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Por lo demás , todas las modificaciones que presentan los saurios en sus diversos movimientos, están, por decirlo asi, denotados por la forma, el número y la naturaleza de las articulaciones, cuando se estudian las piezas sólidas que constituyen su armazón ósea.
ARTICULO V.
Dé la fisiología del sistema nervioso en Ios saurios.
Diferentes causas influyen tal vez en la sensibilidad de los saurios, pero las dos principales son muy probablemente la temperatura de la atmósfera y el efecto consecutivo de la lentitud ó de la aceleración de su sangre en su movimiento subordinado al acto modificado de la respiración pulmonar. Con efecto, es sabido que durante el frió caen estos animales en un estado de entorpecimiento que se puede prolongar durante años enteros, sin dar señal alguna de vida, cuando se punza su cuerpo ó se le di lacera de diversos modos; y nadie ignora que la influencia de las causas externas y generalmente la del calor, excitan todas sus funciones y su actividad locomotiva, sensitiva, digestiva y generadora. De consiguiente todas las facultades animales, lo mismo que en los demás reptiles, se hallan esencialmente subordinadas á la temperatura del medio en que viven. Encuéntranse excitadas ó entorpecidas por su elevación ó su descenso en limitados grados, porque parece, según las observaciones de Humboldt y Bonpland, que en los caimanes el calor atmosférico si sube á muy alto grado, determina el entorpecimiento y una especie de letargo análogo al que produce el frió de nuestros climas en la mayor parte de los reptiles.
Tal vez se deba á esa poca energía de sus órganos de los sentidos, y por consiguiente al corto número de ideas que adquieren por medio de sus sensaciones, el que la mayor parte de los saurios muestren poco instinto de sensibilidad. Verdad es que algunos aunan sus esfuerzos para cazar juntos; pero jamas se asocian para defenderse, ó para combatir á un común enemigo. Solo la necesidad de la alimentación ó de la propagación de la especie les mueve á reunirse: mas no por eso saben construirse moradas comunes. Como sus pequeñuelos, al salir del huevo, cuidan ya de su propia conservación, los padres ni siquiera piensan en ellos, y asi es que los machos no concurren á la construcción del nido, es decir, á la reunión de algunas hojas secas ó de sustancias blandas que las hembras buscan para cubrir los huevos que depositan en un sitio abrigado raras veces previamente dispuesto por ellas mismas.
Después de lo dicho pasemos al estudio de los órganos de los sentidos.
§. I. Del tacto.
La piel consta de un dermis, de una capa mucosa diversamente colorada según las especies, y del epidermis. Todas las modificaciones de la piel dependen del dermis, pues las otras dos siguen sus relieves, etc. El cuerpo mucoso lleva en sus mallas la materia colorante ó pigmentum que presenta numerosísimas modificaciones, pues se ven los colores primitivos del arco iris y los resultantes de sus mezclas, si bien el dominante es el verde con todas sus graduaciones en la mayor parte de los saurios. El epidermis se renueva muchas veces cada año, por lo menos en las especies de nuestro clima, y principalmente en la primavera; esta es también la época en que los colores de la piel son generalmente mas vivos en los dos sexos, pero sobre todo en los machos. El epidermis se desprende en estos de ordinario á pedazos ó láminas que presentan en su superficie, cutánea eminencias y cavidades dispuestas en sentido inverso de las que hay en las
partes sobre las cuales estaban aplicadas. Vese asi evidentemente que las diversas esperies de escamas ó de tubérculos estaban formados en realidad, ya por la prolongación del dermis, ya por los tejidos córneos ú óseos desarrollados en su espesor.
Esas modificaciones de la piel han recibido el nombre de placas, tubérculos, espinas, escudos ó escamas, y se designan atendiendo el sitio ó la región que ocupan (temporales, dorsales, caudales, nasales, etc., etc.). No entraremos en mas pormenores sobre el particular; concretándonos á exponer que en algunos saurios tiene la piel varios repliegues que han recibido nombres especiales, según hemos de ver en la descripción de los géneros.
La superficie de la piel presenta también algunas particularidades, ya por los poros que la atraviesan, ya por la forma de las papilas distribuidas en las regiones de la cola ó de los dedos; eminencias blandas destinadas sin duda alguna á operar un contacto mas intimo, y probablemente una especie de percepción táctil, lie los poros suele fluir una especie de humor, craso, de olor muy penetrante y almizclado que despiden algunos saurios.
Los dedos, porque están protegidos por escamas, no tanto sirven para la sensación del tacto, como para los diferentes modos de estación ó de la progresión. A veces faltan las uñas de los pulgares y de los dedos externos, como en los cocodrilos, mas no sirven por eso para el tacto, cuyo oficio tal vez desempeña solo la lengua.
§. II. Del olfato.
Todos los saurios se alimentan de animales que cogen bruscamente apenas los ven, y por lo tanto su olfato no estará muy desarrollado, á no ser que les diese á conocer instantáneamente la existencia, a veces muy lejana, de su presa. Y por otra parte, es de sospechar también porque la mayor parte de los saurios solo tienen los primeros rudimentos del aparato olfatorio, y porque el aire ó el vehículo de los olores penetra en los pulmones, al través de las fosas nasales por medio de un mecanismo ú acción arbitraria.
Los cocodrilos son los únicos saurios que tienen las fosas nasales escavadas en toda la longitud de los huesos de la cara y de la base del cráneo. Este canal se halla tapizado por una mucosa que se repliega sobre láminas óseas y en anfractuosidades parecidas á las de la mayor parte de los mamíferos. Pero esa estructura depende de que el animal coge el alimento en un líquido, y de que se ve obligado á sumergir y asfixiar en las aguas á su presa. Pero dejemos á un lado estos y otros pormenores, que á su tiempo nos ocuparán con mas detenimiento, y demos por sentado que en la mayor parte de los demás saurios las fosas nasales están muy poco desarrolladas, que carecen de senos y de cornetes, y que son menos anfractuosas aun que en las aves. Sabido es que en muchísimas de estas se hallan en comunicación con la sustancia diplóica ó sean las celdillas que hay en el espesor de los huesos de la cabeza. Estos conductos nasales son muy poco largos y anchos, pues se abren por una hendidura hacia el tercio posterior de la bóveda palatina. La membrana olfatoria que los tapiza está poco humedecida y colorada las mas de las veces de pardo negruzco. Los orificios externos están separados , tienen á menudo los bordes movibles y suelen llevar pequeños cartílagos. Las especies de los géneros Stellio , Tupinambis y Chameleo son las que los tienen mas laterales y por consiguiente mas separados.
§. III. Del gusto.
Se supone que no estará muy desarrollado el gusto, porque los saurios no mascan, sirviendo los dientes
Índice de páginas de Zoología Reptiles.
Biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig.
Los Tres Reinos de la Naturaleza.
Museo Pintoresco de Historia Natural.
Descripción completa de los animales, vejétales y minerales útiles y agradables:
su forma, instinto, costumbres, virtudes ó aplicaciones á la agricultura, la medicina y las artes en general, comprendiendo mayor número de géneros que en todas las obras publicadas hasta el día.
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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de abril de 2025 última revisión
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