, pero en ella dominan el rojo cereza, el plateado brillante, el aurora, el dorado, etc. Hablando M. Plée de un individuo cogido en Puerto Rico, dice «que es enteramente rojo con lineas blancas, y que la parte blanda de su dorsal es amarilla.» Y de otro de Santo Tomás asegura «que es una preciosa especie enteramente roja, que en el mar resplandece con el brillo del oro y de la plata, y que sacado del agua es de un precioso rojo algo rosado con la aleta dorsal amarilla.» Son muy comunes, según hemos indicado, las variantes de coloración, mas notables en algunas en la época del zelo.

En la Habana le llaman matejuelo colorado, según Parra; si bien M. Poey asegura que es una substitución de este autor, y que su verdadero nombre en aquella isla es el de carajudo. En la Martinica se denominaban marignan nombre originario del idioma de los caraibos, y poco mas ó menos le llaman aun asi mismo (marinan), pero ya es una denominación genérica que se aplica igualmente á otra especie de que luego hablaremos. En Santo Domingo le han impuesto los nombres de cardinal ó de cadenas.

Los colonos ingleses de la Jamaica le llaman the wolshmann, los de Santo Tomás the redman (el hombre rojo); los de la Carolina l'ecureuil (la ardilla); y en Puerto Rico el candil, nombre que le es común con el serrano manchado de rojo. El nombre sogo es, á su decir, el que lleva en la costa de Guinea un

Muy parecido al mismo es el holtok de agua salada, ó sea el M. hexágonus.

Poco apreciado es por su carne el miripristis de las islas Seychelles (M. seychellensis). Su color es rosado con matices dorados.

El miripristis de dientes pequeños (M. parviduns) viene del puerto Praslin lo mismo que el primero. Su carácter mas aparente consiste en carecer de aserradura en el ángulo del maxilar, en tener no mas que dientes aterciopelados, y en ofrecerlos sobre todo muy pequeños en los grupos de la parte anterior de las mandíbulas.

Notable es el miripristis del Japón (M. japonicus), por su grosor, pues mide diez y seis pulgadas de longitud por seis de altura y tres de grueso. Es muy fácil distinguirle de todos los demás. Es de un color dorado muy precioso, y por eso le llaman los japoneses amikinkio que significa pez dorado de mar. Este nombre es muy expresivo, porque si solo se atiende á la forma general y á los colores, ningún otro ser se parece más a los peces dorados (cyprinus auratus) que los miripristis.

Después de conocidos los anteriores miripristis deberíamos describir otras especies del mismo género que se encuenlran dispersas en los autores bajo diversos nombres, como el 6oíc/ie y el sullanerco kun-thee de Russel, el murdjan de Éhrenberg, etc., etc. Pero la ambigüedad con que están descritos y la falta absoluta de noticias acerca de sus costumbres, nos mueven á pasarlos por alto, poniendo ya puido al género miripristis.

GÉNERO HOLOCENTRO

Holocentrum ((¿«-««y,»», todo espina) es un nombre inventada por Artedi, en la descripción del Museo de Seba, para designar un género del cual solo conocía entonces una especie, género muy natural que luego vició Rloch asociándole los serranos. Cuvier le devolvió su sentido restricto y primitivo, limitando el género á las especies análogas á la que sirvió de tipo. Gronovio mudó la denominación holocentrum en holocentrus cambio que no quiso admitir Cuvier, para que se vea que sus holocentrum no son los mismos que los holocentrus de Bloch, ó mejor que solo constituyen una mínima parte de ellos.

La magnificencia de los tegumentos de estos peces es no menos notable que la fuerza de su armadura, siendo probable que mas brillantes no los produzca el mar. El brillo de sus escamas iguala al de los espejos y resalta aun mas merced á varias fajas rojas ó manchas pardas diversamente distribuidas.

En cuanto á sus caracteres distintivos casi son iguales todos á los de los miripristis. Añádase á los miripristis una espina en el preopérculo; ligúense un poco mas sus dos dorsales, sustráiganse algunos radios á la anal, y se tendrán desde luego los holocentros. Estos lo mismo que los miripristis, tienen siete radios blandos en las ventrales y ocho en la membrana de las branquias (por mas que Forster y Gronovio no les den en estas mas que seis); varias espinitas encima y debajo de la base de la caudal; los dientes aterciopelados, el suborbitario, todas las piezas operculares, los huesos del hombro y todas las escamas aserradas; sus espinas dorsales se ocultan también entre las escamas del dorso; su tercera espina anal es mucho mas gruesa y tiene igualmente una ranura que recibe á la cuarta; su cráneo se halla esculpido por encima y aun tiene debajo un poco hinchada la oreja, pero no siempre abierta ni enlazada con la vejiga natatoria;



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Biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig.
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Museo Pintoresco de Historia Natural.
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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de abril de 2025 última revisión

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