El agua es el componente característico de la Tierra. Sentó en el pasado las bases para la evolución biológica y sigue siendo hoy un elemento esencial para la vida. Tal vez constituya el don más preciado que la Tierra ofrece a la Humanidad. Deberia suponerse, por tanto, que el hombre se mostrara respetuoso con ella en justa reciprocidad, procurando conservar sus reservas naturales y esforzánse por salvaguardar su pureza. Pero la verdad es que muchos países se han comportado de manera negligente y sin visión de futuro, hasta el punto de que el devenir de la especie humana y de otras muchas puede verse comprometido si no se produce una mejora sensible en la gestión de los recursos hídricos de la Tierra.
En España, la industrialización y sus consecuencias sobre las formas de vida, el fuerte crecimiento de los regadíos y la moderna sociedad del bienestar han producido un modelo de gestión hidráulica creador de fuertes afecciones sociales y ambientales. La necesidad de un desarrollo mínimo conllevó una gestión del recurso agua como bien exclusivamente productivista, provocando que en apenas 40 años fueran destruidos la mayor parte de los tramos fluviales, sea por contaminación química, por la merma de caudales o por la alteración drástica de su régimen natural. La montaña, clásico lugar elegido para las grandes obras de regulación, también pagó su tributo en forma de despoblación y abandono. Ya a las puertas del nuevo milenio, el papel del agua como bien productivo ha de compaginarse, porque sí es posible, con una nueva visión social, ambiental y económica del agua.
Se hace necesario un modelo de gestión del agua que separe el grano de la paja en la experiencia de nuestros regadíos, dejando a un lado los mitos y propugnando ideas eficientes, modernas y razonables en el uso agrícola del agua.
Organización de los actos:
La Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos surgió ante la inminente posibilidad de construcción del ambalse de Biscarrués-Riglos, con el consiguiente impacto irreversible sobre la estructura social, ambiental y paisajística no sólo de la zona inindada por el embalse, sino de todo el curso bajo del río Gállego. Agrupa a un conjunto de asociaciones y personas interesadas en un debate racional y desmitificador de la gestión del agua y en la presentación de alternativas a las actuales propuestas de regulación mediante la construcción de embalses.