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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
ICTIOLOGIA O TRATADO DE LOS PECES. 307
líos ser separados de los demás múgiles. En especial los individuos déla última fácilmente podrían á primera vista ser confundidos con escombros aun muy jóvenes.
Pasan según acaba de verse, de cuarenta las especies que se cuentan actualmente en un género en el que Linneo no alcanzó á contar mas que dos y esas mal distinguidas y en el que Cuvier conoció solo treinta y tres ó treinta y cuatro. Esa diferencia, dice el continuador de esta historia, resulta del detenido examen que liemos hecho en los numerosos ejemplares que afortunadamente nos hemos podido adquirir, y á cuyos caracteres específicos no hemos podido menos de atender, sin echar por eso en olvido la máxima de nuestro ¡lustre maestro (Cuvier), de no multiplicar las especies sino cuando irrecusables datos aconsejen hacerlo, cuando, por decirlo asi, haya que ceder á la fuerza de la evidencia.
Forskal habla de otros tres múgiles, el Scheii, el Fa-de, y el .Edda que en su concepto no son mas que variedades del crenilabro, pero que sin embargo presentan algunos rasgos que según Mr. Valenciennes tienen todo el carácter de especilicos. Daremos sobre ellas una rápida ojeada.
múgil scheli.
(Forsk.)
Presenta este múgil las espinas dorsales sumamente tiesas, y en sus labios no se ve diente alguno. La quilla del labio inferior está dividida por un surco; las lineas de sus costados están poco indicadas; sus pectorales son amarillentas y toda la base de estas negra en su parte interior, sus ventrales blanquizcas y las demás leonadas.
La longitud del individuo es de seis pulgadas : co-nócenlo los árabes por el nombre que se le conserva en esta descripción, y en Lohaia lo distinguen por la denominación particular de hari. Esta especie acostumbra desovar durante el invierno , al llegar las Pléyades á su ocaso.
múgil fade.
(Forsk.)
Las indicaciones dadas por Mr. Forskal acerca de estaespeclede múgil, pueden convenir á muchas de las descritas anteriormente. Pasa el citado autor en silencio todo lo concerniente á la dimensión y número de radios del individuo y solo se limita á decir , que presenta una simple quilla en el labio inferior, que sus espinas se presentan tiesas, la segunda aleta del dorso es mas larga que la primera; que su labio superior termina en finas dentelladuras ; que no tiene manchasen su aleta pectoral, que las ventrales , la anal y la dorsal tienen la base rojiza, y por último que los lóbulos de su cola son obtusos.
Creyó Mr. Cherenberg deber aplicar esas indicaciones á otro múgil del mar Rojo que ademas presenta circunstancias muy poco distintas de la especie que se ha clasificado con la denominación de cas-cacia.
Deja Mr. Valenciennes suspenso su juicio por lo tocante á estos dos últimos múgiles por la razón de no haber llegado á sus manos ningún ejemplar que sirviera para establecer comparación con las especies anteriormente descritas.
Por último , para terminar con la oportuna claridad la historia de los múgiles, se cree indispensable volver á repetir que es necesario separar de este género las dos especies que Forster y Forskal introdujeron indebidamente en él. El múgil que Forster llama asalmonado, según resulta del atento examen de su diseño conservado en la biblioteca de Banks, no es mas que un élope de Oriente, asi como el mugil tomo v.
appendiculatus de Bosch es élope de América según se ha indicado ya en su correspondiente lugar.
Mr. Schneider sospechó que el mugil chonos de Forskal (Chanos arábigo de Mr. de Lacépéde) era también un élope , y en efecto es cierto que el número de sus radios tiene bastante conexión con los del múgil de Forster; pero posteriormente se ha reconocido que aquel pez era un ciprinoideo , del cua I trajo Mr. Herenberg muchos ejemplares cogidos en el mar Rojo, como se dirá en su lugar correspon -diente.
genero cestros,
DAJAOS Y NESTIS
A continuación de los múgiles deben ponerse los peces que por su aspecto general tienen analogía con ellos, pero que genéricamente se distinguen por los caracteres que se han anunciado ya en conjunto al principiar la historia de los múgiles.
Los cestros, que son los primeros que van á ocupar nuestra atención , presentan mucha afinidad con los múgiles , pero pueden fácilmente distinguirse de estos por la abertura de su boca. En ella se ven dientes situados hasta en una faja estrecha pero solamente en la mandíbula superior : la inferior está siempre desprovista de ellos. La primera dorsal no tiene mas que cuatro radios, y el último es prolongado y está muy inmediato en los anteriores, lo cual cambia la figura de esta aleta comparada con la de los peces de cuyo género separamos á los presentes.
No se conocen todavía mas que dos especies de cestros que hace poco fueron descubiertas durante la expedición científica que el gobierno francés mandó hacer al capitán de Urbille.
cestro de labios plegados.
(Valenc.)
La primera tiene el cuerpo mas comprimido lateralmente que ninguno de nuestros múgiles ordinarios, sin embargo el dorso forma un lomo bastante redondo. Su altura está contenida cuatro veces y algo mas en la longitud total, y es doble que la anchura.
La cabeza es corta, el vértice angosto, pero muy arqueado, el hocico puntiagudo y la boca hendida longitudinalmente, y no al través como la de los múgiles. La longitud de la cabeza está comprendida cinco veces y un poco mas en la del cuerpo. La órbita está situada mucho mas abajo de la linea del perfil. Su diámetro compone algo mas de la cuarta parte de la longitud de la cabeza, y la distancia que la separa del hocico es como una vez y media el mismo diámetro. Ninguna membrana adiposa se extiende sobre el ojo. El suborbital no oculta mas que la parte anterior del maxilar, es angosto, pequeño, redondo en su parte posterior, está cubierto de algunas escamas y su borde es enteramente liso y sin dentelladuras. No se le ve ni quilla cerca del borde orbital, ni escotadura en el borde anterior.
Las tres piezas del opérculo están ocultas bajo las grandes escamas que las cubren. Del preopérculo no se ve mas que el borde horizontal y un poco de su ángulo muy obtuso que llega hasta mucho mas allá del ojo. No se ve punta ninguna en el opérculo; pero su borde es membranoso y muy estrecho; en la dirección del ojo se nota un arco entrante que luego se convierte en convexo bajo la pectoral y á lo largo de la abertura de los oidos : esta abertura es grande.
La membrana branquióstega, poco ancha, tiene seis radios. Por otra parte el istmo es tan angosto que los interopérculos llegan casi á tocarse bajo el cuello 20'