Naturaleza de Aragón > Los tres Reinos de la Naturaleza > Tomo 1
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de octubre de 2023 última revisión
sicion muy elevada sobre el bacinete; sus miembros son compactos y rechonchos; las mejillas desnudas, muy abultadas y surcadas de arrugas profundas y longitudinales de un azul celeste vivo que degenera en violado negruzco; el extremo de la nariz es de color de cereza; y sus orejas, cuya piel es lisa, y el extremo superior puntiagudo, son de un negruzco morado, que varia según la edad y según la vivacidad de los deseos en la época del zelo entre los machos. Los pies y las manos son de un color negruzco, las nalgas están completamente desnudas, y el espacio sin pelos es mucho mayor que en otra cualquiera especie. Estas partes son de un encarnado de rosa vivo mezclado con un color de lila puro ó purpúreo violado intenso, y á veces un violado azul, al cual rodean tintas encarnadas: un reborde de un encarnado color de sangre rodea el ano, y el periné afecta muchas veces una coloración amarillenta. A este lujo de colores, sembrados sobre aparatos que la naturaleza casi siempre ha cubierto con pelos y sustraído con partes accesorias, mientras que en el Mandril parece haberse complacido en ostentarlos á la vista, se agrega el color de fuego de las partes mismas de la generación.
El Mandril viejo tiene el pelo muy espeso y muy poblado en el cuerpo: su color es bastante intenso, de un moreno verdoso con cambiantes sombríos por encima, y de un blanquecino uniforme por debajo; espesas patillas radiadas formadas de pelos muy largos rodean las orejas y cubren las mejillas; son rojas, teñidas de gris y salpicadas de negro. De la barbilla pende una pequeña barba en figura de brocha, de un color amarillo de limón agradable; una especie de penacho negruzco, debido á la prolongación de los pelos de la cabeza, se eriza á veces sobre el colodrillo.
Antes que los colmillos tomen todo su incremento, antes que el hocico se prolongue y que los maxilares lleguen á ser abultados, los Mandriles jóvenes difieren mucho de los individuos adultos; su pelo es de un gris verdoso mas claro, las orejas y el extremo del hocico son negros; sus mejillas están surcadas de arrugas; pero el color azul celeste ya so ve esparcido en su rostro, y le distingue del Dril; su pequeña barba es blanquizca ó de color rosado; las patillas caídas y rojas; las nalgas no tienen todavía ninguno do los vivos colores que deben mas tarde aparecer con tanto brillo, y los testículos, en fin, son de color moreno.
Jamás llega á alcanzar la hembra la estatura del macho; sus formas son mas pequeñas y mas delgadas, y la piel de la cara y de las nalgas no llega á una coloración tan viva y pronunciada: su nariz solo se tiñe de encarnado en su extremidad en la época del zelo, que se renueva cada mes, y que produce en la vulva unaescitacion y una afluencia de sangre que la dan una forma esférica que desaparece con la causa de que procedia, para desenvolverse en mes siguiente.
El Mandril es esencialmente maligno: cuando joven, recibe con placer algunas caricias, y parece reconocido á los cuidados que se toman por él; pero de más edad es intratable, colérico, cruel, lascivo y glotón; en una palabra, es un animal feroz y salvaje; y no obstante, su régimen es puramentevejetal, porque todos sus alimentos se reducen a frutas y raíces. Habita la Guinea y el Congo, en cuyos países es común, y de allí se le saca para las casas de fieras de Europa.
Hay un Mandril en la sala 4.a de nuestro Museo.
El Dril es la viva imagen del Mandril, de quien difiere tan poco, que todos los autores anteriores al célebre naturalista Cuvier no lo distinguían de él.
En la edad adulta no difiere el Dril del Mandril ni por sus formas, ni por las proporciones del cuerpo; la cara y las orejas son desnudas, así como las nalgas y los testiculos y las palmas de las manos; el tinte general de la piel es azulado y los pelos son menos abundantes en los lados de las nalgas y sobre la quijada inferior; las callosidades y el escroto son de un encarnado vivo. Este Cinocéfalo se caracteriza, porque su rostro es constantemente y en todas las edades, de un negro brillante: las arrugas que cercanía nariz, no se pronuncian bien hasta una época bastante avanzada de la vida, y jamás se ve encarnado en su nariz ni azul en sus mejillas. Pelos largos y muy finos, grises en su mitad inferior, después anillados de negro y de amarillo, cubren todas las partes superiores del cuerpo y externas de los miembros, lo que da al conjunto del pelo un color verdoso: el pelo del pecho y del vientre, de los muslos y de los brazos por su parte exterior, es blanco parduzco; las mejillas están cubiertas de pelos bastante claros, echados hacia atrás y de un gris rosado que sin ocultar la base de los pelos de! cuello, forma un medio collar: la parte inferior de la barbilla está ocupada por una barba no muy abundante blanca amarillenta, mientras que los pelos del colodrillo se prolongan para dar origen á una especie de pequeño penacho caído; la cola muy corta y casi vertical, está implantada en la parte mas alta de la rabadilla, y cubierta de pelos grises dispuestos en un solo mechón.
El Dril adulto tiene las manos y los pies de colór de tabaco, la frente algo combada, los arcos superciliares bastante desenvueltos, y el hocico ancho y abultado; las orejas carecen de helix ó eminencia exterior propiamente dicha: sus labios son delgados y enteros, y la lengua suave : el pene se oculta enteramente en el escroto.
La hembra del Dril tiene la cabeza menos prolongada, la estatura menor y el color del pelo mucho menos oscuro; las tintas verdosas no aparecen sino sóbre las partes anteriores, mientras que son reemplazadas por matices grises en las posteriores. En la época del zelo, el perímetro de la vulva se entumece y forma una protuberancia dividida por un surco en dos porciones desiguales; y este fenómeno se renueva todos los meses.
El Dril macho de dos años se parece mucho á la hembra; las arrugas de las mejillas no están aun desenvueltas, y su cara es de color negruzco bajo; la frente es combada, las crestas superciliares poco salientes y el hocico menos largo; el pelo gris amarillento, escepto en la parte superior dé la cabeza y en los miembros donde aparecen reflejos verdosos. Las hembras jóvenes tienen todo su pelo gris amarillento y la barba de un amarillo claro. El Dril debe indudablemente tener las mismas costumbres que el Mandril, y debe proceder también de los mismos países, aunque nada hay determinado sobre esto. Los individuos de esta especie na son raros en las casas de fieras.
No pasa de diez y seis pulgadas de longitud sin contar la cola. Su pelo es grosero, enteramente negro, y tiene un gran penacho; la cara y las manos son negras, la cabeza mas cuadrada que las otras especies, el hocico menos prolongado y la cara mucho mas ancha, sus mejillas no se levantan junto á la nariz. Hállase en Solo y en las islas Filipinas
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