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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
con algunas otras especies diseminadas en otros gene- i Cuando los navegantes que atraviesan aquella re-ros. Asi es que en la familia de que estamos hablando j gion del Atláctico traerán ejemplares de ese pez, será
se ha de incluir el sparus saxatilis que es uno de los que hemos denominado chicla, y eí sparus galilceits que ligura entre nuestros chromis.
Esta confusión se aumenta basta el punto de llegar á ser inexplicable por las adiciones de los autores posteriores á Linneo, y tuvo que emplear el continuador de es'a historia un ímprobo trabajo para llegar :i conocer las repeticiones y puntos de contacto contrarios á todas las afinidades naturales.
Gmelin, que elevó á setenta y uno el número de sus labres, puso entre ellos dos serranos fáciles de conocer , tomando el uno que es el labrus chanus de Forskal y el otro que es el denominado por aquel autor labrus adriaticus de Brunnich. Puso también el citado autor en el mismo género un gerro denominándolo labrus oyena, otro pez que pertenece indudablemente al género de los faríngeos laberintiformes tomándolo del labrus triehoplerus de Pallas, y finalmente dos percoideos difíciles de caracterizar de un modo terminante, y que según Hc.nttuyn eran el labrus japonicus y el labrus Boops. En las demás especies se echan fácilmente de ver cinco ó seis duplicadas repeticiones las cuales hacen subir á veinte y uno el número de las adiciones hechas por Gmelin y tomadas en su mayor parte de Forskal, de Brunnich y hasta de Pennant.
La empresa que por lo tocante á este particular acometió Mr de Lacépéde se hizo sumamente difícil al tratar de practicar las mismas investigaciones críticas en la obra de Mr. de Lacépéde. El género labro de este autor comprende ciento treinta especies ; mas como no hizo sino copiar sin ningún criterio á Gmelin , y los trabajos de Bonaterre en la Enciclopedia metódica, y como por otra parte es el género descrito por dicho Mr. de Lacépéde en que mas abundan los errores, puede causar admiración el resultado producido por las investigaciones de Mr. de Valenciennes.
Entre algunos labroideos bien clasificados como tales amontonó Lacépéde poces de casi todas ¡as demás familias de acantopterigios. Con la denominación de labrus opercularis introdujo un pez de los que en concepto de Vallencicnnes pertenecen al género de los faríngeos laberintiformes, y á otros muchos entre los cuales se mencionará el denominado labrus aris-tatus que Lacépéde tomó de la Enciclopedia sin consultar la Memoria de Sparman insertada en el tomo Vil de las Amenidades académicas. No habiendo Bonaterre leido probablemente mas que el lítulo de esta Memoria creyó que todos los peces de que el viajero de la China hacia mención, eran procedentes de aquel país; lo cual es ciertamente contrario á lo que el mismo autor de la Memoria dice; pues tuvo buen cuidado de ir citando diariariamentc los puntos donde adquirió los diversos seres que describió , desgraciadamente con muy pocos detalles. El último pez de que se está tratando fue cogido al regresar aquel viajero á Europa entre Santa Elena y la Ascensión. El redactor de la Enciclopedia dice que Spermann lo encontró en la China, y Lacépéde para redondear la frase la alteró diciendo. Sparmann aseguró que el labro aristado tiene por patria las aguas de la China. Viniendo por último Schavv á parafrasear esos errores cambió por de pronto el epíteto que Linneo había dado aquel pez diciendo carinatus en vez de arisla-tus, y haciéndolo habitante de las aguas dulces de la China (native of thc/resh ivaters of China).
Hé aquí pues un lamentable ejemplo de la frivolidad con que se escribe historia natural, cuando el autor no se toma la molestia de examinar por sí mismo los objetos que se describen. Sin embargo, el grado de certeza que se da á las citas de una obra es una de las mas gratas recompensas que pueden caber á su autor.
fácil conocerlo teniendo presente la breve noticia de Sparmann , mas no por ella podrá decirse á qué género pertenece, aunque bien se puede desde luego suponer que no se le asignará puesto entre los labroideos.
Aun después de hecho ese trabajo crítico habia que hacer en la misma obra de Mr. de Lacépéde un espurgo de las repeticiones, cuyo número es tal que una de las especies mas conocidas en las costas fracesas existe, según se demostrará en la presente obra repetida con siete nombres distintos en el catálogo de aquel autor. De manera que todas las especies de labros citadas por él qu"dan reducidas á menos de las mitad, es decir á cincuenta y una. Puede sin embargo afirmarse que Lacépéde conoció mayor número de peces de esta familia, pues siguiendo el continuador de esta historia el mismo sistema de investigaciones críticas llegó á contar veinte y dos labroideos entre los que Lacépéde denominaba esparos, y quince entre sus luganos.
Después de haber copiado Schavv ese catálogo de especies desconcertadas añadió algunas de peces muy distantes de los labros, asi es que hizo figurar entre ellas 'a ombrina vulgar con el nombre de labro cia-nóptero, y volvió á hacer nuevas repeticiones de los diseños de Ascanío.
Bloch en su sistema postumo presenta un género labro algo menos numeroso que el de Lacépéde , pero todavía conserva ocho ó diez especies que nunca habrían figurado en el género siles hubieran aplicado sus caracteres con latitud.]
Por lo tanto después de haber separado todas esas especies hetereogéneas se procede en esta obra á formar una familia de acantopterigios caracterizados por la forma prolongada de su cuerpo escamoso; por una sola dorsal sostenida en su parte anterior por radios espinosos , y guarnecida generalmente de una membrana; por las mandíbnlas cubiertas de labios carnosos; por un paladar liso y sin dientes; por tres faríngeos, dos superiores y uno inferior; por un canal intestinal sin intestinos ciegos y por una vejiga natatoria.
Esta familia reducida á no comprender sino peces que presentan esos caracteres se estiende ademas á un considerable número de especies repartidas en otros muchos géneros.
El denominado labro encierra las especies de labios grandes, carnosos y como dobles, cuya membrana branquióstega no tiene mas que cinco radios, cuyos dientes maxilares son sencillos y cónicos en una ó varias filas; los faríngeos cilindricos y obtusos; las piezas operculares sin espinas; la mejilla y el opérculo cubierto de escamas y la línea lateral casi recta.
Los crenilabros se diferencian de estos por su preopérculo profundamente dentellado, y por no ser tan protráctil su hocico. Esta protractilidad fue causa de que Cuvier eliminase de esta clasificación á los córleos.
Los cheilines son semejantes á los labros por la integridad de su preopérculo; pero su línea lateral se dirige paralelamente al dorso hasta el fin de la dorsal, donde se interrumpe para dar principio á otra línea mas baja que prosigue por medio de la cola.
La extremada protractilidad de hocico de los epi-pulos fue causa de que Cuvier los clasificara como género aparte, aunque en todos sus demás caracteres son muy parecidos á los chelines, y Pallas los habia colocado anteriormente entre los esparos.
Los que se designan en esta obra con el nombre de tautogas se diferencian de los labros por la piel gruesa y desnuda del opérculo, y por tener el preopérculo cubierto de pequeñas escamas.
Cuvier denominó lachnolaimas las especies que