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Asi lo acredita el ejemplo traido por los señores Geoffroy y Olivier y los cuatro individuos que se encontraron en las ricas colecciones de Mr. Ehrem-berg.
Entre estas figura el verdadero céfalo, muy bien caracterizado y que en aquel país es conocido por el nombre de Gherane.
Otro está designado con el nombre de Okr y no presenta diferencias sensibles con nuestro capitón ; pero también parece que en Egipto se le da la denominación de buri: por lo menos asi está clasificado en una colección del Nilo hecha por Mr. Robé.
Otra tercera especie, que al parecer no se diferencia de nuestro múgil saltador, está representada con el nombre de bouri.
múgil dubahra
(Valenc.)
La especie que Mr. Ehrenberg dice llamarse du-bahra, es en concepto de Mr. Valenciennes distinta de las de Europa.
La circunstancia de ser su opérculo mas largo que alto, hace que su cabeza sea mas prolongada. La distancia entre el principio de su primera dorsal y el de la segunda, es una cuarta parte menor que en las demás especies. Por lo demás presenta los mismos caracteres que el capitón , solo que su cabeza es mas angosta, menos arqueada hacia delante, la cara supe-riorestá mas limitada por las órbitas; la abertura superior de la nariz es mayor, el borde anterior del suborbital presenta un arco algo cóncavo y su ángulo está cortado en cuadro. La quilla saliente de este hueso sobresale algo mas; la lengua está mas cubierta de asperezas hacia el fondo y es menos redonda en su extremidad : finalmente, el vómer y el paladar son lisos y carecen de dientes.
Tampoco se le nota mancha alguna en la pectoral.
Su esqueleto es casi enteramente parecido al del capitón.
múgil de labios ocultos.
(Valenc.)
Mr. Lefebre pescó en el Nilo otra especie de múgil que no figuraba anteriormente en las colecciones de Mr. Ehrenberg.
Su carácter mas pronunciado consiste en el prolongamiento de los huesos de su nariz, que al retirarse la boca cubren completamente el labio superior. Esta situación hace que la extremidad del hocico de este múgil sea mas ancha que la de las otras especies, aunque la distancia que media entre los ojos no lo sea en realidad mas que en la anterior ; el maxilar es delgado, poco curvo, y excede un poco al suborbital. Este no tiene quilla ni escotadura; la longitud de la cabeza representa la quinta parte de la del cuerpo; el diámetro del ojo es poco menos del tercio de la longitud de la cabeza : el ojo se presenta desnudo sin ningún velo adiposo : los orificios nasales están bastante unidos. Ni á beneficio de lente ha podido distinguirse vestigio alguno de dientes : el tubérculo de la mandíbula inferior abulta bastante y la lengua está poco elevada. La pectoral es larga y puntiaguda, en forma de hoz, y su escama axilar es corta : el apéndice escamoso de la base de la dorsal anterior pasa del último radio : la escama de las ventrales es larga y aguda. La segunda dorsal y la anal están en parte cubiertas de pequeñas escamas, finalmente la caudal eslá profundamente ahorquillada y el lóbulo superior es algo mas largo que el inferior.
Este pez es de un color aplomado ó plateado, con una decena de series de prominencias longitudinales mas oscuras que el fondo : los opérculos son muy plateados y brillantes.
Bajo este nombre lo hizo representar el autor de la Iconografía de la Fauna de Italia, asegurando que no se le conocían mas nombres vulgares en las costas de aquel país en donde es muy raro y permanece con frecuencia sobre fondos arenosos , siendo su carne tenida en muy poca estimación. Es fácil de distinguir entre todos por su labio superior, que es carnoso y tres ó cuatro veces mas grueso que los de las demás especies, de manera que en su estado de reposo presenta casi el mismo aspecto que el de los escaros. Sus bordes son un poco franjeados ó surcados por estrías muy finas que se imprimen en ellos, ó mas bien dicho por repliegues sutilísimos de la piel : en ninguno de los dos labios pueden distinguirse vestigios de dientes. Esa organización hace que el hocico parezca obtuso y mas truncado todavía que el del múgil quelon. El suborbital tiene una profunda escotadura, pero para recibir la comisura ríe los labios, y no para el maxilar; este sin embargo se presenta á la vista por djbajo la comisura porque es mas largo y porque su extremidad baja mas que en la especie precedente. Su curvatura es también mas pronunciada. En el vómer no hay cavidad : la lengua es plana y está enteramente cubierta de asperezas bastante fuertes. Las escamas son con corta diferencia semejantes á las del quelon.
Este es el múgil que entre todos los del Mediterráneo se distingue por la cortedad de su cabeza, que está cinco veces y media representada en su longitud total; pero su anchura en proporción es tan grande como la del céfalo, y su cuerpo aun algo maa alto que el de este, pues su altura no está mas que cuatro veces y media contenida en su longitud. No se ve escama axilar sobre sus pectorales, cuya longitud es el quinto de la de todo el individuo. El apéndice de su primera dorsal está oculto en parte por las escamas y no pasa del cuarto radio. Esta misma primera dorsal es mas baja que en todas las especies anteriores; pues en igual tamaño estas tienen siempre los primeros radios una tercera parte mas altos. Cuéntanse en su anal once radios blandos, lo cual no se ve en ninguna otra especie de las descritas hasta el presente. Los lóbulos de la caudal son poco agudos.
Dice Mr. Risso que el dorso de este múgil es negruzco y que sus costados están atravesados á lo largo por seis líneas doradas : añade también que el hocico está como recortado en su parte anterior.
Nunca pasa esta especie de pequeñas dimensiones, pues no llega su peso á nueve onzas, por lo cual podria creerse que es el cestreus dactyleus de Euthydemo, que no tenia mas que dos dedos de grueso.
Hé aquí, pues, en solo el Mediterráneo, cerca de las costas de Europa, cinco especies de múgiles perfectamente distintos del célalo. Si imitando á Sche-neider se adoptara la opinión de Hasselquist, podria también decirse que en Egipto hay también una especie muy distinta de las otras , denominada por aquel célebre naturalista mugil Hasselquistii; pero leyendo atentamente su descripción se echa de ver que el supuesto múgil no era mas que una eslirena. Para convencerse de esto basta recordar lo que dijo acerca del pico, surco, dientes y linea lateral de aquel pez.
Lo admirable es que Linneo, editor de Hasselquist, no haya echado de ver el error de este viajero y que en las ediciones X y XII de su Systema natural haya constantemente puesto ese pez entre los sinúnimios de su Mugil chéphalus. No menos admiración causa la inerte docilidad con que su ejemplo ha sido imitado ; pues casi ninguno de los naturalistas modernos se ha tomado la molestia de comprobar los sinónimos de sus predecesores, limitándose á acumular todo cuanto les ha venido á las manos, pero sin elección y sin crítica.
A pesar de los errores á que estas y otras importunidades han dado lugar, puede asegurarse que en las aguas del Nilo hay múgiles y no de una sola especie.