Caballo. Zoología. Mamíferos. Paquidermos. Página 49. Tomo 2. Museo pintoresco de Historia Natural. Los tres Reinos de la Naturaleza. en Aragón.

Caballo. Zoología. Mamíferos. Paquidermos. Página 49. Tomo 2. Museo pintoresco de Historia Natural. Los tres Reinos de la Naturaleza.

Museo Pintoresco Historia Natural. Tomo 2. Mamíferos

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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión

PAQUIDERMOS. 49

derados. Los habitantes de la isla están persuadidos de que si criasen mas Caballos no habría bastantes pastos para los Bueyes y vacas, cuya propagación procura fomentar la compañía de la India; y habiendo ya 2.600 cabezas de este ganado, que se pretende aumentar hasta 3,000 no es probable que una isla, cuyo diámetro se reduce á tres leguas, permitiese subsistir Caballos silvestres, ni que dejasen de encontrarse si los hubiese. También hay allí un corto número de Cabras silvestres, que cada dia se disminuye, pues los soldados de la guarnición las matan luego que las ven en los bordes de las montañas que rodean al valle en que está situado el fuerte James, y es seguro que con mas razón matarían igualmente los Caballos silvestres, si los hubiese.

»En cuanto á los Caballos silvestres que hay en toda la extensión de lo interior del Asia desde el Volga hasta el mar del Japón, me parece, dice Mr. Forster, que son raza de los Caballos comunes, que se han hecho silvestres. Los tártaros, habitantes de todos aquellos paises, son pastores que viven del producto de su ganado, el cual consiste en Caballos, aunque también tienen vacas, Dromedarios y Ovejas; y habiendo kalmukos ó kirghizes que tienen manadas de 1,000 Caballos, los cuales andan siempre en el desierto buscando su sustento, es imposible guardar tan cuidadosamente estos animales, que de tiempo en tiempo no se estravien algunos y se hagan silvestres, y que, aun en este estado de libertad, dejen de componer manadas numerosas, de lo cual tenemos un ejemplar reciente. En la espedicion del czar Pedro I, contra la ciudad de Azoph, se echaron á pacer los Caballos del ejército, y no habiendo sido posible recobrarlos todos, los que se estraviaron se hicieron silvestres con el tiempo, y actualmente ocupan el desierto que hay entre el Don, la Ukrania y la Crimea. El nombre tártaro que se da á estos Caballos en Rusia y en Siberia es Tarpán; y de estos Tarpanes hay en los paises de Asia que se estienden desde el 30 hasta el 50 grado de latitud. Las naciones tártaras, los mongoles, los mantchcos, como también los cosacos del Jaik, salen á caza de estos Caballos para comer su carne. Se ha observado que estos Caballos silvestres andan siempre en manadas de quince ó veinte, y rara vez en tropas mas numerosas; y que si suele encontrarse un Caballo solo, es ordinariamente de los potros á quienes el jefe de la tropa obliga á que abandonen su compañía, cuando han llegado á edad de causarles recelos, en cuyo caso el potro desterrado procura hallar y separar algunas potrancas de las yeguadas cercanas, silvestres ó domésticas, y llevándoselas consigo, llega de este modo á ser también jefe de una nueva yeguada silvestre. Estas manadas de tarpanes viven por lo común en los desiertos regados por riachuelos, y fértiles en pastos: durante el invierno, buscan y toman su alimento en las cimas de las montañas de donde los vientos han quitado la nieve: su olfato es finisimo, y huelen á un hombre á mas de media legua de distancia; y el modo de darles caza y cogerlos, es rodearlos y hacer que se enreden en cuerdas enlazadas. Su fuerza es extraordinaria, y en llegando á cierta edad, no es posible domarlos; aun los potros no se domestican sino hasta cierto punto, pues nunca pierden enteramente su ferocidad, y conservan siempre una índole áspera y caprichosa.

» Estos Caballos silvestres son, como los domésticos, de muy diferentes colores; y solo se ha observado que el castaño oscuro, el Isabela y el gris de rata son los pelos mas comunes: que no hay entre ellos ningún Caballo pió; y que los negros son también sumamente raros. Todos son de pequeña marca, pero la cabeza es proporcionalmente mayor que la de los Caballos domésticos: su pelo es muy poblado, nunca raro, y á veces largo y ondeado, y sus orejas mas largas, mas puntiagudas, y á veces mas caídas á los lados: su frente es arqueada, y el hocico guarnecido de pelos largos: la crin es también muy poblada, y llega hasta mas abajo de la cruz; son muy altos de agujas: la cola no les baja nunca de los corvejones y sus ojos son fogosos y vivos.

En los contornos de Nippes hay Caballos de esta especie que no son mayores que Asnos, pero mas redondos, recogidos y bien proporcionados, briosos, infatigables y de una fuerza y resistencia muy superiores á lo que prometen á la vista. En Santo Domingo no hay Caballos de la marca de los que se usan para coche, siendo los de aquel país de mediana corpulencia y bien formados; cógese gran cantidad de ellos con trampas y lazos corredizos; pero hay el inconveniente de que la mayor parte de los que se cogen por estos medios salen espantadizos. También hay Caballos en la Virginia que, aunque nacidos de yeguas domésticas, se han hecho tan feroces en los bosques, que es dificultoso llegar á ellos: estos Caballos son del que puede cogerlos, y ordinariamente tan ásperos y de tan mala índole, que es muy difícil domarlos. En la Tartaria, y señaladamente en el país situado entre Urgent y el mar Caspio se valen para dar caza á los Caballos silvestres, que son allí muy comunes, de aves de rapiña amaestradas para este ejercicio, á las cuales se enseña á coger el animal por la cabeza y por el cuello, con lo cual se fatiga sin conseguir que el ave suelte su presa. Los Caballos silvestres de país de los tártaros mongoles y kalkas no difieren del los domésticos, y se encuentran en mayor número en la parte de Poniente, aunque se hallan también á veces en el país de los kalkas que riega el rio Harni. Estos Caballos silvestres son tan ligeros que dejan burladas las flechas de los cazadores mas hábiles: caminan en numerosas manadas y cuando encuentran Caballos domésticos, los rodean y obligan á huir. También hay en el Congo bastante número de Caballos silvestres, y se ven á veces en los contornos del cabo de Bueña-Esperanza.

Si consultamos á los antiguos sobre la naturaleza y propiedades de los Caballos de los diferentes paises, hallaremos que los de Grecia, y señaladamente los de Tesalia y Epiro tenían mucha fama y eran escelentes para la guerra, que los de Acaya eran los mayores que se conocían: que los mas hermosos de todos se criaban en gran número en Egipto, á donde Salomón enviaba á comprarlos á precio muy subido: que en Etiopia probaban mal los Caballos por el escesivo calor del clima: que la Arabia y la África producían los Caballos mas bien formados, y sobre todo los mas ligeros y á propósito para cabalgar y para la carrera: que los de Italia, y señaladamente los de la Pulla eran también muy buenos; que en Sicilia, Capadocia, Siria, Armenia, Media y Persia había Caballos escelentes y recomendables por su ligereza y velocidad; que los de Cerdeña y Córcega eran pequeños, pero ardientes y atrevidos; que los de España se semejaban á los de los partos y eran escelentes para la guerra; que también habia en Transilvanía y en Valaquia Caballos que tenían la cabeza enjuta de las crines tan largas que les llegaban al suelo, y la cola muy poblada, los cuales eran muy veloces en la carrera; que los Caballos daneses eran bien hechos y muy saltadores; que los de Escandinavia eran pequeños, pero de buena estampa y muy ágiles; que los Caballos de Flandes eran vigorosos; que los galos suministraban á los romanos buenos Caballos de silla y de carga; que los Caballos de los germanos eran de ruin presencia y tan malos que no se servían de ellos; que los suizos tenían muchos y muy buenos para la guerra; que los Caballos de Hungría eran también muy buenos, y finalmente, los de la India muy pequeños y débiles.

De todos estos hechos resulta, que los Caballos árabes han sido en todos tiempos y son todavía los mejores del mundo, tanto por su hermosura, como

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Biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig.
Los Tres Reinos de la Naturaleza.
Museo Pintoresco de Historia Natural.
Descripción completa de los animales, vejétales y minerales útiles y agradables:
su forma, instinto, costumbres, virtudes ó aplicaciones á la agricultura, la medicina y las artes en general, comprendiendo mayor número de géneros que en todas las obras publicadas hasta el día.



Caballo. Zoología. Mamíferos. Paquidermos. Página 49. Tomo 2. Museo pintoresco de Historia Natural. Los tres Reinos de la Naturaleza. Mamíferos, Publicado a mitad del siglo XIX. Zoología o Reino Animal. Mamíferos. Buffon Historia Natural los Tres Reinos de la Naturaleza

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