El agua es sobre todo regadio, pero no es sólo regadío. El agua, además de regar los secanos, tiene cada día más utilidades. Sin el agua la vida nunca hubiese sido posible. Hoy, menos. El agua nos es necesaria para todos.
Aragón necesita agua. Sus demandas son muy fuertes, tanto para el campo como para la industria y los núcleos urbanos.
En estos momentos, la solicitud de agua para usos no agrícolas, sobre todo urbanos, aumenta a mayor ritmo que la agrícola. Aun duplicando la superficie de riego al doble de la actual, el porcentaje de agua destinada a usos agrícolas en Aragón será en el futuro relativamente menor que en la actualidad. Y eso que Aragón -excepto la gran ciudad de Zaragoza- no es ni espera ser un espacio donde predominen los grandes núcleos urbanos, en los que el consumo de agua es especialmente elevado.
RELACIÓN ENTRE LAS DISTINTAS DEMANDAS DE AGUA EN ARAGON | |
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Demanda Actual: 5.200 Hm3/Año | Demanda Futura: 9.759 Hm3/Año |
Agrícola ............. 92,95 % | Agrícola ............... 91,4 %|
Urbana ................ 2,35 % | Urbana .................. 5,2 %|
Industrial ............ 4,70 % | Industrial .............. 3,4 %
Fuente: Informe sobre los riegos en Aragón.
La sociedad actual, nuestro mundo urbano-industrial, exige cada día más lugares de ocio y expansión. Los cauces de agua, donde tantas veces remansamos nuestro camino, conocen de divertimentos y tertulias domingueras y familiares.
Los ríos y las aguas embalsadas de forma natural -ibones pirenaicos y lagunas- o mediante obras hidráulicas permiten la pesca o la práctica de deportes náuticos. Las aguas del Ebro, por ejemplo, son surcadas por remeros deportistas y veloces lanchas a motor junto al Pilar y por embarcaciones a vela en el "mar de Aragón" o embalse de Mequinenza.
Los decimononicos balnearios, que en otros tiempos desempeñaron una función sanitaria muy destacada, vuelven a revitalizarse. Hoy no se ven sombrillas y bombines por los salones de antaño, pero han comenzado a revivir los balnearios de Panticosa, Alhama, Paracuellos o Jaraba. Sus aguas medicinales los han curado del mal del olvido y en verano son oasis de tranquilidad para gentes de todas las edades y condiciones.
El agua, en ocasiones, se convierte en fuente de recursos sin necesidad de consumirse. Una vez utilizada en las centrales hidroeléctricas, piscifactorías o como recreo puede volver a aprovecharse aguas abajo. El agua, desde luego, tiene muchas vidas.
La producción de energía hidroeléctrica en Aragón representa una décima parte del total nacional. Sin embargo, la utilización del agua necesaria para esta producción está condicionada en numerosas ocasiones por las demandas para el riego y para otros abastecimientos urbanos.
En Aragón hay actualmente más de 150 centrales hidroeléctricas. Hasta épocas recientes, este tipo de energía ha sido la predominante en la comunidad, a diferencia del resto del Estado español, donde las necesidades energéticas se han ido abasteciendo con centrales térmicas. Pero a partir de la crisis del petróleo, en los años setenta, también en Aragón se impulsaron las centrales térmicas y hoy en día su producción de energía supera la de las centrales hidroeléctricas.
Con todo, a pesar del impulso de la energía térmica, la hidroeléctrica sigue siendo el recurso energético más sólido en la región, puesto que no depende de resursos fósiles.
En conjunto, la región es claramente exportadora de energía hidroeléctrica. Los kilovatios producidos en las grandes centrales de la provincia oscense y a lo largo del eje del Ebro se consumen allende las fronteras aragonesas.