Naturaleza de Aragón > Los Tres Reinos de la Naturaleza > Tomo 5
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
NATURALEZA. ZOOLOGÍA,
GENERO SAURO.
Con este nombre, consagrado por Cuvier, designa su continuador un género de peces que pertenecen á la familia de los Salmonoideos, si ha de establecerse el carácter en presencia de la adiposa, pero que distan mucho de esa familia si se atiende á la configuración de las mandíbulas.
Comprende el género Sauro peces que tienen el cuerpo prolongado, la boca muy ancha, y largos intermaxilares redondeados que terminan en punta. Su maxilar se reduce á un simple estilete óseo oculto en los tejidos, y solo por medio de una dirección atentamente practicada pueden estos dos huesos ser reconocidos y separados.
Numerosos dientes cónicos, algo curvos, y las mas de las veces lanceolados ocupan en forma dé rastrillo ambas mandíbulas, la longitud de los palatinos y la ! lengua y huesos faríngeos. Todos presentan la singular disposición de ocupar los mas pequeños el borde externo del hueso, y componer los mas grandes la fila interna. Al carácter deducido de este raro sistema de dentición y de la forma no menos notable de los inter-maxilares hay que añadir la circunstancia de ser los primeros radios de sus ventrales mucho mas cortos que los últimos, que es precisamente lo contrariode lo que se ve en todos los demás peces. La naturaleza vuelve á reproducir en este género la particularidad que hemos tenido ocasión de observar en los Platicéfa-los, en los Calionimos, y de la cual ha sabido sacar tan buen partido para formar la ventosa, constituida en los Gobios por la reunión de las dos ventrales. En las especies de esos diversos géneros, los radios internos de la aleta son mas largos que los externos. Las pectorales délos Saurosson mucho mas pequeñas que las aletas pares posteriores y aparecen singularmente truncadas: la abertura de las agallas es muy ancha; la membrana branquióstega es bastante libre y en todas las especies está constantemente sostenida por diez y seis radios, cuyos últimos, apretados contra el opérculo se remontan siguiendo el contorno del hueso hasta lo alto de la abertura branquial. Por esta razón son esos radios tan difíciles de contar, y asi únicamente se explica la discrepancia que sobre su número se observa en los autores. Al hablar de este género tampoco puede menos de indicarse la extensión del sub-opér-culo, alguna vez del inter-opérculo y la peqeñez generalmente hablando del opérculo. La dorsal es de mediana extensión , y está colocada en la región anterior. La adiposa es tan pequeña y talmente recostada sobre el dorso de la cola que se confunde en las muco sidades que envuelven esta parte del tronco de donde se desprende fácilmente en los individuos disecados.
No existen Sauros en los mares del Océano Europeo ni hay en el Mediterráneo mas que una sola especie de ellos. Muchas sedarán á conocer en esta Historia procedentes de los mares de América ó de la India, y algunas serán un raro ejemplo de las especies comunes al Atlántico y a los mares de la India. Aunque en realidad existe en las aguas del Mediterráneo, no puede justificarse por ninguna cita de autores antiguos la aplicación que hizo Salviani de la palabra Sauros de Aristóteles, Ateneo ó Eliano al pez que representó con tanta exactitud. Citó Aristóteles un Sauro como un género de peces que viven en tranquila sociedad, y en este particular lo compara con los Tunni, los Ateces, Corvuli, los Dentices, etc. La rara aparición de los Sauros modernos en nuestras costas, demuestra que este pez, cuya carne es buena y de agradable sabor, no vive en bandadas como los atunes, ni los demás peces que Aristóteles cita. En ningún país constituyen los Sauros objeto de grandes pesquerías que no hubieran dejado de realizarse si la especie hubiese tenido las costumbres que supone aquel antiguo naturalista. Hay también que añadir que Ateneo noescribió Sauros, ni hizo mas que citar copiando á Speussipo el Sauris como un pez semejante ala Esfirena,ala Be-lona ó al Orfia.
Tienen en efecto las formas del pez de que nos estamos ocupando, alguna analogía con las especies citadas por el autor griego, pero presentan una notable diferencia en la conformación del hocico, de manera que no se concibe cómo ha podido ser comparado nuestro Sauro con aquellos diversos peces. Eliano compara su Sauro que es un pez del mar Rojo y cubierto de líneas longitudinales plateadas y doradas con el del Mediterráneo. No son en verdad esos los colores que los naturalistas han observado en el único Sauro del mar Rojo, y loque Eliano dice á continuación de su descripción pcaba de demostrar que se referia á un pez enteramente distinto.
Parece indudable que lo que movió á Salviani á establecer uniformidad entre su pez y el lauro de los griegos, es el ver que en Roma es aun conocida la especie con el nombre de Tarantola.
Es digno de notarse que un pez tan perfectamente representado por Salviani no haya sido mas exactamente apreciado por parte de los ictiólogos metodis-
retirada hacia atrás; las ventrales mas pequeñas y mas cercanas á la anal, y la adiposa muy baja.
ESCOFELA BOREAL.
(Nilsson).
Distingüese esta especie por el volumen de la cabeza , por el hocico corto y obtuso, por la mandíbula inferior que se remonta á la superior y por el gran diámetro de los ojos.
Su procedencia es de las costas de la Noruega.
Estas observaciones hechas por un naturalista tan distinguido como Mr. Nilsson confirman la opinión de que los escopetas de las costas de Noruega son lo mismo que los que viven en los mares de Inglaterra.
ESCOPELA DE MAUROLICO
(Vaienc.)
Esta especie, oriunda del Mediterráneo, no se diferencia de la denominada de Pennant sino en que el hocico es cóncavo y los ojos algo mas separados.
Siguen á continuación las especies denominadas de Coceo, de Tenore, de Power, Luminosa (en esta confiesa Mr. Valenciennes no haber encontrado el singularapa-rato luminoso que dicen tener en la parte anterior del hocico) de Rafinesque, de Gemelaro, de Risso, Cocodrilo, de Bonaparte , de ojos grandes , Brillante, Ovalada , Áspera , que apenas presentan entre sí diferencias que merezcan detallarlas en artículos separados. Las mas de ellas están consagradas á la memoria de los hombres ilustres que sus nombres específicos indican, y en las restantes puede notarse desde luego la diferencia característica con solo tener presente el epíteto que las califica. Como última especie de los escápelas figura la
ESCOPELA DE LESUEUR
Scopelus notatus, (Lesueur).
Es notable este pez por la longitud de su cola, extremadamente angosta, y por su hocico mas puntiagudo , y ojos mas pequeños que las demás especies; pero también es muy parecido á todas ellas por las escamas fuertes y ciliares de que su cuerpo está cubierto. Los ejemplares de esta especie que Mr. Valenciennes pudo observar, eran muy pequeños, pues el mayor no llegaba á diez y nueve líneas, y habian sido cogidos por Mr. Lesueur en el mar de Indias cerca de la Isla de Francia.