Paquidermos. Mamíferos. Página 22. Los tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 2. Zoología en Aragón.

Paquidermos. Mamíferos. Página 22. Los tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 2. Zoología

Museo Pintoresco Historia Natural. Tomo 2. Mamíferos

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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión

GENERO CERDO.

Sus (Lin.)

Tienen los Cerdos cuarenta y cuatro dientes; á saber, seis incisivos en cada mandíbula; dos caninos arriba y dos abajo, encorvados en su parte superior y lateralmente; y catorce molares también en cada mandíbula, con corona tuberculosa. El hocico es truncado y terminado en ceta; cúbrenle el cuerpo cerdas recias; tienen los dos dedos del medio grandes y con fuertes pezuñas; los dos dedos externos é internó son cortos, y no llegan al suelo.

Jabalí comun

Sus scrofa (Lin.)

Tiene el tamaño de los mayores Cerdos domésticos, de los cuales es origen; los colmillos encorvados hacia fuera y algo hacia arriba, el cuerpo es pesado y cubierto de cerdas erizadas, de color castaño negruzco y sus orejas son rectas. La hembra es algo mas pequeña que el macho; los jóvenes ó jabatos son rayados de blanco y de castaño durante su primera edad, y son entonces muy estimados de los gastrónomos.

El Jabalí, que es el tipo de la especie del Cerdo doméstico, tiene algunos ligeros caracteres diferenciales, producto de su estado salvaje. Habita en los bosques espesos de las regiones templadas de Europa y de Asia; pero no se halla en Inglaterra. Es brutal, de valor intrépido y son muy sabidos los crueles combates que sostiene con los Perros y aun con los hombres que le dan caza.

Estos animales son singulares; su especie, es por decirlo así, única y aislada, y parece que existe mas solitaria que ninguna otra; no se aproxima á ninguna que se pueda considerar como principal ni como accesoria, como lo sería la especie del Caballo relativamente á la del Asno, ó la de la Cabra respecto de la Oveja. Tampoco está sujeta á gran variedad de razas, como la del Perro, y participa de muchas especies, diferenciándose esencialmante de todas. Consideren, pues, este animal los que quieren reducir la naturaleza á pequeños sistemas, y encerrar su inmensidad en los límites de una fórmula, y vean si no deja desairados todos sus métodos. Si se examinan sus extremidades, no se parece á los que han llamado solípedos pues tiene el pié dividido; tampoco se semeja á los que han llamado patihendidos ó bisulcos, pues realmente tiene cuatro dedos en lo interior, aunque en lo exterior no manifieste mas que dos en pleno desarrollo; y finalmente no es parecido á los fisípedos, pues no camina sino con dos dedos, y los otros dos no están ni desarrollados, ni colocados como los de los fisípedos, ni son bastante largos para que pueda servirse de ellos; y por consiguiente tiene caracteres equívocos y caracteres ambiguos, de los cuales los unos son bien claros, y los otros oscuros. Dirán acaso, pues este es error de la naturaleza, y que aquellas falanges, aquellos dedos que no están bien desarrollados á lo exterior, no deben contarse; pero este error es constante, y además este animal no se parece á los patihendidos en los otros huesos del pié, y difiere también de ellos en los caracteres mas visibles, porque estos últimos están armados de cuernos, y carecen de dientes incisivos en la quijada superior, tienen cuatro estómagos, rumian, etc., y el Puerco carece de cuernos, tiene dientes en la quijada superior, y en la inferior, no tiene mas de un estómago, y no rumia: de lo que se deduce con evidencia, que nó es del género de los solípedos, ni del de los patihendidos. Tampoco es del de los fisípedos, pues se diferencia de ellos, no solo en la extremidad del pié, sino también en los dientes, en el estómago, en los intestinos, en las partes de la generación, etc.; y lo mas que puede decirse es, que en ciertas cosas, sirve de transito entre los solípedos y los patihendidos, y en otras entre los patihendidos y los fisípedos, porque en el número y orden de los dientes se diferencia menos de los solípedos que de los demás, asemejándoseles también en lo largo de las quijadas, y en tener, como la mandíbula superior tienen la abertura vuelta hacia abajo; que en el Babirusa, como en todos los demás, la mandíbula superior tiene todos sus alvéolos vueltos hacia abajo, así para las muelas, como para los dientes incisivos, al paso que los solos alvéolos de estos dos grandes colmillos están al contrario, vueltos á lo alto, infiriéndose de aquí que, siendo el carácter esencial de todos los dientes de la mandíbula superior dirigirse hacia abajo, no podían colocarse estos colmillos dirigidos á lo alto en el número de los dientes, y que era forzoso considerarlos como cuernos. Pero estos físicos se engañaron, pues la posición y la dirección son meras circunstancias de una cosa, y no su esencia; y estos colmillos, aunque situados de un modo opuesto á los demás dientes, no por eso dejan de ser dientes, no siendo esto mas que una singularidad en la dirección, la cual no puede mudar la naturaleza del diente, ni de un verdadero colmillo hacer un falso cuerno de marfil.

Estos enormes y cuadruplicados colmillos dan á estos animales un aspecto formidable, y sin embargo son quizá menos temibles que nuestros Jabalíes. Los Babirusas andan en manadas como los Jabalíes, y exhalan un olor fuerte que los descubre, y es causa de que los Perros los cacen con buen éxito; gruñen terriblemente; se defienden, y ofenden con los colmillos inferiores, pues los superiores antes le sirven de estorbo que de utilidad; aunque toscos, y feroces, como los Jabalíes, se domestican fácilmente; y su carne, que es muy buena de comer, se corrompe en poco tiempo. Como su pelo es fino, y su piel delgada, no resisten al diente de los Perros que les dan caza con mas gusto que á los Jabalíes, y consiguen fácilmente vencerlos; se asen á las ramas con los colmillos superiores, para descansar su cabeza, ó para dormir en pié, pareciéndose en esto al Elefante, el cual para dormir sin echarse, sostiene su cabeza poniendo las puntas de los colmillos en agujeros que él mismo socava á este fin en la pared de su domicilio.

El Babirusa difiere también del Jabalí por sus apetitos naturales; pues se alimenta de yerbas y de hojas de árboles, y no procura entrar en los jardines á comer verduras, en vez de que, en el mismo país, el Jabalí se alimenta de frutas silvestres y de raices, y suele asolar los jardines. Además, estos animales que caminan igualmente en manadas, no se juntan nunca, sino que los Jabalíes van por una parte, y los Babirusas por otra; estos caminan con mas ligereza, tienen el olfato muy fino, y suelen ponerse en pié apoyados contra los árboles para olfatear desde lejos los Perros y los cazadores; cuando son perseguidos mucho tiempo y sin intervalo, corren á arrojarse al mar, donde nadando con tanta facilidad como los Añades y sumergiéndose como ellos, se libertan con frecuencia de los cazadores, pues nadan mucho tiempo, y á veces van á gran distancia, y pasan de una isla á otra.

Finalmente, el Babirusa se halla no solamente en la isla de Buró ó Boero, cerca de Amboina, sino también en otros muchos parajes del Asia meridional y de África, como en las Célebes, en Estrila en el Senegal, y en el Madagascar; pues parece que los Jabalíes de esta isla de los cuales habla Flaccourt, y dice que principalmente los machos tienen dos cuernos á los lados de la nariz, son Babirusas. Dícese que la hembra carece de los colmillos superiores, que tan notables son en el macho.

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