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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
La fitoctenia especial o fitocultura es la parte de la Técnica agrícola que trata del cultivo de cada especie en particular.
En el cultivo de cada planta hay que tener presente: el nombre vulgar y el científico, las especies y variedades, las exigencias climatológicas y agrológicas, la preparación del suelo, los abonos mas convenientes, la siembra, los cuidados culturales, la recolección y los aprovechamientos.
En Botánica, las especies vegetales se reúnen en grupos por su morfología y organización, los cuales se dividen y subdividen según las semejanzas y diferencias que aquellas presenten. En Agricultura la clasificación se basa principalmente en la clase de productos que las plantas suministran y en el fin a que se destinan.
Para facilitar el estudio de la fitocultura que tiene por objeto la producción de especies herbáceas destinadas a la alimentación del hombre o de los animales domésticos, o a la obtención de primeras materias para variadas industrias.
Se clasifican las especies herbáceas del modo que sigue:
Se incluyen en este grupo las especies herbáceas cuyos frutos o semillas se destinan principalmente a la alimentación.
Lo constituyen los cereales y las legumbres.
I
Son especies herbáceas pertenecientes a las Gramíneas en su mayor parte, y cuyos frutos son destinados a la alimentación, por la gran cantidad de principios hidrocarbonatados y proteicos que almacenan.
Unos soportan las bajas temperaturas del invierno y se siembran en el otoño; otros son mas exigentes en temperatura (aun cuando necesitan menor número de grados de calor para alcanzar su completo desarrollo) y se siembran en primavera.
Los primeros se llaman cereales de invierno y los segundos cereales de verano.
Figuran en este grupo el trigo, el centeno, la cebada, y la avena, especies todas de gran utilidad por su general aprovechamiento y pocas exigencias.
El trigo (fig. 77) es el mas importante de todos los cereales. Sus frutos poseen notable cantidad de gluten y se destinan a la panificación, a la fabricación de pastas alimenticias y a la obtención del almidón. Sus tallos y hojas se utilizan en la alimentación del ganado, después de secas y preparadas mediante la trilla, empleándose igualmente en las camas de los mismos. Por último, los salvados que quedan como residuo en la molinería, cuando no se elabora el llamado pan integral, se aprovechan como alimento del ganado.
Corresponde el trigo al género Triticum, y comprende numerosas especies y variedades.
EXIGENCIAS.- El trigo es propio de climas templados, y puede cultivarse en nuestra nación en todas las regiones cuya altitud no pase de 1.500 metros.
Cuando las plantas están algo desarrolladas soportan temperaturas muy bajas, y cuando son pequeñas la humedad excesiva puede originar a la perdida de la cosecha.
No es exigente en suelos siempre que no sean excesivamente secos o húmedos, prefiriendo los calcáreos- arcillosos.
Abonos.- El terreno se prepara con varias labores de arado que lo dejen bien mullido hasta regular profundidad y perfectamente limpio.
El número de labores dependerá de las plantas que se haya cultivado antes. Así, por ejemplo, si su cultivo sigue al de un tubérculo o raíz, bastará con un pase de rastra; si se cultiva sobre barbecho. Se darán dos labores o una, si se emplea el arado de vertedera; si a su cultivo antecede el de una leguminosa, se precisarán, por lo menos, dos labores; y así sucesivamente, según los casos.
Se procede por medio de sus frutos, y la siembra se hace a mano, a voleo generalmente; y cuando se dispone de medios, por sembradoras mecánicas.
Las épocas de verificar la siembra son el otoño y la primavera, adelantándola, según el clima.
Cuidados culturales.- Quedan reducidos en la generalidad de las tierras a un pase de rastra y a una o dos escardas. Si la vegetación se encontrase muy adelantada, será conveniente verificar el despunte de los tallos por medio de la hoz o entrando piaras de ganado lanar.
Recolección.- se verifica antes de que pueda tener lugar la diseminación y se hace por medio de la hoz o con máquinas segadoras. Modernamente se ejecutan con las llamadas cosechadoras, que siegan y limpian al mismo tiempo.
El momento oportuno de ejecutar la recolección lo indica la planta al cambiar su color verde por el amarillo, reconociéndose que el fruto esta en sazón cuando al comprimirlo entre los dedos da salida a una pasta blanda y no a un jugo de lechoso. Termina su maduración al dejarlo en haces sobre el campo.
Cebada.- Los frutos de esta planta (fig. 78) constituyen el pienso mas general de los animales de trabajo y la materia prima empleada en la fabricación de la cerveza. Sometidos a la molienda y separando el 50 por 100 de su harina, puede emplearse mezclada con la del trigo en la fabricación del pan.
Sus tallos y hojas secas se emplean como pienso del ganado, y también como camas, y en verde constituyen un excelente forraje.
Por sus numerosas aplicaciones, por sus rendimientos y por la rapidez con que se desarrolla, se considera la cebada como uno de los cereales más útiles.
Corresponde la cebada al género Hordeum, y comprende numerosas especies y variedades.
Exigencias.- Debido a la rapidez de su desarrollo, su área geográfica es muy extensa, pudiendo llegar a su cultivo a regiones de gran altitud. Sus mayores rendimientos corresponden a los climas meridionales.
No es exigente en suelos, pero prefiere los profundos, fértiles y frescos que sean algo sueltos.
Abonos.- Es planta esquilmante y su cultivo no será lucrativo si la tierra no está suficientemente abandonada con iguales materias que las mencionadas en el cultivo del trigo.
Cultivo.- la preparación del terreno deberá hacerse según hemos dicho al tratar de la especie anterior, siendo conveniente que las labores alcancen mayor profundidad.
La siembra, cuidados culturales y recolección son idénticos a los del cereal, si bien esta última operación se realiza unos días antes.
Centeno Secale cereale (fig. 79). Es el cereal que sustituye al trigo en los países donde su cultivo no puede establecerse. Su harina proporciona un pan moreno de peor gusto que el trigo, pero que se conserva fresco durante mas tiempo, sus pajas se emplean para cubrir pajares, heniles, fabricar sombreros, etc., construyendo en verde un excelente forraje. Por último, por su riqueza en fécula, se emplean sus frutos en la obtención del alcohol.
Exigencias.- No es exigente en climas ni en terrenos, prefiriendo no obstante, los suelos sueltos. Tampoco es la planta esquilmante y para su cultivo bastan pequeñas dosis de estiércol.
Cultivo.- preparada la tierra con ligeras labores de arado se esparce la semilla a voleo (algo espesa por ser planta que ahija poco), en octubre o noviembre, procurando adelantar la siembra todo lo posible, para que desarrolle sus raíces, antes de las primeras heladas. Si se trata de un clima en donde sean frecuentes las heladas tardías, la siembra deberá retrasarse.
Cuidados culturales.- Se le prodigan muy pocos, por ser planta rústica que ni aún escardas necesita, pues ahoga a las malas hierbas.
Recolección.- La recolección se hace como la del trigo, debiendo esperar a la completa madurez del grano 8 para evitar que resulte duro o poco nutritivo), pues sus espigas se desgranan mas difícilmente que las de éste.
En algunos puntos siembran el trigo y el centeno mezclados, recibiendo el producto recolectado los nombres de mocajo, morchacho y tranquillón.
Los frutos de este rústico cereal (fig. 80), correspondiente al género Avena, mezclados con la cebada constituyen el mejor alimento del ganado en los países fríos y húmedos, por obrar a la vez como alimento y como estimulante. Su interés es desde luego menor que el de las especies anteriores.
Exigencias.- es propio de climas cálidos, pero puede cultivarse en los fríos, por su resistencia a las bajas temperaturas. Prospera en toda clase de suelos y no es exigente en abonos.
Cultivo.- No precisa esmerada preparación del suelo y se reproduce por medio de sus frutos, que se esparcen a voleo, en la primavera en los países fríos, y en el otoño en los cálidos y templados.
Cuidados culturales.- Solo precisa una escarda ligera.
Recolección.- Debe practicarse sin esperar a la madurez del grano, porque las panojas se desgranan fácilmente, y se ejecuta de igual modo que la de las anteriores especies.
Corresponden a este grupo el maíz, el arroz, el mijo, el panizo, la saina, el alpiste y el alfotjón, siendo los dos primeros los más importantes.
Zea Mays.- Es el maíz (fig. 81) planta monoica de rápido desarrollo, sumamente productiva en los climas cálidos y suelos fértiles.
Sus frutos, ricos en un principio nitrogenado llamado zeina, se emplean en la alimentación del ganado y de las aves de corral; su harina se dedica al mismo fin, y mezclada con la del centeno, en la industria canaria. Sus tallos y hojas constituyen un buen forraje de verano y las espatas que envuelven sus mazorcas se dedican a rellenar jergones. Las mazorcas, después de desgranadas, así como, sus tallos secos, se emplean como combustibles, constituyendo sus cenizas en un buen abono.
Exigencias.- Es exigente en temperatura y solo debe cultivarse en los climas cálidos y húmedos, en los que pueden obtenerse dos cosechas en la misma tierra, pues solo invierte en su desarrollo tres o cuatro meses, habiendo variedades como la llamada maíz cuarenteno, que se desarrolla en ochenta días. En España se cultiva mucho en el litoral de Levante, costa Cantábrica, Andalucía y algo en Extremadura.
En cuanto a terreno, sus mayores rendimientos corresponden a los de consistencia media, ricos en humus.
Abonos.- es planta esquilmante, que necesita gran cantidad de abonos orgánicos concentrados, como estiércoles muy descompuestos, palomina, guano, etc.
Cultivo.- El terreno se prepara con labores profundas que lo dejen bien mullido, limpio de plantas extrañas y dispuesto para el sistema de riegos que se vaya a emplear.
Se siembra en primavera en los países mas frescos y en verano en los terrenos de regadío, y los frutos se distribuyen a chorrillo o a golpe, a no ser que se cultive como planta forrajera, en cuyo caso se reparten a voleo.
Cuidados culturales.- Cuando las plantas tengan tres o cuatro hojas, se da una escarda ligera y se aclara la plantación, dejando los pies a unos 50 o 60 centímetros, si el terreno no es suficientemente fresco o de riego; en caso contrario, deberán guardar la distancia de un metro. Los cuidados sucesivos se reducen a riegos, escardas, recalces y supresión de los penachos de flores masculinas, que son las terminales, cuando las femeninas cambien de color y empiecen a secarse. La necesidad de repetir los recalces lo indica la planta, con la tendencia que tiende a producir raíces e la parte superior, hasta el punto de quedar al descubierto con gran frecuencia.
Recolección.- Se verifica cuando el fruto está maduro y para ello se recogen las mazorcas, que, después de secas, se desgranan a mano por medio de sencillos mecanismos. Las hojas que aún estén verdes darán a los animales, y los tallos y hojas se queman, empleando sus cenizas como abono.
Oryza sativa (fig. 82).- Es planta delicada, que solo se cultiva en la costa de Levante y especialmente en Valencia. Sus granos constituyen un alimento sano y agradable, y por su riqueza en almidón se destinan, además a la industria almidonera.
Exigencias.- Precisando para vegetar una temperatura media del 21º, solo puede cultivarse en los climas cálidos.
No es exigente en suelo y se acomoda a todos, siempre que no sean permeables en exceso; prefiere, sin embargo, los terrenos buenos que sean algo arcillosos.
Abonos.- necesita abonos nitrogenados y fosfatados, recomendándose como mas convenientes los guanos del Perú.
Cultivo.- El terreno se prepara con labores de arado, en número de tres generalmente, inundándolo después, caso de no ser naturalmente pantanoso. Si el terreno se dedicase a semillero, habrá que dar cinco o seis labores.
Se produce por sus frutos y la siembra se hace en semillero de asiento. En el primer caso se siembra en marzo, trasplantando cuando los pies tengan 20 o 25 centímetros. La siembra de asiento se verifica en abril o en mayo, a voleo, enterrando después los frutos con el légamo y tierra que por sedimentación deja el agua removida, con un tablón arrastrado por una caballería.
Cuidados culturales.- Quedan reducidos a las escardas necesarias y al encharcamiento constante del suelo. La capa de agua irá aumentando a medida que las plantas van desarrollándose, no debiendo pasar, sin embargo, el 15 centímetros.
Recolección.- Cuando a fines de verano las plantas tomen color amarillo, se suspende el riego, y después de bien seco el terreno se verifica la siega. Como operación complementaria, después de limpio el grano requiere el descascarillado, cuya operación, ajena la mayor parte de las veces al agricultor se verifica con molinos especiales.
Además de los cereales que acabamos de estudiar, se cultivan otros de menor interés, cuyos frutos se dedican principalmente a la alimentación de las aves de corral. La harina de algunos, mezclada con la del trigo, se emplea en la panificación. Estos son: el mijo, con sus variedades mayor y menor; el panizo, la saína, el alpiste y el alforjón o trigo sarraceno, correspondiendo este último a la familia de las Poligonáceas.
El cultivo de todos ellos es muy parecido al del maíz.
Los granos de los cereales se conservan generalmente en unos locales llamados graneros o andanas. En algunos puntos utilizan además los llamados silos.
El granero es un local espacioso y seco, provisto de ventanas que permiten ventilar cuando convenga a fin de que la temperatura no sea superior al 12º. En estos locales se almacenan los granos, disponiéndolos en montones de no mucha altura o bien recogiéndolos en cajas de madera, cubas o sacos.
Para librar a los granos de los insectos que les atacan, hay necesidad de removerlos y limpiarlos siempre que sea preciso.
Los silos son excavaciones de forma más o menos cónica, que se practican en terrenos situados en sitios altos, y cuyas paredes y fondo se revisten de materias que impidan el acceso de la humedad. Una vez llenos, se colocan esteras viejas, ramaje seco, etc., tapándolos por fin con puertas de piedra que ajusten perfectamente.
II
Leguminosas. Con esta denominación, y mas propiamente con la de Legumbres, se conocen en Fitocultura las especies herbáceas pertenecientes a la familia de las Papilonáceas, cultivadas principalmente por el aprovechamiento de sus semillas, ricas en un principio nitrogenado llamado legúmina. Poseen además fécula, dextrina, sustancias grasas, etc.
Son plantas de gran importancia cultural y económica por sus pocas exigencias, rápido desarrollo y por la facultad que poseen de utilizar el nitrógeno libre del aire, enriqueciendo el suelo en este elemento.
Las que tienen más importancias en nuestro país son el garbanzo, el haba, el guisante y la judía.
Cicer arietinum, Es la legumbre de cultivo mas generalizado, por el gran consumo que de sus semillas se hace en la alimentación del hombre.
Exigencias.- vegeta preferentemente en los climas templados, pero por su rápida vegetación puede cultivarse en toda la península, retrasando la siembra en los fríos.
Se da bien en los terrenos sueltos, profundos y frescos; y no conviene su cultivo en los calcáreos y, sobre todo, en los yesosos, por la dureza que en ellos toma la semilla.
Cultivo.- Se siembra sobre los rastrojos de trigo, después de preparar el suelo por medio de tres labores, adicionándole como abonos estiércol y sales potásicas. La semilla se distribuye a chorrillo, siendo la primavera la época más indicada para ejecutar esta operación.
Cuidados culturales.- requiere como cuidados culturales una o dos escardas que mantengan el terreno perfectamente limpio de las malas hiervas, y un recalce, que puede practicarse con el arado aporcador o con los cultivadores.
Recolección.- Se lleva a cabo en julio o agosto arrancando a mano las matas, que después de secas en la era se trillan y limpian convenientemente.
Haba. Faba vulgaris.- Esta legumbre (fig. 83) es de gran importancia por sus rendimientos, pocas exigencias y gran consumo. Sus semillas secas se destinan a la alimentación del ganado, así como también sus pajas, y sus legumbres verdes constituyen un buen alimento para el alimento para el hombre.
EXIGENCIAS.- Es más bien propia de climas templados, pero puede cultivarse en los fríos, después que pase el invierno. No es exigente en terrenos, conviviéndole, sin embargo, los compactos y húmedos.
Cultivo.- Se prepara el terreno, dándole dos o tres labores profundas, incorporando al dar la última, abonos potásicos y fosfatados, la siembra se practica a chorrillo, en otoño o primavera, según el clima. También se hace a golpe (cozera) colocando de cada vez cuatro o cinco semillas.
Cuidados y recolección.- Los cuidados culturales y la recolección son análogos a los del garbanzo, sin más excepción que las legumbres se arrancan en verde cuando son consumidas por el hombre.
Pisum sativum.- Esta legumbre (fig. 84) por su riqueza en gluten y por su buen gusto, se emplea mucho en la alimentación del hombre, bien en verde, bien en completa madurez.
Exigencias y cultivo.- Es poco exigente en clima y en terrenos, prefiriendo de estos los fértiles y frescos.
Su cultivo es análogo al de las legumbres anteriores y solo algunas variedades de enrame necesitan cultivarse en las huertas, en terrenos dispuestos en labores alomadas, colocando las semillas en la parte lateral y media de los camellones. Una vez nacidas, se colocan cañas que les sirvan de tutores.
Recolección.- Sus legumbres empiezan a consumirse en febrero, a medida que se van desarrollando; en abril se consumen sus semillas; y por fin, en mayo, se arrancan las matas y después de secas se golpean, para separar las semillas que han de servir para la reproducción.
Judias. Phaseolus vulgarius.- Esta legumbre (figura 85) , conocida también con los nombres de habichuela, alubia, fríjol, etc., es de gran importancia por su mucho poder nutritivo, por su rápido desarrollo (que permite obtener dos cosechas al año, sobre todo en los climas cálidos) y por el enorme consume que se hace de sus semillas secas o de sus legumbres verdes.
Exigencias.- Es exigente en clima, por lo que no debe cultivarse mas que los cálidos y aún en estos se retrasará la siembra.
Precisa terrenos fértiles, muy frescos y profundos y no muy arcillosos.
Cultivo.- La preparación del terreno ha de ser esmerada y los abonos abundantes, a base de compuestos fosfatados y potásicos. Se siembra en primavera o a chorrillo o a golpe, escogiendo semillas bien desarrolladas. Se trata de obtener segunda cosecha, la siembra se hace durante el verano en terrenos de regadío.
Cuidados culturales.- Como atenciones, requiere: tres o cuatro riegos (que empezará cuando las plantas tengan 12 centímetros de altura), las escardas necesarias y la colocación de tutores en las variedades de enrame.
Recolección.- La recolección varía, según se trate de consumir el fruto en verde o las semillas secas. En el primer caso, se separan de la planta cuando tengan el desarrollo conveniente; y el segundo, cuando empiezan a blanquear y las hojas se marchitan, se arrancan las matas, dejándolas extendidas para que se oreen. Después de secas, se golpean con horcas y se separan las semillas. La paja se dedica a la alimentación de los animales.
Dolichos ungiculatus.- Esta planta, llamada también judía espárrago, por sus largos frutos, es parecida a la anterior y suele cultivarse intercalada con el maíz. Es de grandes rendimientos y de cultivo análogo al de la judía.
Otras legumbres.- Además de las especies citadas, se cultivan la lenteja, la almorta, los yeros, la algarroba y otras; legumbres, en general, poco exigentes en climas, terrenos y cuidados culturales, que apenas se les prodigan.
I
En este grupo se incluyen las especies vegetales que encierran en sus frutos aceites fijos en cantidades tales que su explotación resulte ventajosa.
El cultivo de estas plantas solo tiene un interés muy relativo en nuestra nación, pues el olivo (especie que estudiaremos en la Arboricultura), ocupa grandes extensiones de terreno y produce aceite bastante para el consumo nacional y aun para exportar grandes cantidades.
Estudiaremos las siguientes:
Papaver somniferum.- Esta especie (figura 86), tipo de la familia de las Papaveráceas, se cultiva por sus frutos en cápsula con numerosas semillas que suministran un aceite de buenas condiciones. Del fruto, además, se obtiene el opio, producto de aplicaciones medicinales.
Exigencias, cultivo y recolección.- Es poco exigente en clima y en terreno, conviniéndolo, no obstante, los suelos profundos y ricos en compuestos nitrogenados.
Se siembra en primavera, a voleo, y después de nacidas las plantas se aclaran, procurando tener en lo sucesivo el terreno limpio de malas hierbas.
La recolección se lleva a cabo en agosto o julio, cuando los frutos tomen color gris, y para separar las semillas se las golpea con fuerza en toneles que las recojan.
Obtención del opio.- si se desea obtener el opio, la siembra se hace en líneas, y cuando los frutos van perdiendo el color verde, se les hace incisiones, procurando escoger días calurosos. De estas incisiones brota un jugo lechoso, opaco y acre, que en contacto del aire se condensa, constituyendo el opio. Las semillas pueden destinarse después a la obtención del aceite.
Cacahuete - Arachis hypogea.- Los frutos de esta planta (fig. 87), perteneciente a las Leguminosas, son comestibles, y encierran un aceite fino que se emplea en perfumes y como lubricante.
Por su composición y condiciones higiénicas puede sustituir al de olivas.
Exigencias.- Requiere para vegetar en buenas condiciones, clima templado y terreno suelto, fértil y fresco.
Cultivo.- Aun cuando no necesita labores profundas, la preparación del terreno ha de ser esmerada y deberá disponerse en surcos separados a distancia conveniente.
Cuidados.- el cacahuete requiere como atenciones de cultivo escardas, riegos y labores superficiales. Estas últimas deben darse con frecuencia, especialmente después de florecer, pues las flores, una vez fecundadas. Se entierran, para producir el fruto y madurar.
Recolección.- Se practica en el otoño, arrancando las matas; y cuando los frutos se han desecado, se golpean para que se desprendan. La paja constituye un excelente alimento para el ganado.
Ricinus conmunis.- Pertenece a las Euforbiáceas y se cultiva mucho en China y Egipto.
Esta planta (fig. 88), llamada también higuera infernal y palmacristi, proporciona el aceite de igual nombre, empleado como purgante.
Precisa suelos fértiles y frescos y climas cálidos.
Se siembra en primavera y se recolecta en el otoño, a medida que los frutos van madurando.
II Semillas aromáticas
Se llaman así, las especies que encierran en sus semillas aceites esenciales o éteres volátiles.
Muchas ellas viven espontáneamente en nuestra nación, siendo el anís la de mayor importancia figuran además, la mostaza, la alcaravea, el comino y la vainilla.
Anis - Pimpinella anisum.- Las semillas de esta Umbelífera, conocidas con el nombre de matalahuva, se emplean mucho en confitería y en la aromatización de aguardientes.
Exigencias, cultivo y recolección.- Es poco exigente en climas, terrenos y cuidados culturales. El aroma de sus frutos depende, no obstante, de la cantidad de calor que absorba.
Siembra a voleo en primavera, y se recolecta cuando los frutos tienen color gris.
III Plantas textiles
Reciben esta denominación las especies herbáceas que contienen en sus semillas fibras finas, a propósito para la fabricación de tejidos. En este grupo figura el algodonero herbáceo.
Algodón - Gossypium herbaceum.- Corresponde a las familias de las Malváceas y su principal aprovechamiento es la borra filamentosa (algodón), que recubre sus semillas, llamadas limoncillos (fig. 89).
Exigencias.- Necesita climas en donde la temperatura no descienda de 0º y terrenos de vega que sean fértiles.
Cultivo y recolección.- Se siembra en primavera, en terreno mullidos y abonados, remojando antes las semillas en una lejía potásica.
Exige muchos cuidados y se recolecta en octubre.
Figuran en este grupo las especies vegetales que almacenan en sus raíces tubérculos o bulbos, sustancias destinadas unas veces a la alimentación y otras a servir de base a algunas industrias. Las dividiremos para su mejor estudio en plantas tuberculosas, raíces nutritivas, bulbos comestibles y raíces industriales.
I
Llámanse así en Fitocultura a un grupo de plantas productoras de tubérculos alimenticios.
Estudiaremos entre ellas la patata, la batata, la pataca y la chufa.
Patata - Solanum tuberosum.- El cultivo de esta planta (figura 90), perteneciente a la familia de las solanáceas, se encuentra muy generalizado en todos los países, por ser poco exigente en clima y constituir una de las especies agrícolas de mayor consumo.
Sus tubérculos almacenan gran cantidad de productos alimenticios (si bien son pobres en compuestos albuminoideos), sanos y de fácil digestión. Entre esos principios predomina la fécula, de la que se obtiene el alcohol industrial.
Es originaria de los Andes, en donde se la denomina papa, y fue importada a Europa por los españoles a mediados del siglo XVI.
Exigencias.- Como el calor que necesita para producir el tubérculo puede absorberlo en mas o menos tiempo, por su resistencia a las bajas temperaturas y además es de rápido desarrollo puede cultivarse en toda la Península.
Se acomoda a todos los suelos, pero si hay suficiente humedad, deben preferirse los sueltos, pues en ellos la patata, como los tubérculos, se desarrolla mejor. Hay que advertir que la humedad excesiva resulta perjudicial, pues puede producir la podredumbre de la parte aprovechable.
Cultivo.- El terreno se prepara con labores profundas, que deben repetirse hasta que este bien mullido, adicionando abonos orgánicos mezclados con compuestos alcalinos.
Se multiplica en la generalidad de los casos por tubérculos enteros si son pequeños, o por trozos de tubérculos, provistos por lo menos de una yema, si son gruesos. El medio más recomendable es el primero.
Los tubérculos se distribuyen a golpe en la primavera y si se trata de obtener segunda cosecha y se dispone de agua para el riego, se siembran en el verano. Deben quedar a 10 centímetros de profundidad.
Cuando las plantaciones de patatas han sido atacadas por alguna enfermedad que hace disminuir notablemente la producción y los tubérculos alcanzan poco desarrollo o cuando se trata de obtener variedades nuevas, se emplea semilla, que se distribuye a voleo en semilleros, una vez pasados los fríos, procurando resguardar por la noche las tiernas plantitas con abrigos convenientes. Cuando alcanzan una altura de 10 centímetros se transplantan, colocándolas en iguales condiciones que si se tratase de tubérculos.
Si con el empleo de semillas no se consigue desterrar la enfermedad, hay que desistir del cultivo de esta planta durante dos años o emplear semillas de variedades muy precoces.
Cuidados.- Las atenciones que se deben prodigar a las patatas durante su vegetación son: labores, varias escardas, unos o dos recalces, algún riego si el suelo no tiene suficiente humedad y el despunte de las flores.
Recolección.- la recolección se verifica cuando los tallos y hojas comienzan a secarse y para ello se arranca la parte aérea, que se destina a la alimentación del ganado; los tubérculos se extraen con la azada o con el arado patatero. Cuando la paja no se dedica al ganado, debe enterrarse para que se sirva de abono a los cultivos ulteriores.
Cyperus esculentus.- Esta especie, de la familia de las Ciperáceas, se conoce también con los nombres de cotufa y juncia avellanada. Es propia de los climas cálidos y requiere suelos sueltos y húmedos.
Se reproduce por medio de los tubérculos que se distribuyen a golpe o chorrillo claro, en el mes de junio.
Sus cuidados son idénticos a los de la patata.
La recolección se practica en octubre y para ello se arranca las matas con la azada. Los tubérculos se secan después de bien lavados y se destinan a la nutrición o la confección de horchatas.
Los tubérculos que no se consuman a medida que se van recolectando, así como los que se destinan a usos industriales, deben conservarse en sitios convenientes, para evitar la putrefacción que en otro caso se produciría.
Como las causas productoras de la alteración de los tubérculos son la humedad, la luz y el calor, los métodos de conservación se proponen poner a cubierto de estos agentes los mencionados productos.
Se consigue conservarlos sin que desmerezcan, almacenándolos en hoyos que se abren en suelos secos, cuyas paredes y fondo se tapizan con una capa de paja. En ellos se van disponiendo en capas separadas por estas sustancias, cubriéndolos con la misma y con tierra, una vez llenos. Es conveniente abrir una zanja circular que rodee al hoyo o silo, para dar salida a las aguas de lluvia.
Los mejores silos son los que se construyen en terrenos muy duros y compactos y mejor aún en rocas; y para que el cierre sea perfecto y no penetre el aire, debe enyesarse al cerrarlo.
En Alemania acostumbran a someter los tubérculos a la cocción, desecándolos después en estufas especiales.
Otro procedimiento muy generalizado consiste en almacenar en habitaciones cerradas los tubérculos, disponiéndolos en capas separadas por arena bien seca. También se recomienda el empleo del serrín, pero resulta más caro.
II
Las especies cuyas raíces tuberosas almacenan suficiente cantidad de sustancias alimenticias para su cultivo resultante económico, se conocen en Fitocultura con el nombre de Raíces nutritivas. Estudiaremos entre ellas las zanahoria, el nabo y el rábano, la remolacha forrajera y la chirivía.
Zanahoria - Daucus carota.- El cultivo de esta especie, de la familia de las Umbelíferas, se encuentra muy limitado por ser planta muy exigente en clima y en cuidados culturales. Las raíces en algunas de sus variedades son consumidas por el hombre y las de todas ellas en la alimentación del ganado, especialmente en la del vacuno, en el cual aumenta la producción de leche. Sus tallos y hojas verdes constituyen en buen forraje.
Exigencias.- Necesita para vegetar en buenas condiciones un clima cálido o templado, precisando una temperatura elevada para germinar, cosa que hace muy lentamente.
El suelo ha de ser profundo, fresco y suelto.
Cultivo.- Se prepara el suelo con labores profundas, adicionando al dar la última, abonos fosfatados y potásicos. Se produce por semillas y la siembra se hace a voleo o chorrillo en primavera, para recolectar las raíces en el otoño. También se siembran en el verano para obtener en el invierno segunda cosecha. En este último caso hay que regar antes de sembrar y repetir el riego después de haber sembrado.
Cuidados culturales.- La zanahoria crece en sus comienzos con gran lentitud, y con la facilidad es dominada por las malas hierbas; para evitarlo hay que dar repetidas escardas, sobre todo, al principio. Es muy conveniente, por la razón que acabamos de apuntar, utilizar para su cultivo los terrenos en que se haya obtenido últimamente una cosecha de las llamadas plantas depuradoras.
También requiere como cuidados de cultivo el aclarar los pies, quedando el terreno las plantas mas vigorosas y la supresión de los ramos florales para favorecer el desarrollo de la raíz.
Recolección.- Ya hemos dicho las épocas en que se hace, restándonos añadir que se practica con la azada o el arado y hay que dejar algunos pies para que al año siguiente nos suministren semillas para la siembra, pues esta planta, como las demás raíces de este grupo, son bienales.
El nabo (Brassica napus) y el rábano (Raphanus sativus) (fig. 91) pertenecen a las Crucíferas. Sus raíces, menos nutritivas que las restantes del grupo, producen grandes rendimientos en los países del Norte, sobre todo la primera.
Le convienen a estas plantas climas templados o frescos que sean húmedos y nebulosos y suelos sueltos, abundantes en caliza y ricos en principios fertilizantes.
Los abonos mejores son los estiércoles muy descompuestos.
Se reproducen por semillas y requieren iguales cuidados que la especie anterior.
Se da en Fitocultura el nombre de remolacha forrajera a ciertas variedades de la especie Beta vulgaris, cuyas raíces de las variedades que nos ocupan son en general grandes, de color amarillo mas o menos claro y de forma alargada y abultada en el centro.
La remolacha tiene mucha mas importancia como planta industrial que como especie forrajera, por cuya causa se encuentra mas generalizado y extendido el cultivo de las primeras que el de las segundas.
El cultivo de unas y otras difiere en muy poco, por cuya razón nos ocuparemos de él al hablar de las Raíces industriales. Solo diremos que la siembra de las variedades forrajeras se hace casi siempre de asiento, y que las plantas deben quedar a 30 centímetros de distancia.
Pastinaca sativa.- Esta Umbelífera, conocida también con el nombre de nabo gallego, constituye un alimento muy nutritivo para el ganado.
Es menos exigente en clima que la zanahoria, pero en cambio requiere agua abundante.
Se siembra durante todo el año y se recolectan sus raíces a medida que se van consumiendo, pues se conservan perfectamente en el suelo; soportando bien las heladas.
Solo son consumidas por el hombre las variedades llamadas redondas, que por ser esquimales y delicadas se cultivan en las huertas.
III
Figuran en este grupo la cebolla, el ajo y el ajo porro, perteneciente a la familia de las Liliáceas.
Allium cepa.- los bulbos de esta planta (fig. 92), llamados cebollas, son comestibles, pero poco nutritivos.
Exigencias.- Requiere la cebolla clima cálido y suelo calizo que sea algo fresco.
Abono.- Necesita abundantes abonos a base de compuestos fosfatados y potásicos.
Cultivo.- Se reproduce generalmente por semilla; pero pueden emplearse también los hijuelos que brotan de sus raíces. La siembra se hace en semillero a mediados del invierno, para transplantar en febrero o marzo.
Cuidados.- Necesita los generales de las planas de huerta y, como atención especial, el retorcido de los tallos para favorecer el crecimiento de los bulbos.
Recolección.- La recolección se verifica arrancando los bulbos cuando tengan el desarrollo conveniente, debiendo estar terminada antes de que las hojas se sequen.
Es planta bienal, y para proporcionarse semilla hay que dejar algunos pies, a los que, como es natural, no se practica el retorcido del tallo.
Allium sativum.- Los bulbos de esta planta, empleados como condimento, se llaman vulgarmente cabeza de ajos; y cada una de las porciones que los constituyen, ajos, pencas, y dientes.
Exigencias.- Es planta vivaz, propia de climas templados, muy precoz y susceptible de ser cultivada en toda clase de suelos.
Cultivo.- Se produce por los llamados dientes, que se colocan a golpe en otoño o primavera.
Cuando esta desarrollada la planta, se retuercen los tallos y pasados unos días se arrancan, para formar después de secos, las llamadas tristes, ristras o riestras, mediante el trenzado de sus hojas.
Allium porrum.- Vegeta espontáneamente en las costas del mediterráneo y en muchos puntos de la península.
Se reproduce por semillas y la siembra se hace en semilleros, para transplantar a los dos meses de nacidas las plantas.
Como atención especial requiere el aporcado.
IV plantas industriales
Se llaman así en fitocultura, las especies cuyas raíces suministran primeras materias a determinadas industrias. Entre ellas figuran la remolacha azucarera.
Remolacha azucarera - Beta vulgaris.- Es especie bienal, de la familia de las Quenopodiáceas.
El cultivo de la remolacha (fig. 93), planta originaria de este continente, se ha extendido de un modo considerable en España, ocupando en la actualidad un gran número de hectáreas en Aragón, Asturias, Castilla y Andalucía. Sin interés agrícola es poco común, por es planta de grandes rendimientos, y, relativamente, de pocas exigencias. Sus productos encuentran segura e inmediata colocación. Constituyendo la base de una importantísima industria, que ocupa a buen número de obreros.
Exigencias.- La remolacha es propia de climas templados, y aun cuando las heladas le son perjudiciales, puede cultivarse en toda la nación, retrasando algo la siembra en las regiones frías.
Los suelos mas convenientes para su cultivo son los de consistencia media, profundos y frescos o de riego, pero pueden vivir en lo suelos y compactos si estos últimos no lo son en exceso. Lo indispensable es la humedad, si no se dispone de agua para el riego.
Abonos.- Es planta esquilmante, que precisa buenos y abundantes abonos a base de compuestos nitrogenados y potásicos.
Cultivo.- El terreno se prepara con labores profundas, dependiendo su profundidad y número de la tenacidad del mismo.
Se reproduce por semilla, pudiendo hacerse la siembra de asiento o semillero. La de asiento es la empleada más frecuentemente y se verifica a golpe o chorrillo claro en marzo y abril, colocando en cada hoyo varias semillas, para asegurar las nascencia de las plantas. Si se emplean semilleros se siembran antes, y cuando tengan las plantitas cuatro o cinco hojas, se transplantan.
Cuidados culturales.- Si la siembra se hizo de asiento, hay que hacer el aclarado, dejando en cada golpe la planta mas vigorosa. El aclarado, se repite hasta quedar los pies a veinte o veinticinco centímetros de distancia. Como cuidados sucesivos requiere riegos, escardas y recales repetidos para favorecer el desarrollo de la raíz.
Recolección.- Se practica extrayendo las raíces con el azadón o el arado de vertedera, en los meses de septiembre octubre y noviembre, según el clima.
La remolacha desarrolla su raíz o parte aprovechable el primer año; pero para obtener semilla hay que dejar algunos pies, que se escogerán de entre los más desarrollados y robustos. Si el clima es cálido, se quedan en el mismo terreno, teniendo la preocupación de aporcarlos durante el invierno con paja o estiércol, que los protejan de las bajas temperaturas. Si el clima no lo permite, hay que sacar las raíces y conservarlas en sitio fresco entre capas de arena muy fina se recolecta en agosto, cuando este madura.
La remolacha produce cantidades verdaderamente enormes de raíces, pudiendo pasar de 100.000 kilogramos por hectárea.
Debemos advertir, sin embargo, que al agricultor debe interesarle, mas que coger mucha cosecha, obtener raíces ricas en azucar, que como es natural, se pagan a mayor precio en el mercado.
Estudiamos en este grupo las especies vegetales cuyos tallos y hojas son consumidos en la alimentación del hombre. Se conocen con el nombre de Hortalizas y se producen principalmente en las huertas.
Según la forma de consumirse, se dividen en verduras y ensaladas. A las primeras corresponden la col, la acelga, la espinaca, el cardo y el esparrago; y las segundas la lechuga, la escarola y el apio.
Brassica oleráces.- Se conocen con el nombre de coles y también con el de berzas, un gran número de subespecies y variedades de la familia de las Crucíferas, procedentes en mayor parte de la berza silvestre.
Unas como las coles comunes (fig. 94) tienen sus hojas separadas sin formar repollo; otras lo forman con sus hojas interiores fuertemente unidas; y otras, por último, como la coliflor y los brécoles, son aprovechables por su cabezuela floral u órganos florales abortados.
Exigencias.- Las coles necesitan climas templados, terrenos frescos y húmedos y abonos concentrados, como sirle, palomina, etc.
Cultivo.- Se multiplican por semilla y la siembra se hace en semillero en otoño o primavera, transplantando después cuando el colino tiene tres o cuatro hojas.
Cuidados.- Requieren las coles escardas frecuentes y riegos repetidos, para favorecer el desarrollo de la parte herbácea.
Recolección.- Se recolectan arrancando las matas en primavera o verano, según la época de siembra.
Las coles, como plantas bienales que son, no producen semillas has el segundo año, siendo necesario, por tanto, dejar algunos pies en el terreno para proporcionarse la precisa para nueva siembra.
Beta cycla y Espinacia oleracia, respectivamente.- son verduras de menos interés que la col y de cultivo análogo. Pertenecen ambas a la familia de las Quenopodiáceas.
Aspartagus officinalis.- Esta planta vivaz, correspondiente a las Liliáceas, produce anualmente unas ramas (fig. 95) llamadas turiones y mas comúnmente espárragos, que el hombre come con gusto. En España se cultiva mucho en Aranjuez, produciendo grandes rendimientos.
Exigencias.- Puede cultivar en toda la Península, por planta que acomoda perfectamente a nuestros climas.
El suelo destinado a su cultivo debe ser suelto, de buen fondo y rico en principios fertilizantes.
Abonos.- Necesita abundantes abonos que se emplearán no solo antes de sembrar, sino también durante el tiempo, que dure la plantación.
Cultivo.- El terreno debe prepararse durante el invierno con esmeradas labores, dejándolo limpio de piedras y de malas hierbas. Después de bien mullido, se le dispone en zanjas de un metro de ancho y 75 centímetros de profundidad, debiendo quedar, unas de otras, a metro y medio de distancia.
En primavera se deposita en el fondo de cada zanja, una capa de estiércol muy descompuesto, mezclado con tierra arenosa que este cribada a ser posible. En el fondo, y a distancias convenientes, se deposita la semilla colocando tres o cuatro en cada golpe, cubriéndolas después con tierra humífera. Terminada la siembra, se da un riego de aspersión.
Cuidados culturales.- Los cuidados sucesivos son: labores en el otoño, riegos cuando hagan falta, y escardas frecuentes. Después de dar labores en la época dicha, se adicionan capas de tierra de la extraída de las zanjas, mezclada con estiércol. Esta última operación se repite todos los años, hasta igualar la superficie del suelo.
También se siembra la esparraguera en semillero, para transplantar al año o a los dos años, en los meses de noviembre a marzo.
Puede reproducirse también por medio de raíces viejas.
Recolección.- La recolección empieza al cuarto año y se verifica cortando los espárragos que anualmente producen sus rizomas, con un cuchillo en forma de sierra. Las semillas para nueva siembra, se recolectan después de haber madurado los frutos.
Una plantación de esparraguera bien cuidada, puede durar diez o doce años.
Luctuca sativa.- Esta especie (fig. 96), corresponde a la familia de las Compuestas.
Cultivo.- La lechuga se cultiva en las huertas en terrenos sueltos, sustanciosos, bien mullidos y abonados con estiércol muy descompuesto. Se reproduce por semilla y la siembra se hace de asiento o en semillero, en cuyo último caso se trasplantan cuando el lechuguino tenga cuatro o cinco hojas. Se siembran en distintas épocas del año, para atender a las exigencias del mercado, dependiendo de la época de verificarla, el empleo de uno u otro medio de los indicados.
CUIDADOS Y RECOLECCIÓN.- requiere como cuidados de cultivo, escardas, riegos frecuentes, mullimiento del suelo y el atado de sus hojas. Para dificultar la transpiración acuosa y la acción de la luz.
Se recolectan arrancando las matas, cuando el cogollo tome color blanco, dejando los pies mejores para obtener semilla.
Chichorum endivia.- Pertenece, como la anterior, a la familia de las Compuestas y es, como ella, planta de huerta (fig. 97).
Cultivo y recolección.- Se siembra desde enero a septiembre, variando la forma de hacerla según la época. Requiere como atención especial, el atado y aporcado de sus hojas.
La recolección se verifica cuando adquieren sus hojas el desarrollo y blancura convenientes.
Apium graveolens.- Pertenece a la familia de las Umbelíferas y se cultiva por sus hojas y pencas (fig. 98), que consumen cocidas o ensaladas.
Las atenciones que necesita son: riegos, escardas y aporcado en el mes de octubre. Esta última operación se hace en tres veces, estando previamente atadas sus hojas en su parte inferior, media y superior.
La recolección se verifica a los dos meses de aporcado.
Se designan con este nombre, las especies herbáceas aprovechables por sus tallos y hojas destinadas a la alimentación del ganado.
Aun cuando las plantas forrajeras no se emplean directamente en la alimentación del hombre, su importancia es extraordinaria y constituyen, por decirlo así, la base de toda Agricultura racional. Las materias que dichas plantas toman de aire y del suelo, juntamente con la alegría absorbida de las radiaciones solares se almacenan en ellas y al pasar al organismo animal, se transformaron un trabajo, leche, grasas, carnes, etc., productos utilizables y de absoluta necesidad para el hombre. Con el establecimiento de buenos y abundantes prados, se aumenta notablemente la ganadería, estableciéndose estrechas relaciones entre ésta y la Agricultura, con lo que se consigue aumentar grandemente la producción obteniéndose mayores beneficios.
Es la parte de la Herbicultura que trata del establecimiento, conservación y mejora de los prados.
Los prados son extensiones de terrenos destinados a la producción de especies forrajeras. Teniendo en cuenta las causas que han intervenido en la formación de los prados y el tiempo de su duración, se dividen en: naturales, permanentes o de aprovechamiento ilimitado y artificiales, no permanentes o de aprovechamiento limitado.
I
Entre las Gramíneas figuran el Raygrass inglés (Lolium perene), el Raygrass de Italia (Lolium italicum), la festuca (Festuco pratensis) los bromos (Brumus pratensis), la avena descollada (avena flavescens), las poas (Proa pratensis, P. Treviales), etc.
Merecen citarse entre las leguminosas: la Alfalfa lupulina (Medicago lupilina), la coronilla de Rey (Lotur corniculatur), diversas especies de treboles (Trifolium repens, T. pratense), etc.
Entre las pertenecientes a otras familias figuran la Milenrama, la pamplina, etc.
Abandonando un terreno impropio para el cultivo o un terreno recién roturado a las condiciones naturales, bien pronto las llamadas malas hierbas lo invaden, formándose un prado natural. Este es el origen de la mayor parte de los prados naturales en Extremadura y Andalucía.
La intervención del hombre en los prados así establecidos, queda reducida al aprovechamiento de la vegetación espontánea mediante el pastoreo de sus ganados, limitándose, a lo sumo, para mejorar sus condiciones de fertilidad, a utilizar el llamado rodeo o majadeo, en las épocas en que el ganado lanar no abona las tierras de labor.
Tal sistema constituye un error económico, pues al mismo tiempo que en el prado se desarrollan plantas útiles, lo invaden otras que son perjudiciales, como la manzanilla, los cardos borriqueros, la cresta de gallo, etc., y los juncos y el carrizo, si el suelo es húmedo, perdiéndose además, el tiempo preciso para su formación.
Es, pues, necesario, para sacar el mayor partido posible a las plantas forrajeras, cuidar convenientemente los prados ya establecidos e intervenir en la formación de los que convenga establecer, bien porque los terrenos se encuentres distantes de los centros de consumo, bien porque no resulte económica otras producción por las malas condiciones del suelo o por otras circunstancias. En este caso, mas que prados naturales, deberán ser llamados permanentes o de aprovechamiento ilimitado.
Para formar el prado hay que empezar por dar labores profundas y repetidas si las condiciones del suelo lo permiten, destruyendo las platas perjudiciales, así como los arbustos y árboles que no convenga conservar.
Llegada la época de las lluvias, se distribuyen a voleo gran cantidad de semillas de las Gramíneas y Leguminosas propias de prados, juntamente con algún cereal que proteja a las pratenses, hasta que estén desarrolladas. Después se entierran por medio de un pase de grada.
Cuidados que reclaman.- Los cuidados que reclaman los prados naturales, quedan reducidos a la destrucción de plantas perjudiciales, repoblación por nueva siembra en los sitios que falte la hierba, pases de rastra en otoño o primavera y adición de abonos, en esta última época. A los abonos que se empleen, que naturalmente dependerán de la composición del suelo, debe agregárseles yeso, cuyos resultados en el desarrollo de las leguminosas de prado, son bien conocidos.
Aprovechamiento.- Se aprovechan los prados, por el pastoreo directo o dando cortes, cuando la mayor parte de las hierbas florecen, para convertirla en heno.
II Prados artificiales
Se designa con este nombre los prados que el hombre establece para producir una sola especia forrajera. Por su duración se llaman temporales o de aprovechamiento limitado.
Los terrenos ocupados por estos prados, una vez terminado su aprovechamiento, se dedican a la producción de otras especies agrícolas, con las cuales entran a formar parte de una alternativa razonada.
Las forrajeras leguminosas, que son la mayor parte, se consideran como mejorantes, para abandonar en las tierras en que han vivido gran cantidad de restos vegetales que sirven de abono a los cultivos ulteriores. Sus raíces, de notable profundidad, toman alimentos de capas muy bajas, a las que no lleguen las de las demás cultivadas; y, por último, por las bacterias que se desarrollan en sus órganos radiculares, utilizan el nitrógeno libre del aire, enriqueciendo el suelo en compuestos nitrogenados.
Las plantas generalmente cultivadas en esta clase de prados son: la alfalfa, el trébol, la lupulina, la esparceta y la zulla, correspondientes todas las Papilonáceas. Las más importante es alfalfa.
Alfalfa - Medicago sativa.- Es la forrajera de mayores rendimientos en los climas cálidos, por su rusticidad y por la cantidad y calidad del forraje que suministra. Es planta perenne y rústica, que soporta bien la sequía por la gran longitud que alcanza su raíz.
Exigencias.- Requiere la alfalfa un clima templado o cálido y en ellos no solo vive mejor y mas tiempo, sino que produce más, pues el número de cortes que se dan depende de la cantidad de calor recibido. En nuestras provincias del Norte se suelen dar tres cortes al año, en tanto que en las del Mediodía y Levante pueden darse cinco, habiendo puntos como Valencia. En donde a veces se dan diez y doce.
Los mejores suelos para la explotación de la alfalfa, son los arcilloso-arenosos y calizos, que sean profundos y frescos o de riego. El subsuelo ha se ser permeable, pues la humedad excesiva no le favorece.
Abonos.- Los abonos mas convenientes son los calizos, los fosfatados y potásicos sin olvidar el yeso. Cuando la producción disminuye y no se dispone de abonos, es conveniente que durante el otoño solo paste el ganado lanar.
Cultivo.- Como durante el curso de su vegetación solo pueden darse labores de rastra y sus raíces, según hemos dicho, son de gran longitud, las labores preparatorias deben ser muy profundas y repetidas, procurando llegar al subsuelo siempre que sea posible.
Se reproduce la alfalfa por semilla, y la siembra se hace a voleo, en otoño o primavera, según el clima.
Cuidados.- Los cuidados que necesita son: riegos, pases de rastra y escardas en otoño y primavera. El momento oportuno para los pases de rastra, es inmediatamente después de cada corte.
Recolección.- El mejor medio de aprovechamiento es el de cortes, que generalmente empiezan al verano siguiente de haberse sembrado, repitiéndose cada vez que la planta empieza a florecer. El máximum de producción corresponde al tercer año, pudiendo durar ocho o diez, en las regiones de Mediodía.
Reciben el nombre de plantas textiles las que encierran en algunos de sus órganos fibras finas y residentes, propias par ala fabricación de tejidos.
Corresponden a este grupo el lino, el cáñamo, el esparto, la pita y el algodonero ya estudiado.
Linum usitatissimum.- Los tallos de esta planta (fig. 99), de la familia de las Linácea, encierran unas fibras cortadas y muy finas, que se dedican a la fabricación de los llamados tejidos de hilos.
Generalmente se cultiva el lino por el producto mencionado; pero a veces se utilizan sus semillas en la obtención del aceite llamado de linaza y la pasta resultante en la alimentación del ganado. Reducidas las semillas a harina, tienen aplicación medicinal.
Exigencias.- Prefiere los climas templados, pero puede cultivarse en toda la Península, si se dispone de agua para el riego. Si los vientos son frecuentes, desmerece la calidad de la fibra, siéndole perjudiciales también las heladas tardías y las sequías prolongadas.
No es exigente en suelo y se acomoda bien a los compactos.
Cultivo.- Siendo de gran longitud las raíces de esta planta, el suelo debe prepararse con labores profundas que favorezcan su desarrollo, y al dar la última se incorporarán abonos nitrogenados y fosfatados, como la palomina, el guano, etc.
Se reproduce por semilla, que se cultive. La siembra se hace a voleo y muy espesa, para que se desarrolle mucho en longitud y proporcione fibras finas y largas. Si se desea obtener semilla de buena calidad, la siembra se hará mas clara.
Cuidados culturales.- Quedan reducidos a frecuentes escardas al principio de su desarrollo y a los riegos necesarios.
Recolección.- Varía el momento de hacerla, según el producto que se quiera obtener. Si se desean fibras muy finas, llamadas de lino dulce, se adelantará la recolección sin esperar a que las semillas maduren; y cuando además de las fibras se quieran utilizar sus semillas, la recolección se verificará cuando estén maduras.
En uno y otro caso, llegado el momento oportuno, se arrancan las matas y se tienen en el terreno para que se sequen, o bien se disponen en haces que se pondrán en pie con igual objeto.
Las semillas se separan golpeándolas sobre un cuerpo duro y los talos se someten a las operaciones necesarias para conseguir la separación de sus fibras, cuyo asunto compete a las industrias rurales.
Cannabis sativa.- Esta especie (fig. 100) correspondiente a la familia de las Cannabináceas, es dioica y de rápido crecimiento, Las fibras que poseen sus tallos son más fuertes y resistentes que las del lino, por cuya razón se dedica a la fabricación de tejidos bastos y a la de esteras, suelas de alpargatas, etcétera. Sus semillas, conocidas con el nombre de cañamones, constituyen un buen alimento para las aves de corral.
Exigencias.- necesita un clima templado, que se algo húmedo. Las heladas tardías le son muy perjudiciales.
Exige para dar buenas cosechas, suelos de consistencia media, frescos o de riego y ricos en materia orgánica.
El cultivo de cuidados, recolección y abonos, son idénticos a lo expuesto en el cultivo del lino.
Macrochola tenacissima.- Es planta vivaz de la familia de las Gramíneas, que crece espontáneamente en muchos puntos de España, principalmente en el mediodía.
Sus hojas poseen fibras que se dedican a la fabricación de cuerdas y esteras, y bien preparadas a la de tejidos mas finos. También proporciona materia prima a la industria papelera.
Generalmente su explotación queda reducida a cuidar los terrenos en donde vive espontánea., favoreciendo su desarrollo.
Exigencias.- Es propia de climas cálidos y se acomoda a todos los terrenos.
Cultivo.- Se reproduce por semilla en junio o julio, en terrenos preparados con labores ligeras o en otoño, si se emplean las porciones que resultan de dividir los pies, acompañadas de cepellón.
No se le prodiga cuidado alguno, y recolección de la hoja se verifica bien entrando el verano.
Agrave americana.- Esta especie corresponde a la familia de las Amarilidáceas.
Las hojas de esta planta (fig. 101) suministran fibras resistentes, de igual aplicación que las del esparto.
Es planta rústica, propia de climas templados, que se adapta a todos los suelos.
Se reproduce por hijuelos, que se colocan en hoyos o zanjas, en otoño o en invierno.
No necesita cuidados de cultivo, y a los dos años se pueden recoger las hojas exteriores por medio de cortes.
La pila se emplea también en la formación de setos vivos.
Boehmeria tenacissima.- Es también planta vivaz, que suministra fibras muy brillantes y de gran longitud. Su cultivo en España es muy reducido.
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