Botánica General. Anatomía y morfología. Vida orgánica. Botánica I por Odón de Buen. Historia Natural. Montaner y Simón, editores. 1891. Página 237. en Aragón.

Botánica General. Anatomía y morfología. Vida orgánica. Botánica I por Odón de Buen. Historia Natural. Montaner y Simón, editores. 1891. Página 237.

Odón de Buen. Botánica I.

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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión



Lado favorecido por la capilaridad, y obligada en tercer término por la evaporación del agua en las superficies foliares, lo que producía una aspiración del líquido. Reconocíase en esto la existencia de una savia ascendente. Cuando transforma está por la función clorofílica y otros actos simultáneos, perdiendo algún tanto de su fluidez, descendía, se la denominaba savia descendente o elaborada.

No puede decirse que esto sea rigurosamente exacto; parecemos mas racional seguir el criterio de Vuillemin, estudiando una conducción intercelular, otra conducción vascular y otra cribosa, advirtiendo que cuadra mejor el nombre de circulación.

Ya en la fisiología de la célula vimos como se opera interiormente un transporte de los materiales por medio de las corrientes que en el protoplasma se manifiestan. Estas corrientes no se limitan solo en la mayoría de los casos a una célula, sino que hallándose a veces las paredes que separan los elementos histológicos perforadas de agujeros, la comunicación intercelular es muy fácil y gracias a ella podrán recorrer todo un tejido los materiales que el protoplasma fabrique o tome de los plasmas que pasan al alcance de las diálisis.

Transportes intercelulares pueden realizarse también por medio de los espacios denominados meatus, que corresponden o no, y que a veces forman una verdadera red de canales; pero solo un limitado número de sustancias suelen emplear tales comunicaciones.

Los laticíferos favorecen en ocasiones la circulación de los materiales nutritivos. Treub ha observado que en las eufirbiáceas los canales del látex ayudan la traslación de las sustancias feculentas. Sin embargo, el verdadero aparato conductor le forman dos clases de elementos; los vasos y los tubos cribosos.

La circulación no es en los detalles siempre ascendente o descendente; es reticulada, lo mismo que en los animales; existen corrientes de ascenso y de descanso, pero las hay también laterales; solo en conjunto, y refiriéndose a determinadas plantas, pueden emplearse los términos de savia ascendente y savia descendente.

Por los vasos circula un líquido claro, fluido, lleno de principios salinos, abundante a veces en sustancias azucaradas y albuminoideas, lo que le da cierto sabor dulce, que es más notado en la savia

Historia Natural
Novisima edición profusamente ilustrada.
BOTÁNICA
con inclusión de la geografía botánica
Odón de Buen.

TOMO OCTAVO - BOTÁNICA I
Barcelona
MONTANER Y SIMÓN, EDITORES
Calle Aragón, núm. 309 y 311
1891