Mamiferos. Carniceros. Tercer Suborden: Carnívoros. Familia Focaceos. Tribu Focas. 350 en Aragón.

mas ancho por su extremidad derecha que por la izquierda, los riñones son muy grandes y tuberculosos por afuera: el corazón, es ovoideo, colocado en medio del pecho, mas inclinado á la derecha que á la izquierda; los pulmones no tienen mas que un solo lóbulo muy voluminoso, el izquierdo un poco mas grande que el derecho; la lengua está escotada en su extremidad, como ahorquillada, muy estrecha, y delgada por la punta, ancha, gruesa y corta en la base, guarnecida de papilas, el cerebro desarrollado, y el cerebelo mucho mayor á proporción.

La vulva en la hembra llega al ano; los grandes labios son delgados, el clítoris grueso y largo; la vagina estrecha en medio de su longitud; el cuello de a matriz que forma un reborde aplastado y la vejiga de forma oblonga y casi cónica. El esqueleto de las Focas se diferencia muy poco de la forma de los demás Mamíferos, y las principales sé observan solamente en los órganos locomotores; sin embargo, los huesos presentan caracteres notables, entre los cuales los principales son: las apófisis espinosas de las vértebras muy cortas, las costillas son quince en cada lado, diez verdaderas y cinco falsas; el esternón se compone de diez huesos muy estrechos, de los cuales el último es el mas largo de todos. Tienen cinco vértebras lumbares, cuyas apófisis espinosas son poco altas; la cola tiene doce vértebras y el sacro cuatro; la pelvis es muy larga y muy estrecha; los huesos pubis son prolongados y articulados como los del Hombre. Carecen de clavículas y los huesos del antebrazo son muy cortos; la tuberosidad humeral está muy desarrollada; los fémures son menos largos que los húmeros el tarso y el carpo se componen de siete huesos.

Lo que mas importa conocer en las Focas son los aparatos de los sentidos, pues lo que la vida de relación y de reproducción es el resultado de ellos; y bajo este concepto nada mejor que servimos de un escelente trabajo publicado por Mr. de Rosenlhal, cuyo título es De los órganos de los sentidos de los Perros de mar, traducido por el doctor Geoffroy. Mr. de Rosenthal emprendió su trabajo de conformidad con el profesor Homscbuch, y trató de investigar si las diferencias de la organización interior coincidían con los caracteres diferenciales exteriores. Su fin era hallar el medio de fijar con mas exactitud y precisión los caracteres específicos, aunque muchos de los órganos internos son poco á propósito para este uso. Se ocupó, pues, de los aparatos de los sentidos y los estudió unos después de otros. Sigamosle en sus investigaciones.

Si el tacto es perfecto en el Hombre, si conserva sus mas preciosos atributos en muchos animales, pierde la mayor parte de sus ventajas en las Focas. Sus envolturas exteriores, sus miembros no están dispuestos favorablemente para ser su centro, Rosenthal mira como órganos esenciales del tacto las largas cerdas, de una naturaleza particular que cubren los labios en forma de bigotes tiesos. Estas cerdas nacen en medio de las libras de un músculo grueso que sirve para la oclusión de las cavidades nasales. Su sensibilidad esquisita se pone en acción al contacto de los cuerpos, pero se aviva aun mas cuando coincide con la abertura de las narices, porque el sentido del olfato aumenta un medio mas á la percepción de la sensación. Aquellos pelos de los bigotes son tiesos, por lo común anillados, redondos en su extremidad inferior, donde los atraviesa un conducto central de línea y media de largo. En toda la porción introducida en los intersticios del músculo de las ventanillas de la nariz están guarnecidos de una cápsula córnea, cilindrica, ó vulvo productor, abierta por sus dos extremos y desnuda por afuera, al paso que su interior está tapizado por una leve película ó membrana vascular. Esta membrana forma un verdadero estuche á la cerda, se une á la cápsula córnea por su extremidad inferior abierta, y va á unirse á la punta del conducto de la cerda, y se pega en ella circularmente dejando penetrar algunos pequeños vasos, lo mismo que en él anillo membranoso que se ve en el contorno de la abertura inferior de las plumas.

Esta membrana delgada, cuya existencia anuncian las investigaciones de Rosenthal, puede fácilmente romperse, y esto esplica el silencio que observa Rudolphi acerca de ella, por habérsele escapado según, parece. Entrando esta membrana en el vulvo para tapizar las paredes internos, deja penetrar también vasos y nervios. Estos úllimos pertenecen á la segunda rama principal del quinto par, que se desarrolla considerablemente en la cara, y extiende muchos filamentos a las extremidades del vulvo, cuyas prolongaciones son los pelos ó cerdas de los bigotes, y cuyo oficio es sin duda el trasmitir al vulvo, verdadero centro de la sensación del tacto, las impresiones que reciben por el contado de los cuerpos-exteriores. De esto, modo se concibe, que las sensaciones de relación por el tacto deben ser muy obtusas en las Focas.

La lengua tiene tres pulgadas de largo, y en su parte posterior dos menos cuarta; estas proporciones pertenecen, sin duda, solamente, á las especies del tamaño de la Foca común. El músculo lingual recibe, como en los demás animales, los músculos hyogloso, geniogloso y los demás del aparato hyoideo. La membrana mucosa que, lo reviste es suave, y se encoge formando muchas arrugas en la parte posterior; recubre una membrana fibrosa mucho mas gruesa, y que no se puede comparar mas que á la red de malpighio de ciertos animales herbívoros. Las papilas nerviosas, centro del gusto, son de tamaño muy desigual; no están tiesas, y sus puntas se dirigen hacia atrás: á cada una de ellas se dirigen algunos ramos de nervios muy pequeños. El hueso hyoides, tanto por su colocación, cuanto por su forma, tiene mucha semejanza con él del Hombre. Su cuerpo está aplastado, es de unas tres líneas de ancho, y está dispuesto oblicuamente; dé modo que el borde cortante se dirige hacia arriba y hacia adelante; y el borde grueso está vuelto hacia atrás y hacia abajo. Las astas son mas anchas y robustas proporcionalmente que las del hueso hyóide del Hombre y se unen inmediatamente con el cartílago tiroides: sus extremidades se terminan por una membrana capsular: las astas anteriores se componen de tres porciones huesosas redondas, reunidas por cartílagos. Estas piezas huesosas accesorias se han visto por Scemmering en algunos negros, y mas raramente en europeos. Los músculos de la región hiodiea no presentan particularidad alguna. El sentido del olfato está mucho menos desarrollado, según Rosenlhal, en las Focas que en los demás Carniceros. Es un hecho que la mayor parte de ellos parece que no tienen la percepción de los olores, aun á corta distancia. Debe creerse que el aparato olfativo en estos seres está dispuesto como en los pescados, á recibir las partículas de los aromas conducidos por un fluido mucho mas denso que, el aire, como el agua. Su respiración en tierra es siempre afanosa, y no se ejecuta sino por inspiraciones fuertes y ayudadas por todos los músculos, y particularmente por diversos planos de fibras intercostales. La cavidad nasal es desigualmente ancha y muy comprimida en su parte superior por el desarrollo de las fosas orbitarias. El cuerpo del etmóides es muy pequeño, y Rosenthal contó en el phoca foetida, en la parte externa, siete apófisis aplastadas y enrolladas en su borde; la parte inferior es por el contrario muy grande, y llena en gran parte todo el espacio de las fosas nasales anteriores y posteriores, y se halla for-

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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de abril de 2025 última revisión

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