Naturaleza de Aragón > Odón de Buen. > Botánica I.
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
ABSORCIÓN DE MOVIMIENTOS VIBRATORIOS.- La energía potencial que el desenvolvimiento de la vida exige, penetra no solo en forma de alimentos, sino también en forma de radiaciones que el vegetal recibe de un modo directo, comunicándole en ellas el medio externo movimientos vibratorios, que son tan indispensables como las mismas sustancias alimenticias.
Las radiaciones proceden del sol, sin cuyo influjo la vida de los organismos superiores no se concibe, pero adquieren forma diferente según la rapidez de la vibración y según su refrangibilidad.
Existen radiaciones térmicas, las menos refrangibles, y por consecuencia las mas lentas; producen la sensación que se denomina calor, y escapa por punto general al órgano de la vista. Hay radiaciones luminosas, dotadas de mayor refrangibilidad que las anteriores y afectando a la retina, se determinan por la luz; también suele admitirse las radiaciones fotográficas, muy refrangibles, manifiestas por su propiedad especial de reducir las sales de plata.
Como quiera que nosotros juzgamos la forma de radiación por la acciones que en nuestro sentido determina, y de ellos carecen las plantas, para el organismo vegetal no existirán mas que radiaciones que desenvuelvan la energía de la materia organizada en actos diferentes; y quien sabe si por fuera de las manifestaciones dinámicas que conocemos, existirán otras que escapen a la susceptibilidad de nuestro sistema nervioso.
Hacen falta a los vegetales todos, sin distinción alguna, radiaciones lentas o térmicas que motivan un estado particular que se denomina temperatura. Ellas solas son suficientes que la vida se realice sin dificultad; basta la energía potencial que proporcionan, para que la fuerza ayude a la materia en sus continuas transformaciones.
A las plantas verdes, dotadas de clorofila, les son necesarias para su funcionalismo normal radiaciones luminosas, sin las cuales no se realiza la asimilación del carbono; pero no es tan absoluta la necesidad, puesto que sabemos que hay vegetales que pueden vivir en la oscuridad.
Considera Vuillemin a la clorofila como reactivo de la radiación luminosa, agregando que aquel cuerpo no deja de tener cierta analogía con el pigmento retiniano, y la radiaciones que la descomponen
Historia Natural
Novisima edición profusamente ilustrada.
BOTÁNICA
con inclusión de la geografía botánica
Odón de Buen.
TOMO OCTAVO - BOTÁNICA I
Barcelona
MONTANER Y SIMÓN, EDITORES
Calle Aragón, núm. 309 y 311
1891