Naturaleza de Aragón > Museo Pintoresco Historia Natural. > Tomo 2. Mamíferos
Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión
en vez de ser el primero, y por solo esto ya nos parece que es nada, y que no es digno de aprecio: la comparación es la que té degrada: le miramos y le juzgamos, no en sí mismo, sino relativamente al Caballo: olvidamos que es Asno, que tiene todas las cualidades propias de su naturaleza y todos los dones anejos á su especie, y solo pensamos en la figura y cualidades del Caballo, que le faltan y que no le pertenecen.
El Asno, por su naturaleza, tiene tanto de humilde, paciente y tranquilo, como el Caballo de fiero, impetuoso y ardiente: sufre con constancia, y quizá con valor los castigos y los golpes: es sobrio en la cantidad y cualidad del sustento: conténtase con las yerbas mas ásperas y de sabor mas ingrato, que el Caballo y otros animales desprecian y le dejan; pero es muy delicado en cuanto al agua, no queriendo beber sino de la mas clara y en los arroyos que conoce: bebe con tanta sobriedad como come, y no hunde enteramente la nariz en el agua, por el miedo que dicen, le da la sombra de sus orejas: como no se cuida de limpiarle ó almohazarle, se revuelca en la yerba de los prados, ó sobre los cardos ó los heléchos; y sin hacer caso de la carga que conduce, se echa para revolcarse siempre que puede, baldonando, al parecer, á su dueño lo poco que le cuida: pues el Asno no se revuelca en el cieno ni en el agua, como el Caballo, y aun teme mojarse los pies, y se desvía para huir del lodo; lo cual puedo tal vez contribuir á que tenga la pierna mas enjuta y limpia que el Caballo. Es capaz de educación y se han visto algunos á quienes se han enseñado habilidades que han escitado la curiosidad pública.
El Asno en su primera juventud es alegre, y aun bastante agraciado, y tiene ligereza y gallardía; pero la pierde en breve, ya sea por la edad, ó por el mal trato, y se hace lento, indócil y testarudo: solo es ardiente para el placer, para el cual es furioso, de suerte que nada puede contenerle, y se le ha visto excederse, y morir á pocos instantes; y así como ama con una especie de furor, tiene un cariño indecible á sus hijos. Plinio asegura que cuando se separa el hijo de la madre, pasa esta por medio de las llamas para ir á juntarse con él. También se aficiona á su amo, no obstante maltratarle este ordinariamente: le huele de mucha distancia, y le distingue entre todos los demás Hombres: reconoce también los parajes en que ha acostumbrado habitar, y los caminos que ha frecuentado: tiene buena vista, olfato admirable, sobre todo para las emanaciones de la asna y escelente oido, lo cual ha contribuido á hacerle colocar en el número de los animales tímidos, por suponerse que todos ellos tienen el oido muy fino y las orejas largas: cuando se le carga demasiado, lo da á conocer, inclinando la cabeza y bajando las orejas; y si se le maltrata con exceso, abre la boca y retira los labios de un modo muy desagradable, lo cual le da un aire burlón é irrisorio; tapándole los ojos, permanece inmóvil; y cuando está echado de lado, si le colocan la cabeza de modo que el un ojo esté apoyado contra la tierra y le cubren el otro con una piedra ó un pedazo de madera, permanecerá en esta situación sin hacer ningún movimiento ni diligencia para levantarse: camina, trota y galopa como el Caballo; pero todos estos movimientos son cortos y mucho mas lentos: á los principios corre, con bastante velocidad, pero no puede dar sino una pequeña carrera en un breve espacio de tiempo; y cualquiera quisca su andadura, si se le obliga á ir de prisa, se rinde en breve.
El Caballo relincha y el Asno rebuzna, lo cual ejecuta por medio de un gran grito muy largo, desagradable, y discordante por disonancias alternativas del agudo al grave y del grave al agudo; pero ordinariamente no da este grito sino cuando le instan el amor ó el hambre. La voz de la asna es mas penetrante y clara; y el Asno castrado no rebuzna sino en voz baja de suerte que aunque parezca hacer ó que efectiva-
Equits asinus (Lin.): Onagro, de los antiguos: Koulan, de los tártaros; Chillan, de los calmucos.
Considerando este animal, aun con ojos atentos y con bastante individualidad, puede parecemos que solo es un Caballo degenerado: la perfecta analogía en la conformación del celebro, pulmones, estómago, conducto intestinal, corazón, hígado y demás entrañas, y la gran semejanza del cuerpo, piernas y pies, y de todo el esqueleto, parece comprueban esta opinión; pudiendo atribuirse las pequeñas diferencias que se notan entre estos dos animales, á la influencia antiquísima del clima y del alimento, y á la sucesión casual de muchas generaciones de Caballos silvestres, pequeños y medio degenerados, que con el tiempo se hubiesen bastardeado, aun mas, que se hubiesen degradado después todo lo posible, y presentando al fin a nuestra vista una especie nueva y constante, ó mas bien una sucesión de individuos semejantes, todos viciados constantemente del mismo modo, y bastante diferentes de los Caballos para que podamos reputarlos por especie diversa. Esta idea se hace mas verosímil, si reflexionamos que los Caballos varían mucho mas que los Asnos en el color del pelo, que por consiguiente han sido domesticados con mas antelación, pues todos los animales domésticos varían en el color mucho mas que los animales silvestres de la misma especie: que la mayor parte de los Caballos silvestres de que hablan los viajeros, son de pequeña marca, y tienen como los Asnos, el pelo gris, la cola desnuda y erizada su extremidad; y que hay Caballos silvestres y también domésticos que tienen la raya negra sobre el lomo, y otros caracteres que los aproximan todavía mas á los Asnos domésticos ó silvestres. Por otra parte, si consideramos las diferencias del temperamento, índole, costumbres, en una palabra, del resultado de la organización de estos dos animales, y sobre todo la imposibilidad de mezclarlos para que salga de ellos una especie común, ó una especie intermedia que pueda renovarse, tenemos mayor fundamento para creer que cada uno de estos animales es de una especie tan antigua como la del otro, y ambos en su origen tan esencialmente diferentes como lo son en el dia, y tanto mas, cuanto el Asno no deja de diferenciarse materialmente del Caballo por su pequeña estatura, por lo grueso de la cabeza, lo largo de las orejas, la dureza de la piel, la desnudez de la cola, la forma de la grupa, y también por las dimensiones de las partes próximas ó ella, por la voz, el apetito, el modo de beber, etc.
El Asno, pues, es mi Asno, y no un Caballo degenerado, ni un Caballo de cola desnuda ó despoblada; tampoco es extranjero, intruso, ni bastardo; tiene, como todos los demás animales, su familia, su especie y su clase: su sangre es pura; y aunque su nobleza sea menos ilustre, es tan buena y tan antigua como la del Caballo; ¿por qué, pues, despreciamos tanto á este animal tan bueno, tan sufrido, tan sobrio y útil? ¿Menospreciarán siempre los Hombres hasta en la clase de los animales, á los que les sirven demasiado bien y á poca costa? Al Caballo se le da educación, se le cuida, se le instruye y se le ejercita, al paso que el Asno, abandonado á la torpeza del criado mas ínfimo ó á la malignidad de los muchachos, lejos de adelantar, precisamente debe perder mucho por su educación; y efectivamente, si no tuviese un gran caudal de buenas cualidades, las perdería por el modo con que se le trata, pues es el juguete y la mofa de los rústicos que le conducen con el garrote, que le maltratan, le sobrecargan y fatigan sin precaución ni miramiento, El Asno seria por sí mismo y para nosotros el primer animal, el mas hermoso, mas bien formado, y mas distinguido entre todos los anímales, si no hubiese Caballos en el mundo: por haber Caballos es el segundo
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Biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig.
Los Tres Reinos de la Naturaleza.
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Asno. Mamíferos. Paquidermos. Zoología. Página 55. Tomo 2. Museo pintoresco de Historia Natural. Los tres Reinos de la Naturaleza. Mamíferos, Publicado a mitad del siglo XIX. Zoología o Reino Animal. Mamíferos. Buffon Historia Natural los Tres Reinos de la Naturaleza
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