Naturaleza de Aragón > Buffon > Los Tres Reinos de la Naturaleza
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
ñora su habitado::. —Y por fin, citaremos la perca de manchas rojas (Perca mata de Cuv.) cogida cerca del estrecho de Cook que separa las dos islas de la Nueva Zelanda. Es de carne muy deliciosa. Los indígenas la llaman kahavai, y corresponde al Scicena trulla de Forster.
GÉNERO LABRAX
A propósito de la denominación de este género debemos hacer dos observaciones. Es la primera que Cuvier creyó que para mayor claridad, debia dar un nombre particular á cada subgénero; pero los que deben conservar la nomenclatura de los grandes géneros de Linneo pueden colocar este nombre subgenérico entre dos paréntesis, conforme en ciertas ocasiones lo hizo el mismo Linneo, y decir por ejemplo: Perca (labrax) lupus, Perca (labrax) lineata, etc. Tampoco se le ocultaba á Cuvier que Pallas impuso el nombre labrax á un género de peces del mar de Kamtschatka que se reconoce por el carácter particularísimo de tener muchas líneas laterales; pero le pareció, y con fundada razón, que era abusar demasiado de la autoridad que se atribuyen sobre la nomenclatura de los antiguos, servirse, para peces que estos no podían haber conocido, del nombre de una de las especies que mejor conocían, mas apreciaban y que con mas frecuencia mencionan. Procedió, pues, con justicia Cuvier restituyendo el nombre labrax al subgénero que comprende el verdadero labrax de los griegos, y que se distingue del de las percas propiamente dichas en las escamas y en las dos espinas de su opérculo, en la aspereza de su lengua y en otros caracteres que expondremos mas circunstanciadamente en la lústo-ria de su primera especie.
róbalo.
(Labrax lupus de Cuvier).
Si un naturalista, acostumbrado á juzgar de las afinidades de los seres por su organización y no por sus colores tuviese que designar el pez que mejor merece el nombre de percu de mar, es seguroque elegiría mas bien el róbalo que el mero al cual se lo conceden tantos autores modernos. El conjunto y casi todos los pormenores de su conformación recuerdan la perca, como que daríamos de él una idea bastante exacta con decir que es una gran perca prolongada y argentina. Pero el róbulo tiene muchos caracteres que le constituyen en tipo de uu grupo algo diferente del que la perca preside, tales como las escamas que cubren sus piezas operculares; la falta de aserraduras en sus suborbitarios, en sus subopérculos y en sus interopérculos; y la doble punta de sus opérculos; y sobre todo los pequeñísimos dientes apretados que cubren la mayor parte de su lengua comunicándola el aspecto de una lima.
Su tamaño, el excelente sabor de su carne, su abundancia en el Mediterráneo, debieron constituirle en todas épocas en un objeto notable para los pueblos de las costas de ese mar; por esto se conviene hoy en suponer que es el pez que los romanos llamaban lupus y labrax los griegos. Que estos dos nombres no designan mas que una especie es evidente, porque Plinío al traducir la palabra labrax en los pasajes de Aristóteles, emplea la de lupus, y en cuanto á la especié que estos nombres designan, se ha deducido en primer lugar de que el róbalo ha conservado en muchas costas el nombre leup, lupo ó sus derivados ; y ademas de que las pocas señales descriptivas que los antiguos suponen en su labrax ó lupus, convienen á nuestro róbalo, en cuanto puede exigirse á lo menos en descripciones tales como las hacían los antiguos.
Según Aristóteles el labrax tiene pectorales y ventrales, escamas, piedras en la cabeza, por lo que teme el frió; es ovíparo, y pone dos veces al año, pero su segunda puesta es mas débil; deposita sus huevos en la embocadura de los rios; vive de presa y á veces de algas; su carne es mala antes del desove ; tiene el oido muy fino, pero se le puede atravesar con un tridente cuando está dormido; y por fin pertenece á los peces que viven en bandadas. Si hemos de dar crédito á Ateneo, Aristóteles dijo también que el labrax tiene la lengua ósea, adherente, y el corazón triangular; pero este pasaje no se encuentra en las obras que nos han quedado de aquel gran filósofo.
El róbalo era uno de los peces mas apreciados por los griegos. Hicesio, en Ateneo, le pone en primer término; y Arquestrates llega á llamar hijos dé los dioses á los róbalos de Mileto, ciudad donde se comían algunos muy grandes, pues los atraía el Gison, rio ó pequeño lago cuya agua dulce bajaba al mar formando una corriente que les gustaba mucho remontar.
No menor era el aprecio en que tenían los romanos á sus lupus. Desde el tiempo de Augusto la moda los habia ansalzado sobre los acipenseres ó sollos; pero con la particularidad de que en ciertas épocas preferían los de los rios, menospreciándolos en otras, á no cogerlos en el Tiber, y particularmente en Roma entre los dos puentes; pues los róbalos de este último sitio eran pequeños y manchados. Estas manchas son indicios de poca edad, pero los antiguos no las consideraban simplemente como señal de semejante circunstancia. Sabían ya que en la misma edad hay naturalmente róbalos manchados y otros que no lo están, y Culomela hasta pretende que para poblar un rio deben preferírse los últimos. Acerca del particular véase lo que dice Horacio en una de sus sátiras (2, 1. ti, y. 31):
Linde datum sentís lupus hic Tiberinus an alto Captushiet? Pontesne Ínter jactatusan amnis Ostia sub thusci? Laudas insane trilibrem Mullum, in singula quem minuas pulmenta necesse est.
Ducit te species, video. Quo pertinet ergo Proceros odisse lupos? quia scilicet illis Majorem natura modum dedit; bis breve pondus. Jejunus raro stomachus, vulgaria temnit.
Dábase á los mejores róbalos el nombre de lanosos (lanati), expresión que ha ofrecido dificultades á algunos eruditos, por no haberse fijado en el pasaje en que Plinio la explica. Luporum laudatissimi, dice este escritor, qui vocantur lanati, á candore mollitieque carnis (I. IX, c. 54).» Véase también entre otras las notas de Farnabio al epigrama 89 del libro XIII de Marcial: Laneus euganei lupus excipit ora Timavi -íquore dulces cum sale pastus aquas.
Suponíase al róbalo muy prudente y muy solícito de su conservación. Aristóteles le llamaba el mas fino de todos los peces. Según Ovidio y Plinio, cuando se halla cercado por redes escarva la arena con su cola á fin de abrirse una salida; cuando se le coge con anzuelo, agitándose, sabe ensanchar su herida y librarse; sin embargo, se decia que un crustáceo pequeño y débil (Cáncer squilla, de L.) le dábala muerte desgarrando su paladar con la sierra de que va armado, y esa venganza del crustáceo ha prestado asunto á Opiano para un bello episodio. Ese resultado no era mas que una consecuencia de la voracidad del róbalo, cualidad que poseía, según decian en su mas alto grado, y de donde, le vino su nombre labrax (A« ''iuT -???? Triv Xo(SpórTjTa, Ateneo y Opiano) lo mismo que el lupus.
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Patrimonio natural de Aragón, Buffon, Los Tres Reinos de la Naturaleza, Zoología. Peces. Los Tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 5. Página 98. Fauna Silvestre en Aragón, peces, anfíbios, reptiles, aves, mamíferos, ecología, zoogeografía, Agua, humedales, río, montaña, piedra Naturaleza, Flora, Botánica, Geologia, Zoologia, Ciencias Naturales.
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