Paquidermos. Mamíferos. Página 21. Los tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 2. Zoología. Museo pintoresco de Historia Natural en Aragón.

Paquidermos. Mamíferos. Página 21. Los tres Reinos de la Naturaleza. Tomo 2. Zoología. Museo pintoresco de Historia Natural

Museo Pintoresco Historia Natural. Tomo 2. Mamíferos

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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 6 de junio de 2024 última revisión

Patira ó pécari de collar.

Dycotyles lorquatus (Cuv.)

El Patira es del tamaño del Tayazú de la especie pequeña, del cual solo se diferencia en una lista de pelos blancos, que se prolonga por todo el espinazo desde el cuello basta la cola.

Estos animales habitan en los bosques espesos sin salir de ellos: nunca andan en manadas numerosas, sino que cada familia vive separada; y sin embargo, son muy comunes y no abandonan su país nativo. Su caza se hace con Perros ó sin ellos, á arbitrio de los cazadores. Cuando los Perros persiguen á los Patiras, estos les hacen frente y se defienden con valor. Refúgianse á los huecos que hay en los árboles ó á las madrigueras que han escavado una especie de Armadillos, entrando en estas y aquellos de espaldas , y ocultándose cuanto pueden, y á poco que los provoquen salen de sus guaridas. Para cogerlos al tiempo de su salida se forma antes un recinto de ramas , y luego uno de los cazadores se acerca al hueco ó madriguera con una horquilla en la mano para cogerlos por el cuello, al mismo tiempo que otro cazador los hace salir, y los mata con un alfanje ú otra arma.

GENERO BABIRUSA.

Babirussa (Fed. Cuv.)

Los animales comprendidos en este género tienen treinta y cuatro dientes; cuatro incisivos arriba y seis abajo; dos caninos superiores, que sobresalen del hocico, y se encorvan hácia arriba semicircularmente; dos inferiores arqueados y agudos como los de los Jabalíes. En lo demás se asemejan mucho al Cerdo, aunque tienen las formas mas pesadas.

Alfuro ó baberroso.

Babirussa alfurus(Less); Sus babirussa(Lin.); Babirussa ó Puerco cervino (Buff.—J. Cuv.); Jabalí de las Indias orientales (Briss.)

Es de la magnitud de nuestro Jabalí, si bien tiene el cuerpo á proporción mas grueso. Todos los naturalistas le han considerado como una especie de Puerco, no obstante que no se parece á él en la cabeza, en la corpulencia, en las cerdas ni en la cola, pues tiene las piernas mas altas, mas corto el hocico, está cubierto de pelo corto, tan suave como la lana, y su cola termina en un mechón de la misma lana; su cuerpo es menos pesado y abultado que el del Puerco; su pelo es gris, mezclado de rojo con algo de negro, y sus orejas son pequeñas y puntiagudas. Pero el carácter mas notable, y por el cual se distingue el Babírusa de todos los demás animales, son cuatro enormes colmillos ó dientes caninos; de los cuales los dos mas pequeños salen, como en los Jabalíes, de la mandíbula inferior y los otros dos, que son mucho mayores, parten de la mandíbula superior atravesando las mejillas, ó mas bien los labios superiores, y se extienden en línea curva hasta mas abajo de los ojos; y estos colmillos sonde un marfil hermosísimo, mas limpio y fino, aunque menos duro, que el de los colmillos del Elefante.

La situación y la dirección de estos dos colmillos superiores que atraviesan el hocico del Babirusa, y que dirigiéndose al principio en línea recta á lo alto, se encorvan después en figura circular, y á veces espiral, han hecho discurrir á algunos fisicos harto hábiles como Grevy que estos colmillos no debían reputarse por dientes, sino por cuernos, fundando su dictamen en que todos los alvéolos de los dientes de

clima sin mezcla ni alteración. Nuestro Jabalí es el más fuerte, el mas robusto y el mas temible de los tres: el Pécari aunque bastante feroz, es mas débil, mas torpe y peor armado; sus colmillos cortantes son mucho mas pequeños que los del Jabalí: teme el frió, y no pudiera subsistir sin abrigo en nuestro clima templado, así como nuestro Jabalí no puede subsistir en los climas demasiado frios; ni uno, ni otro de estos animales pudieron pasar de un continente á otro por las tierras del Norte; y así no se debe considerar al Pécari como Puerco de Europa degenerado ó desnaturalizado en el clima de América, sino como animal propio y peculiar de las tierras meridionales de aquel nuevo continente.

Ray y otros muchos autores han pretendido que el licor que sale por la hendidura del lomo del Pécari, es una especie de almizcle, un perfume agradable aun al tiempo de salir del cuerpo del animal, y que este buen olor se percibe á bastante distancia, y perfuma los lugares por donde pasa el animal, y el paraje en que habita. Nosotros hemos esperimentado mil veces lo contrario, dice Buffon: el olor del licor espresado, al tiempo de salir del animal, es tan ingrato que no podíamos sufrirle, ni hacerle recoger sin sumo disgusto. Secándole al aire parece que se pone menos fétido; pero nunca adquiere el olor suave del almizcle, ni el perfume de la algalia, y los naturalistas hubieran hablado con mas propiedad si le hubiesen comparado con el del Castor.

Mr. de la Borde dice, en sus observaciones, que en Cayena hay dos especies de Tayazú, muy distintas, y que no se mezclan, ni juntan. La especie mayor dice, tiene el pelo de la quijada blanco, y en cada uno de los lados de ella una mancha redonda de pelos blancos, del tamaño de medio peso fuerte: lo restante del cuerpo es negro, y el animal pesa cerca de 100 libras. La especie mas pequeña tiene el pelo rojo, y su peso no escede ordinariamente de 60 libras.

Los de la especie grande no corren como los dé la pequeña, tras los Perros y los Hombres, y ambas habitan en los bosques muy poblados y andan en manadas de doscientos á trescientos, en tiempo de lluvias viven en los montes, y cuando estas han pasado se les halla constantemente en los valles y en los parajes pantanosos. Se alimentan de frutas, semillas y raices, y también hozan en los cenagales buscando gusanos é insectos; se les caza sin Perros, siguiéndolos por las huellas, y se les puede tirar y matar muchos, pues estos animales en vez de huir, se apiñan, y á veces dan tiempo de volver á cargar, y de dispararles muchos tiros consecutivos. Con todo, persiguen á los perros, y á veces á los hombres según el mismo M. de la Borde refiere, pues que habiendo ido un día á caza de estos animales con otras muchas personas, y refugiándose entre las piernas de su amo, á vista de los Tayazues, un solo perro que tenían, fueron acometidos los cazadores por los Puercos, en un peñasco á que se habían subido para estar mas seguros, y de donde no cesaron de hacer fuego, sin poder obligarlos á retirarse hasta haber muerto un número crecido de ellos, los cuales asegura sin embargo, que huyen cuando han sido perseguidos muchas veces. Los Tayazues pequeñuelos que se cogen en las cacerías, se domestican fácilmente; pero nunca quieren seguir á los demás Puercos domésticos, ni mezclarse jamás con ellos. En el estado de libertad habitan con frecuencia en pantanos, y suelen atravesar rios caudalosos, y hacer grandes estragos en los plantíos; su carne, dice Mr. de la Borde, que es de mejor gusto, aunque menos tierna que la de los Puercos domésticos: no tiene tocino ni manteca, y es parecida á la de Liebre. No producen sino dos hijos á la vez, pero paren indiferentemente en todas las estaciones, y cuando se les mata, repite que es preciso quitarles las glándulas que tienen en el lomo, pues estas esparcen un olor fétido que daría mal gusto á la carne.

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