Naturaleza de Aragón > Buffon > Los Tres Reinos de la Naturaleza
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
298
sin embargo, pasar desapercibidas del naturalista.
Lo difícil es poderlas expresar con palabras: tal vez podría conseguirse empleando términos comparativos; pero lo que al parecer es casi imposible será el hacer de manera que cada especie pueda ser conocida por parte del que no podrá verlas sino aisladas.
múgil liza.
(Valenc.)
El primero de estos múgiles americanos, que según parece es el que llega á mayores dimensiones tiene el cuerpo prolongado: su cabeza está comprendida cinco veces en la longitud total, y la altura en el centro casi seis. La altura de la cabeza cerca de la nuca no compune mas que los dos tercios de su longitud. Lacurva de su preopérculo es-menos arqueada que en las demás especies y desciende mas vertical-mente. La membrana adiposa que rodea su ojo es gruesa y se extiende en un grande espacio. El ángulo posterior de su suborbital presenta una truncadura oblicua; y su lengua y paladar tienen la misma organización que la de nuestro céfalo.
El color de este pez, según las descripciones de los señores Plée y Poey, es azulado en el dorso y blanco en el vientre: ni uno ni otro observador hablan de lineas laterales.
Se han visto individuos de esta especie procedentes del Brasil de un pié de largo; pero puede afirmarse qu los hay muchomayores, pues se encuentran hasta de dos pies y medio de longitud en la colección de mon-sieur Plée. Los españoles damos á este pez el nombre de liza, que es el que en Ibiza se aplica al múgil de ruesos labios, y á todo el género en común en Cereña. En Francia lo llaman carmot, ó mas bien ca-mol, palabra que tal vez se deriva de camus (chato), ó bien de cabot, nombre que se da al céfalo ó capitón en varias de las costas francesas.
De Surinam se han recibido ejemplares de la misma forma, pero mas pequeños, y sin presentar en el estado de conservación en que se hallaban, líneas pardas; por lo cual no puede basta ahora decirse si esa diferencia depende de la edad, ó es mas bien signo característico de otra especie.
También se han tenido á la vista individuos procedentes de Cayena remitidos por Mr. Frere con la denominación de mulet, y de Buenos Aires, en donde se les da el mismo nombre que en España.
De estos dice Mr. Orbigny que suelen remontarse en invierno por el rio de la Plata basta Buenos Aires presentándose en bandadas y dejándose coger con redes sobre fondos de arena. Es uno de los mejores peces y su longitud llega desde un pié y medio á dos.
Se sabe también que suele subir por los rios de la Martinica y que en Maracaibo es uno de los peces | mas comunes en la parte norte del lago. Aprécianlo en aquel país como uno de los manjares mas agradables y lo mismo sucede en Puerto-Rico.
En los rios de Cuba suelen coger individuos de esta especie de diez y ocho ó mas pulgadas de longitud y que á veces suelen pesar basta doce libras. Es ¡ muy abundante pero traga con dificultad el anzuelo, sin duda porque no tiene afición á nutrirse de alimentos sólidos.
Cuando las lizas han llegado ya á su mayor dimensión , pierden su nombre primitivo y son llamadas lebrancas.
Hay motivos para creer que Margrave describió este múgil prolongado bajo el nombre de hurder (pastor) que es el que en Holanda se da á los múgiles en general , añadiendo ademas un mal diseño que volvió á reproducirse en la obra de Pisón con la denominación de parati, del cual habló también Margrave como de un mfjgil, pero sin acompañarlo de diseño.
Esos parati de Pisón se pescan en grande abundan-
cia en los estanques de agua salada y su carne fresca ó preparada con sal sirve de grato manjar, llegando a ser tan crasa durante la estación de las lluvias, que no necesita de ningún otro condimento para ser comida.
Añade Margrave que la carne de dichos peces suele ser objeto de grandes saladuras y que se los coge con redes, de las cuales procuran escaparse como los múgiles de Europa.
múgil curema.
(Valenc.)
Esta segunda especie procedente del Brasil aunque también es conocida en la Martinica con el nombre demuíef, se compone de individuos proporcional-mente mas altos: su cabeza, que también sigúela misma proporción, es algo mas angosta y su opérculo mas ancho deadelante atrás. En este sentido ocupa los dos quintos de la longitud de la cabeza y la especie anterior no ocupa mas que un tercio.
Distingüese particularmente por su segunda dorsal y por su anal cubierta de escamas, cuyo número entre el oido y la caudal es también treinta y cinco ó treinta y seis, extendidas en una línea longitudinal. El suborbital presenta una forma truncada y con den-telladuras en su extremidad : el vómer carece de la cavidad que se nota en el céfalo: su lengua está cubierta de fuertes asperezas , que no es posible distinguir en el paladar particularmente en su parte anterior.
El color del individuo conservado en alcohol, parece haber sido plateado con algunos reflejos amarillos, y no puede decirse que haya tenido ninguna linea parda. Su caudal está bordeada de negro.
El individuo que posee el gabinete de París no tiene mas que de nueve á diez pulgadas de longitud, pero en la colección de Mr. Plée ios hay de ún pié y quince pulgadas.
Esta es ta especie que Mr. Desmarets ha hecho representar en el Diccionario clásico de Historia natural con el nombre de mugil Gaimardianus; pero el colorido con que allí la han representado es demasiado pardo y demasiado uniforme.
También se han recibido ejemplares remitidos de Cuba y de Bahia, á cuya especie debe indudablemente referirse el mugil brasiliensis de Spix, aunque el negro de su dorsal está poco expresado.
Este curcma , dice Margrave , habita en el mar; su carne es muy crasa y se come cocida ó asada sin aceite ni manteca. Consérvanse grandes cantidades de estos múgiles salados, desecados al sol ó bien sumergidos en una fuerte salmuera. El mejor bocado de todo su cuerpo es el vientre, pero Pisón hace notar que después de haberlos tenido mucho tiempo en sal suelen ponerse rancios. Con sus ovarios acostumbran en el Brasil hacer un condimento igual al de Europa.
Sus costumbres son absolutamente las mismas que las de los múgiles de nuestros mares , y los dos observadores que se acaban de citar los han visto con frecuencia escaparse de las redes dando enormes saltos.
múgil de las rocas.
Diferenciase esta especie de las anteriores, en que sus labios son mas delgados, en que carece de mancha en el ángulo de la pectoral, y en que el borde de la caudal apenas está teñido de negro.
Existe esta especie en el Brasil, en Surinam, en el golfo de Méjico, en Cuba, y se sabe que suele avanzar basta el Norte de New-York. Su dimensión no pasa de siete pulgadas',