Naturaleza de Aragón > Museo Pintoresco Historia Natural. > Tomo 2. Mamíferos
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
toman muchas mas carnes que las otras, entrando también en calor antes que ellas. Algunos dicen que las ciervas tiene cuernos como el macho, lo cual no es absolutamente inverosímil. En los primeros meses el cervato nunca deja á la madre, y aunque su incremento es bastante pronto, la sigue todo el verano. En invierno, las ciervas, los ciervos nuevos, los estaqueros, y los de diez candiles nuevos se juntan en manadas, tanto mas numerosas, cuanto es mas rígida la estación. En la primavera se dividen: las ciervas se ocultan para parir, y en este tiempo casi no hay sino los estaqueros y los ciervos jóvenes que anden juntos. En general son propensos á vivir y andar reunidos, y solo el temor ó la necesidad los separa.
El Ciervo se halla en estado de engendrar á los diez y ocho meses, pues se ve á los que nacieron en la primavera del año precedente cubrir las ciervas en el otoño; y debe presumirse que estos actos son prolificos, pues aunque pudiera hacerlo dudar el que estos Ciervos no han adquirido aun sino cerca de la mitad, ó las dos terceras partes de su incremento, que crecen y engordan hasta la edad de ocho años, y que sus cuernos se van aumentando anualmente hasta la misma edad, es preciso no olvidar que el cervato que acaba de nacer, se fortifica en poco tiempo: que su incremento es pronto en el primer año, y no se disminuye en el segundo; y que en él hay ya superabundancia de nutrimento, puesto que ha echado los mogotes, que es la señal mas cierta de la facultad do engendrar.
El Ciervo pasa su vida en alternativas de plenitud y de inanición, de gordura y de flaqueza y en cierto modo de salud, y de enfermedad, sin que estas alternativas tan notables alteren su constitución, pues su vida es tan larga como la de los demás animales que no están sujetos á estas vicisitudes. El Ciervo tarda cinco ó seis años en crecer, y vive también siete veces cinco ó seis años; esto es, treinta y cinco ó cuarenta años: pues todo lo que se ha dicho sobre la vida larga de los Ciervos, carece de fundamento, siendo una preocupación popular que reinaba en tiempo de Aristóteles, y que este filósofo dice, con razón, que no le parecía verosímil, puesto que el tiempo de la gestación y el del incremento del cervato, no dan ningún indicio de larga vida. Sin embargo de esta autoridad, que por si sola debiera haber bastado para destruir aquella preocupación, se ha renovado en los siglos de ignorancia, por una fábula que se forjó de un Ciervo cogido por Carlos VI en el bosque de Senlis, el cual tenia un collar en que estaba escrito Cesar hoc me donaiit; y se quiso mas bien suponer mil años de vida á aquel animal, y atribuir la dádiva del collar á un emperador romano, que convenir en que aquel Ciervo podía haber venido de Alemania, cuyos emperadores han tomado en todos tiempos el nombre de César.
Los cuernos de los Ciervos van siempre aumentando en grueso y en altura, desde el segundo hasta el octavo año de su vida, manteniéndose siempre hermosos, y casi siempre los mismos, durante el vigor de la edad; pero cuando llegan á viejos, también sus cuernos declinan. Es raro que nuestros Ciervos tengan mas de 20 ó 25 candiles ó puntas, aun cuando sus cuernos se hallen en el estado mas floreciente, y este número nada tiene de constante, pues suele acaecer que el mismo Ciervo que en un año ha tenido cierto numero de puntas, al año siguiente tiene mas ó menos, según haya tenido mas ó menos alimento, y mas ó menos tranquilidad; y asi como el tamaño de los cuernos del Ciervo depende de la abundancia ó escasez del alimento, así también la calidas de los mismos depende de la diferente calidad de los alimentos, siendo, como la madera de los bosques, grandes, tiernos, y bastante ligeros en los paises húmedos y fértiles, y por el contrario pequeños, duros y pesados en los secos y estériles.
Lo mismo debe decirse del tamaño y corpulencia de que están revestidos, y como continúan este ejercicio muchos dias consecutivos, se asegura que se tmen del color de la savia del árbol contra el cual les refriegan. Este hecho no merece ningún crédito, porque habiendo tenido Ciervos encerrados en parques donde no habia ningún árbol, y donde por consiguiente no podian estregarse contra ellos; sus cuernos estaban sin embargo, teñidos como los de los otros.
Poco tiempo después que los Ciervos han renovado y bruñido sus cuernos, empiezan á sentir las impresiones del amor: desde fines de agosto y principios de setiembre salen de los sotos, vuelven á los bosques, y empiezan á buscar las ciervas: braman con voz muy fuerte: el cuello y la garganta se les hinchan: andan inquietos y angustiados: atraviesan en medio del dia las campiñas y las llanuras: andan como furiosos, y corren de un país á otro hasta hallar sus hembras, á las cuales tienen necesidad de perseguir, estrechar y sujetar, pues al principio, huyen del macho, y no le esperan hasta estar muy cansadas de su persecución. Cuando dos Ciervos se encuentran cerca de una hembra, riñen antes de obtener su posesión: si son de fuerza igual se amenazan, escarban la tierra, braman con voz terrible, y acometiéndose recíprocamente riñen á todo trance, y se dan con los candiles golpes tan fuertes, que aveces se hieren mortalmente. El combate se termina por la muerte ó la fuga de uno de los dos, y entonces el vencedor no pierde un instante en gozar de su victoria y satisfacer sus deseos, á menos que sobrevenga otro competidor, en cuyo caso va á acometerle para hacerle huir como al primero. Los CierVos viejos son siempre los dueños, por mas fieros y atrevidos que los jóvenes, los cuales no osan acercarse á ellos ni á la cierva, y tienen precisión de esperar que ellos la hayan dejado para poderla obtener, aunque algunas veces gozan de ella precipitadamente mientras riñen los viejos, y luego huyen con prontitud. Las ciervas dan la preferencia á los viejos, no por mas valerosos, sino porque son mucho mas ardientes que los jóvenes: también son mas inconstantes y tienen á su disposición muchas ciervas á un tiempo; pero cuando solo tienen una, no están mucho tiempo en su compañía: la conservan algunos dias, luego se separan de ella y van á buscar otra, con la cual están menos tiempo; y así pasan sucesivamente de unas á otras hasta hallarse totalmente extenuados.
Este furor amoroso dura solas tres semanas, en cuyo tiempo comen muy poco, y no duermen ni reposan: noche y dia andan en pié caminando, corriendo, combatiendo y gozando; y salen de esta fatiga tan flacos y extenuados, que necesitan tiempo para recobrarse y adquirir fuerzas. Con este objeto se retiran, por lo común, á las orillas de las selvas mas cultivadas, en que pueden hallar pasto abundante basta haberse restablecido. La brama en los Ciervos viejos, empieza el 1.° de setiembre y finaliza hacia el 20: en los Ciervos de diez candiles y en los diez candiles nuevos, á mediados de setiembre, y se acaba á principios de octubre: en los enodios ó nuevos desde 20 de setiembre hasta 15 de octubre; y á fines de este mismo mes solo quedan en celo los esta-queros, por ser los últimos que entraron en él. Las ciervas mas jóvenes son igualmente las últimas que entran en celo, el cual termina enteramente á principios de noviembre, en cuya época los Ciervos son mas fáciles cazar por la suma debilidad en que se encuentran. En los años abundantes de bellota se restablecen en poco tiempo, por el buen alimento; y suele observarse, á fines de octubre, un segundo celo que dura mucho menos que el primero.
Las ciervas que están preñadas ocho meses y algunos dias, ordinariamente no paren mas que un cervato, rara vez dos: tienen gran cuidado de ocultar su hijo de la persecución de los Perros, dejándose dar caza ellas mismas, por alejarlos del cervatillo, lo cual ejecutado vuelven á buscarle. No todas son fecundas, y hay algunas que nunca dan fruto: estas son mas corpulentas, y
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Biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig.
Los Tres Reinos de la Naturaleza.
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Ciervo ordinario. Rumiantes. Mamíferos. Zoología. Página 73. Tomo 2. Museo pintoresco de Historia Natural. Los tres Reinos de la Naturaleza. Mamíferos, Publicado a mitad del siglo XIX. Zoología o Reino Animal. Mamíferos. Buffon Historia Natural los Tres Reinos de la Naturaleza
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