Naturaleza de Aragón > Buffon > Los Tres Reinos de la Naturaleza
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
54 LOS TRES REINOS DE LA NATURALEZA. ZOOLOGÍA
con la suya por el hígado. Sin embargo, como la porción de esta vena situada detrás del abdomen comunica por medio de ramas laterales con la vena cava que corre por debajo del espinazo, es de creer que entre también en la clase de las venas ordinarias.
Mediante la subdivisión casi infinita de los vasos en la superficie de las láminas de las branquias experimenta la sangre de los peces la influencia del líquido ambiente. El pez hace afluir y pasar por entre sus branquias el agua merced al movimiento de sus mandíbulas y de sus aparatos operculares y bioídicos. Esta respiración acuática les es tan necesaria á los peces como la aérea á los demás animales, pues dan evidentes muestras de angustias cuando está suspendida y perecen también con rapidez. Sin embargo, la acción del agua en la sangre es mucho mas débil que la del aire, pero no se crea que depende esta acción del agua misma ni del oxígeno que entra en su composición, por que no se descompone. Los efectos que produce dependen tan solo de la corta cantidad de aire que contiene en disolución y en mezcla, y asi es que si se separa por la ebullición este aire, mueren muy pronto en ella los peces. También les es necesario á muchos peces salir á respirar el aire puro ó natural, sobre todo cuando el agua en que habitan ofrece corta cantidad del mismo. Acerca de este punto tenemos experimentos concluyentes, pues basta alejar á ciertos peces de la superficie del agua por medio de un diafragma de gasa para asfixiarles. En esta respiración, lo mismo que en la de los animales superiores, el aire atmosférico y el que está disuelto en el agua abandonan su oxígeno.
Spallanzani demostró que los peces absorben el oxígeno y le convierten en ácido carbónico. Silvestre hizo ver que respiran el aire atmosférico ó el que está contenido en el agua, pero no el oxígeno de este líquido. Los señores Humboldt y Provencal, aplicando á esta cuestión los métodos de una química perfeccionada, obtuvieron los resultados que vamos á indicar.
La cantidad total de oxigeno absorbido es muy débil, habiéndose calculado que un hombre consume cincuenta mil veces mas que una tenca. No todo este oxígeno pasa á ácido carbónico, pues siempre queda algo en el cuerpo del pez, el cual conserva también siempre una proporción bastante notable de ázoe, destinada acaso en parte á llenar la vejiga natatoria. Peces hay también que degluten el aire atmosférico y convierten su oxígeno en ácido carbónico haciéndole pasar al través de sus intestinos. Tal es el cobifis, según los curiosos experimentos de Ehrinanu. En todos se verifica en la piel y debajo de las escamas una trasmutación análoga.
Cuando los peces quedan en seco, perecen, no por falta de oxígeno, sino porque se secan sus branquias, y porque no puede circular con facilidad la sangre. Por eso las especies de orificio branquial estrecho, como la anguila, ó las que poseen algunos receptáculo para conservar el agua, como los anabá y los oficéfalos, subsisten por mas tiempo en el agua, al paso que los de oidos muy hendidos, como el arenque, espiran en el momento mismo de sacarlos del agua.
Artículo v.
De la calorificación.
Sabido es que los peces se hallan incluidos en el número de los animales hemacrimas ó de sangre fria. Esta función no ofrece particularidad alguna que merezca ser mencionada en el presente artículo.
Las secreciones de los peces, lo mismo que las de los demás anímales, se verifican ó por la piel, ó por órganos secretorios especiales.
Sus ríñones son mas voluminosos que en las demás clases, y se extienden por los dos lados del espinazo á lo largo de la cavidad abdominal, subiendo á menudo hasta debajo de la base del cráneo y encima de las branquias y del corazón. Únense á menudo entre sí por su parte posterior, y también en casi todos los acantopterigios se enlazan anteriormente por encima del esófago. En la perca es muy voluminosa esta parte anterior. En los ciprinos, se hinchan sobre todo los ríñones frente por frente de la estrangulación de la vejiga natatoria. Los uréteres, mas ó menos largos, según los géneros, rematan en una dilatación común, que hace veces de vejiga, y cuyo orificio interior se halla situado inmediatamente detrás del ano y del orificio de los órganos de la generación, los cuales se abren ó dentro, ó en el borde mismo del ano, pero siempre detrás, es decir á la inversa de lo que se ve en los cuadrúpedos.
A veces, como en los condropterígios, los orificios de los uréteres y los de los vasos deferentes dan á una cloaca común ó por lo menos á la misma abertura.
La piel de los peces se halla humedecida por diferentes humores preparados por vasos particulares que se abren al exterior en diversos puntos, según los géneros. Consisten generalmente en un mucus que se deslié con dificultad en el agua.
En la raya se ve primero en la cara inferior un gran vaso que rodea al hocico formando en él ángulo y contornos muy regulares. Vierte su líquido á cada lado por tres ó cuatro ramas y se encorva por encima para terminar por diversos orificios. Vese ademas á cada lado en el ángulo exterior de las branquias una especie de bolsa redonda y blanca, en la cual penetra una gruesa rama del nervio del quinto par, y de donde salen una multitud de largos vasos simples, que corren en haces radiantes cuatro ó cinco direcciones, y que van á abrirse en diferentes puntos muy apartados de la piel.
Casi todo el espesor del hocico de los escualos está ocupado por una celulosidad llena de mucílago de la cual parten haces de tubos que excretan este macíla go por los poros de la piel. Nótanse en él ademas gruesos vasos regulares, uno de los cuales se extiende á lo largo de cada lado del cuerpo.
En los gados hay un gran vaso que reina á lo largo del cuerpo, se bifurca detrás del ojo, se dirige por dos ramas en cada lado hacia la punta del hocico, y da de trecho en trecho ramas que se abren en la piel Otro mas pequeño serpentea á lo largo del preopérculo y de la mandíbula inferior.
La anguila y el congrio presentan en diferentes puntos de su hocico grandes aberturas por donde se abren varios de esos largos vasos análogos á los que forman en la raya algunos contornos tan regulares.
En una palabra cada especie ofrece bajo este punto de vista diferencias cuya indicación no es de este lugar.
La línea lateral de los peces tiene generalmente algún aparato secretor que recorre su longitud. Vese esto sobre todo muy distintamente en el atún que lleva debajo de toda la línea lateral un cuerpo de un rojo mas oscuro que el resto de la carne, del cual parten los tubitos que forman los poros de la línea; cada uno de estos tubitos recibe un filete del nervio de la línea lateral. Algo muy análogo se nota en la carpa.
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Biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig.
Los Tres Reinos de la Naturaleza.
Museo Pintoresco de Historia Natural.
Descripción completa de los animales, vejétales y minerales útiles y agradables:
su forma, instinto, costumbres, virtudes ó aplicaciones á la agricultura, la medicina y las artes en general, comprendiendo mayor número de géneros que en todas las obras publicadas hasta el día.
Patrimonio natural de Aragón, Buffon, Los Tres Reinos de la Naturaleza, Zoología. Peces. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 5. Página 54. Fauna Silvestre en Aragón, peces, anfíbios, reptiles, aves, mamíferos, ecología, zoogeografía, Agua, humedales, río, montaña, piedra Naturaleza, Flora, Botánica, Geologia, Zoologia, Ciencias Naturales.
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