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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 19 de junio de 2024 última revisión
1. Minerales y rocas. Se conoce con el nombre de especie mineral e conjunto de cuerpos naturales de índole inanimada que tienen la misma composición química y la misma estructura cristalina.
Las rocas son agregados naturales de diferentes individuos minerales. Cuando éstos pertenecen a la misma especie, la roca se dice simple; cuando la forman minerales heterogéneos, se denomina compuesta. El mármol es una roca simple, formada de cristales de calcita. El granito es compuesta, y está integrada por cristales de cuarzo, feldespato y mica.
2. Clasificación de los minerales. La clasificación de las especies minerales no puede ser nunca tan natural como la de las especies biológicas. Las relaciones genéticas que ligan entre sí a estas últimas obligan al naturalista a reunirlas en grupos con arreglo al parentesco. En cambio, cada especie es en sí perfectamente independiente de las demás. De aquí la diversidad de criterios seguidos por los mineralogistas al elaborar sus clasificaciones.
Los grandes progresos realizados por la química en el siglo XIX determinaron el desarrolla de las clasificaciones de índole química. La más difundida es la del mineralogista alemán Pablo Groth, que es la que, resumida, y en parte modificada, seguiremos en este libro.
3. Nomenclatura mineralógica (Glosología mineral). La mineralogía carece de una nomenclatura científica. Los nombres de los minerales son, como veremos, caprichosos. Se procura, para darles algo de uniformidad, que terminen en ita o ina, como pirita y fluorina; pero los nombres de un gran número de especies, que los tienen consagrados por el uso (cuarzo, ortosa, topacio, cinabrio, corindón....), se han quedado fuera de la regla.
Reconocer un mineral es determinar su naturaleza. Para lograrlo se atiende a los caracteres organolépticos; a la forma cristalina; a las propiedades físicas, principalmente a la dureza y densidad, y a su análisis químico.
El análisis cuantitativo y aun el cualitativo de los minerales es tarea propia del químico. En general, para reconocer los minerales no se requiere otra cosa que someterlos a breves y fáciles operaciones químicas, llamadas ensayos, que dan al mineralogista un indicio de la composición del mineral y le permiten, sin más averiguaciones, descubrir la especie de que se trata.
Los ensayos pueden hacerse por medio del fuego, es decir, por vía seca (ensayos pirognósticos).
Son los propiamente mineralógicos. Lo primero que se necesita para efectuarlos es una llamada producida por un mechero de Bunsen o la de una lamparilla de alcohol, y después un soplete.
La llama. En la llama hay que distinguir dos partes (fig. 712, A): una interna y oscura (a), formada por los gases comburentes que no han entrado aún en combustión, y otra externa y luminosa, en la que tiene lugar aquel fenómeno gracias al oxígeno del aire. En esta región, que es la verdadera llama, se distinguen dos zonas: una interior brillante (b) y otra exterior pálida y azulada (c). En la primera, las partículas combustibles están incandescentes y el oxígeno escasea, por lo cual esta región tiene carácter reductor. En la segunda todos los gases están en combustión y el oxígeno abunda, por lo cual esa zona de la llama goza d propiedades oxidantes.
El soporte. Complemento indispensable en la llama es el soplete. Este instrumento se reduce a un tubo de latón cónico y acodado en L (fig. 713), destinado a verificar la llama y dirigirla hacia el ensayo a modo de dardo (dardo del soplete, fig. 712, B, C). Para lograr esto se sopla de una manera continua por la rama larga del instrumento y se aplica el extremo de la rama corta (s) sobre la llama. Según que la punta del soplete se introduzca en el centro de la llama o se aproxime solamente a sus bordes, se obtiene el dardo de oxidación (B) o el de reducción(C)
1. Ensayos de coloración de la llama. La coloración de la llama se verifica unas veces directamente al acercar a ella el mineral, sujeto con unas pinzas de puntas de platino. En otras ocasiones es preciso humedecer el ensayo en ácido clorhídrico o sulfúrico. La coloración se debe siempre a la formación de sustancias volátiles.
El sodio da color amarillo; el potasio, violeta; el calcio, naranja; el estroncio, carmín, el cobre, verde esmeralda; el cloruro de cobre, azul orlado de púrpura; etc.
2. Ensayos sobre el carbón. En un trozo de carbón vegetal se practica una oquedad. En ella se coloca un fragmento del mineral o un poco del polvo obtenido triturándolo en un morterito de ágata; se le humedece con una gota de agua y s ele somete al soplete. Entonces se observa si el mineral funde, si decrepita, si colorea la llama, si desprende humos coloreados y olorosos, si deja una aureola coloreada alrededor y, finalmente, si deja en el fondo de la oquedad un residuo amorfo o un botón maleable o frágil.
Cuando los minerales son infusibles al soplete, s eles mezcla en el carbón con carbonato sódico, que hace de fundente. Mediante esta sustancia se reconocen muy bien los sulfuros y sulfatos, los cuales se convierten en una masa pardusca, llamad hepar, que con el agua desprende ácido sulfhídrico –de olor a huevos podridos- y ennegrece los objetos de plata por formación de sulfuro de este metal.
3. Ensayos con perlas. Se hacen estos ensayos mediante un hilo de platino enmangado en una varilla de vidrio y retorcido en aro en la punta.
Se calienta el aro hasta el rojo; se toma con él un poco de bórax (tetraborato sódico hidratado) o de sal de fósforo (fosfato sodoamónico), y se le trata por el soplete hasta obtener una perla incolora y transparente. Cuando ésta se halla aún al rojo, se la pasa sobre polvo del mineral (o mejor de su residuo ene l carbón) y se somete al soplete hasta que se disuelva en la perla. El color que ésta adquiere entonces, tanto a la llama de oxidación como a la de reducción, permite averiguar fácilmente al metal de que el mineral se compone.
4. Ensayos en el tubo cerrado. Los tubos cerrados son tubitos de vidrio cerrados a lámpara por un extremo. En uno de ellos, bien seco a la llama. Se observará si el mineral decrepita y fragmenta, si se hunde o si se hincha. Después se verá si se desprende vapor de agua (que se condensará en la parte fría del tubo, empañándolo) o bien si origina humos incoloros o coloreados, olorosos o inodoros. Por último se observará si, hacia la parte media del tubo, se forman sublimados o anillos fijos o volátiles.
Son característicos los vapores de olor a pajuela (azufre quemado). De algunos sulfatos, y los de olor aliáceos de los compuestos del arsénico. También lo son el sublimado amarillo del azufre; el rojo o naranja de los sulfatos de arsénico y de mercurio; el blanco del ácido arsenioso y del óxido de antimonio, y el negro o gris del arsénico y del sulfuro de antimonio.
Lo primero que hay que hacer es disolver el mineral, bien en agua destilada (cosa posible sólo en raras ocasiones), bien en ácido clorhídrico. O nítrico, o en agua regia. Si ni aun en estos reactivos se logrará directamente la disolución del mineral, se le fundirá previamente, sobre el carbón, con carbonato sódico.
La disolución del mineral se efectuará en un tubo de ensayo; pequeñas porciones de esta solución madre se diluirán, dentro de otros tubos, en agua destilada; se las neutralizará con amoníaco, y se las someterá a la acción de los reactivos que se emplean en química para la investigación cualitativa de los compuestos inorgánicos.
Así, por ejemplo, las soluciones de cloruro darán, con solución de nitrato de plata, un precipitado blanco cuajoso, de cloruro de plata, que se enriquece a la luz. Las soluciones nítricas de minerales de cobre (que son de color verde) dan con el amoníaco un precipitado verdoso que se disuelve añadiendo más amoníaco y tiñe el líquido de un bellísimo color azul, etc., etc.
Ya en el momento de la disolución se puede apreciar datos utilísimos para la determinación de los minerales que se ensayan. Los carbonatos, por ejemplo dan, efervescencia, al disolver en los ácidos, por desprender abundantes burbujas de anhídrido carbónico. Muchos sulfuros, en cambio, desprenden, con el clorhídrico, ácido sulfhídrico, fácilmente apreciable por su característico olor a huevos podridos; etc.
Comprende esta clase de minerales los cuerpos simples naturales.
Azufre. Rómbico. De color amarillo y brillo resinoso cuando está puro. El pulverulento es blanquecino. Se electriza negativamente por frotamiento. El azufre volcánico se forma en los volcanes, fumarolas y sulfataras, y abunda en el Vesubio, Etna, etc. El azufre sedimentario se deposita en fuentes termales. Este es el origen de los yacimientos españoles de Libros (Teruel), Hellín y Lorca (Murcia) y Colin (Cádiz).
Diamante. Carbono puro. Regular (fig. 714 y 715). Transparente e incoloro, a veces coloreado. Brillo típico adamantino. Dureza 10 (el más duro de los minerales). Frágil. Arde a los 900º, convirtiéndose en CO2 sin dejar residuo. Su yacimiento más importante es el de áfrica del Sur, en el cual los diamantes se encuentran incluidos en una roca eruptiva que rellena ciertas chimeneas diamantíferas. Se halla también en las arenas de muchos ríos de la India, Borneo y el Brasil. –Para su empleo en joyería los diamantes tienen que ser tallados. Esta operación consiste en producirles una serie de facetas por frotamiento con polvo del propio mineral.
Grafito (Plombagina). Carbono menos puro que le diamante. Tiene propiedades antitéticas a las de ese mineral: color negro; brillo de acero; muy blando (dureza 1); raya (sobre el papel) gris plomo; untuoso al tacto. Infusible e inatacable por los ácidos. Se emplea como lubricante y para la fabricación de lápices.
Platino. Regular. En escamas o pepitas en las arenas de ciertos ríos formando los yacimientos llamados placeres. Color gris de plata. P.e. 16 a 21 (*) (P. e. significa <
Oro. Regular. Se presenta en placeres, o en filones de cuarzo. Color amarillo típico; brillo intenso. Muy maleable (panes de oro). Soluble sólo en el agua regia. – Se encuentra en placeres del Darro, del Sil y del Miño, y hay ricos yacimientos en California, áfrica del Sur y Australia.
Pertenecen a esta clase las combinaciones de los metales y metaloides con el azufre, arsénico y antimonio. Casi todos ellos son opacos, tienen aspecto metálico, peso específico elevado y colores propios. Químicamente se reconocen casi todos porque, son los ácidos, desprenden directamente, o mezclados con hierro pulverizado, acido sulfhídrico de olor a huevos podridos. Desde el punto de vista minero, esta clase es la más importante, pues en ella se encuentran las principales menas metálicas, con excepción de las de hierro, manganeso y estaño. En general, estos minerales se encuentran en los filones, habiéndose formado en virtud de las emanaciones de los magmas.
Antimonita (Estibina, Antimonio gris). Sulfuro de antimonio (S3Sb2). Rómbica. Se presenta en masas laminares o fibrosas de color gris plomo e intenso brillo metálico. Muy blando y muy fusible (lo hace a la llama de una cerilla). Es la mena del antimonio.
Galena. Sulfuro de plomo (SPb). Regular. En cristales a veces muy grandes, o en masas hojosas y granudas de color gris plomo brillantísimas. Con frecuencia lleva plata (galena argentífera). Exfoliación cúbica perfecta. Blanda y pesada (D.* 2 ½; P. e. 7 ½) (D. significa <
Blenda. Sulfuro de zinc (SZn). Regular. Frecuente en masas de color de ámbar y brillo adamantino (blenda acaramelada) o en masas negras, ricas en hierro y de brillo casi metálico (blenda negra o ferrífera). Es la principal mena del zinc.
Cinabrio. Sulfuro de mercurio (SHg). Exagonal hemiédrico. De ordinario se presenta en masas compactas o terrosas de color rojo escarlata (bermellón natural) y aun negruzco. Es la mena del mercurio. El primer yacimiento del mundo es el de Almadén (Ciudad Real).
Pirita (Pirita de hierro). Bisulfuro de hierro (S2Fe). Regular hemiédrica generalmente en cubos o pentágonododecaedros o en combinaciones de ambos (figs. 716 y 717). No es raro que dos pentágonododecaedros se maclen formando la llamada cruz de hierro (fig. 718). Color amarillo de latón y brillo muy intenso; pero generalmente se halla recubierta por una costra parda y mate de limonita (hidróxido de hierro). Dureza 6 ½, por lo que da chispas con el eslabón, a lo que alude su nombre. Es uno de los minerales más abundantes. En España tenemos el gran yacimiento de piritas cupríferas de Riotinto (Huelva), explotadas como mena de cobre. La pirita se emplea para la fabricación del ácido sulfúrico. No se emplea para beneficiar el hierro porque éste resulta frágil.
Calcopirita (Pirita de cobre). Sulfuro de cobre y hierro (S2FeCu). Tetragonal hemiédrico. Generalmente en masas metálicas muy parecidas a las de la pirita, de la que se distinguen por su tono algo verdoso, las irisaciones superficiales y la menor dureza (D. 3 ½ a 4), por lo que no da chispas con el eslabón. Es la primera mena del cobre.
Cuarzo. Anhídrido silícico (SiO2). Exagonal hemiédrico. Cristales (fig. 719), generalmente formados por el prisma exagonal apuntado por una doble pirámide (fig. 720). Incoloro, blanco o coloreado. Transparente u opaco. Brillo vítreo en las caras, craso en las fracturas. D. 7; P. e. 2,6. Infusible al soplete e inatacable por los ácidos excepto, por el fluorhídrico. Es el mineral más difundido en la naturaleza. Se presenta en numerosas variedades que se pueden agrupar en dos categorías:
A) En cristales (CUARZO propiamente dicho): Cristal de roca, incoloro y transparente. Cuarzo ahumado, negruzco. Cuarzo lácteo, blanco. Falso topacio o topacio de Hinojosa, amarillo. Falso jacinto o jacinto de Compostela, rojo opaco. Amatista, violeta.
B) En las masas criptocristalinas de aspecto homogéneo (CUARCINA): Calcedonia, transluciente y de brillo céreo, en masas mamelonadas o arriñonadas de estructura concrecionada. La variedad constituida por capas de diferentes colore se llama ágata u ónice (fig. 709). Sílex. Calcedonia sólo transluciente en los bordes de las fracturas. La variedad compacta es el pedernal o piedra de chispa. Jaspe. Calcedonia opaca e intensamente coloreada por arcilla u otras sustancias. La variedad roja es el jaspe común; la negra es la lidita, empleada por los joyeros como piedra de toque para reconocer la proporción de oro en las joyas.
ópalo. Hidrato silícico o sílice hidratada (SiO2 + nH2O). Amorfo. En formas arriñonadas, arracimadas y crustáceas; también en fosilizaciones. Es una jalea de sílice solidificada, originada por descomposición de los silicatos mediante aguas termales.
Entre sus variedades citaremos: Hialita, clara como el agua. ópalo noble, con espléndidos juegos de luz. Jilópalo u ópalo leñoso, pseudomórfico de madera, cuyo aspecto conserva admirablemente. Geiserita, variedad crustácea de los géiseres. Trípoli, masa pulverulenta formada por caparazones de diatomeas y radiolarios.
Casiterita. Bióxido de estaño (SnO2). Tetragonal (Fig. 721). Cristales en general de aspecto de acero pavonado y maclados formando la macla en visera o pico de estaño (fig. 722). Es la mena del estaño. Abunda en Cornwall (Islas ritánicas: Islas Casitérides de los antiguos).
Pirolusita. (Manganesa negra). Bióxido de manganeso (MnO2). Tetragonal. Ordinariamente de masas terrosas, negras, que tiznan los dedos. Es muy frecuente en las dendritas en las fisuras de las rocas. Es mena del manganeso y se emplea para decolorar el vidrio (jabón de vidrios), para obtener el cloro y para fabricar los hipocloritos.
Corindón. Sesquióxido de aluminio (Al2O2). Exagonal. Muy duro (D. 9) (es uno de los minerales más duros). Se distinguen tres géneros:
1º CORIDóN NOBLE, en cristales transparentes bellísimos: azul, zafiro; rojo, rubí oriental; rojo oscuro, carbunclo; violado, amatista oriental; verde, esmeralda oriental; incoloro, telesia o leucozafiro.
2º ESPATO ADAMANTINO, en granos turbio.
3º ESMERIL: mezcla pulverizada de corindón y otros minerales, útil para pulimentar. Las variedades nobles proceden de la India y Ceilán.
Oligisto (Hematites roja). Sesquióxido de hierro (Fe2O2). Exagonal, en cristales generalmente chatos. Frecuentes las agrupaciones en rosetas y los agregados hojosos, escamosos y fibrosos. Estas variaciones tienen color negro y brillo de acero pavonado. Más frecuentemente se presenta el oligisto en agregados compactos o en masas terrosas de color rojo llamadas, respectivamente, hematites roja y ocre rojo. La raya y el polvo son siempre rojos.
Limonita (Hematites parda). Hidróxido de hierro (Fe2 + nH2O). La limonita propiamente dicha es compacta y de color pardo; la llamada limonita fibrosa o hematites parda tiene estructura fibrosa o fibrosorradiente y color negro y color negro, pero con raya y polvos pardos, presentándose en concreciones estalactíticas racerosas, etc., y a veces en pisolitas y oolitas. La variedad terrosa se llama ocre amarillo. Es mineral muy abundante, y se forma por descomposición de toda clase de minerales de hierro. Mena importante de este metal.
Sales de los ácidos clorhídrico y fluorhídrico, es decir, cloruros y fluoruros. Son minerales lapideos, incoloros, o coloreados accidentalmente en tonos varios, y de débil dureza. Muchos de ellos son solubles en el agua y sápidos. Algunos se forman por sublimación en los volcanes; otros, por cristalización en las aguas del mar o de los ríos y lagos salados.
Sal común (Sal gema, Sal marina, Sal piedra, etc.). Cloruro sódico (ClNa). Regular (fig. 723). Incolora o coloreada en rojo o amarillo por óxido de hierro; a veces gris, azul o verde. Soluble en agua. Sabor típico.
Se encuentra: 1º Disuelta en el mar y en los lagos y río salados. 2º En eflorescencia en los suelos esteparios y a las orillas de aquellos lagos. 3º En los yacimientos salinos, como los de Stassfurt (Alemania), Cabezón de la Sal (Santander) y Suria-Cardona (Barcelona). En Cardona la sal forma una curiosa montaña roja (fig. 653).
Silvina. Cloruro potásico (ClK). Regular. Se diferencia de la sal común, con la cual se encuentra, por su sabor amargo. Muy útil para preparar abonos potásicos.
Fluorita (Espato fluor). Fluoruro cálcico (F2Ca). Regular. En hermosos cristales (fig. 652) de facies cúbica y crucero octaédrico, o en masas espáticas. Frecuente la macla de dos cubos (fig. 724). Típicamente, incolora; pero se suele ofrecer bellamente coloreada en violeta, verde, azul o amarillo. Brillo vítreo. Dureza 4.
Sales del ácido carbónico (CO2H2). Se reconocen fácilmente porque con los ácidos dan efervescencia (desprendimiento de burbujas de CO2)* (He aquí la reacción del carbonato cálcico con el ácido sulfúrico: CO2Ca + SO4H2 = SO4Ca + CO3H2. Pero el ácido carbónico se disocia inmediatamente en agua y anhídrido carbónico: CO3H2 = H2O + CO2.)
Calcita (espato calizo). Carbonato cálcico (CO3Ca). Exagonal hemiédrica (figs. 725 y 726) con perfecta exfoliación romboédrica (fig. 655). Dureza 3.P. e. 2,6 a 2,8. Es, después del cuarzo, el mineral más difundido en la naturaleza y uno de los que más utilidad reporta al hombre. Se presenta en dos modalidades diferentes:
1. ª CALCITA CRISTALIZADA o espato calizo, es decir, en cristales, frecuentemente reunidos en drusas (fig. 726). Su variedad transparente es el espato de Islandia (fig. 711).
2. ª CALCITA CRISTALINA o piedra caliza, es decir, en masas roquizas. De ésta se conocen muchas variedades: 1. Caliza sacaroidea o granuda, como los mármoles estatuarios (Carrara, Italia; Paros, Grecia), de color blanco, y los ornamentales teñidos y, a veces, vereados. 2. Caliza concrecionada (oolítica, pisolítica, estalactítica, incrustante). 3. Creta, formada por caparazones de foraminíferos (fig. 755). 4. Caliza litográfica, variedad arcillosa de grano finísimo, utilizada en litografía.
Dolomita. Carbonato calcicomagnésico (CO2Ca, CO2Mg). Isomorfa con la calcita, con la cual se presenta a veces mezclada formando calizas dolomíticas, de mayor dureza y densidad que las calizas ordinarias.
Siderita (Espato de hierro, Siderosa). Carbonato ferroso (CO2Fe). Isomorfa con los minerales anteriores, pero más densa. Se suele presentar en masas espáticas de color melado. Mena importante del hierro.
Aragonito. Carbono cálicico (CO2Ca). Es la forma rómbica del carbonato cálcico. Se suele presentar en maclas triples centradas de tres prismas rómbicos que imitan a veces un prisma exagonal (fig. 707) y se llaman en Molina de Aragón (Guadalajara), donde fue descubierto, torrecicas. Es mucho menos frecuente que la calcita. Se el encuentra formando parte de nácar de la concha de los moluscos.
Malaquita y Azurita. Son carbonatos de cobre hidratados, del sistema monoclínico. El primero es de hermoso color verde (cobre verde); el segundo, azul (cobre azul). Se presentan, generalmente asociados, sobre minerales de cobre, de los cuales proceden por alteración atmosférica. La malaquita de los Urales es una estimada piedra ornamental.
Sales del ácido nítrico (NO2H).
Nitro (Salitre). Nitrato potásico (NO2K). Rómbico, parecido al aragonito. Color blanco y sabor salado fresco. Sobre el carbón se comporta como el nitro, pero colorea la llama de amarillo. Se halla, acompañada de yeso, arcilla y sal, formado el llamado caliche, en las regiones secas de Chile, Perú y Bolivia. Se emplea como abono y para la fabricación del ácido nítrico y del nitro.
Sales de ácido sulfúrico (SO4H2).
Anhídrita. Sulfato cálcico (SO4Ca). Rómbica. En cristales o masas espáticas o fibrosas blancas, azuladas o rojizas. Se encuentra en los yacimientos salinos de Stassfurt, cabezón de la Sal y Cardona-Suria, alternando con yeso y sal común.
Baritina (Espato pesado). Sulfato bárico (SO4Ba). Rómbica. Grandes y bellos cristales incoloros y transparentes, o coloreados y opacos. Se reconoce fácilmente por su gran densidad (P. e. 4,5) y por ser inatacable por los ácidos.
Yeso. Sulfato cálcico hidratado (SO4Ca, 2H2O). Monoclínico. Cristales generalmente grandes (fig. 704) y frecuentemente formando maclas en flecha (fig. 703) o en hierro de lanza (fig. 727). Se presenta también en agregados espáticos laminares (espejuelo), fibrosos (yeso fibroso) y granulosos (yeso sacaroideo). Cuando este último es blanco se llama alabastro de yeso. Se exfolia fácilmente en láminas nacaradas y tiene poquísima dureza (D. 1 ½ a 2). Incoloro y transparente o coloreado y opaco. En el tubo cerrado desprende agua y se convierte en un polvo blanquecino (yeso vivo) que fragua en el agua. Se encuentra en estratos sedimentarios y en concreciones en terrenos arcilloso.
Epsomita (Sal amarga, Sal de la Higuera, sal de Calatayud, Sal de Vaciamadrid, Sal de Epsom). Sulfato magnésico hidratado (SO4Mg, 7H2O). Rómbica. De ordinario en eflorescencias en terrenos esteparios y disuelta en el mar y en las aguas amargas, a las que comunica su sabor y propiedades purgantes: Epsom (Inglaterra), Vaciamadrid, La Higuera, Loeches, Carabaña, etc.
Espinela. Aluminato magnésico (Al2O3, MgO). Regular. Cristales octaédricos frecuentemente maclados (fig. 728) y de gran dureza (D. 8,0). Incolora o coloreada, generalmente en rojo, y transparente (espinela noble). Esta puede ser: rojo amarillento (rubicela), rojo pálido (rubí balaje) y rojo oscuro (rubí espinela), siendo estimada en joyería. Se encuentra en las arenas de ciertos ríos.
Magnetita (Hierro magnético). Ferrito ferroso (Fe2O2, FeO) u óxido ferrosoférrico (Fe3O2). Isomorfa con la espinela, de la que difiere por su menor dureza (D. 5 ½ a 6 ½), su mayor densidad y su color negro de hierro con brillo metálico. Fuerte magnetismo a veces polar (piedra imán). Importantísima mena de hierro muy difundida. Se presenta en filones, en rocas eruptivas básicas y en arenas magnéticas.
Apatito. Fosfato tricálcico clorado y fluorado. Exagonal. Se presenta en dos variedades: 1ª APATITO propiamente dicho. En hermosos cristales prismaticocolumnares generalmente verdes (esparraguina). Brillo vítreo. Fosforece por el calor. 2ª FOSFORITA. Variedad criptocristalina, en masas fibrosas, compactas, terrosas o concrecionadas.
El apatito está difundido en las rocas eruptivas y metamórficas. Su importancia es enorme, pues de él procede todo el ácido fosfórico de la naturaleza y por tanto el de la materia orgánica.
Piromorfita. Fosfato de plomo clorado. Igual que el apatito, pero mucho más denso. (P. e. 5,9 a 7,0). Generalmente de color verde.
Sales de los ácidos silícicos (metasilícico, ortosilícico y trisilícico). Es un grupo importantísimo por el número de especies y por el papel sobresaliente que desempeñan en la construcción de las rocas y, en general, en la corteza terrestre. Todos los silicatos son minerales lapideos de considerable dureza y escaso peso específico. Los estudiaremos reunidos en grupos naturales.
Grupo de los Feldespatos. Lo integran silicatos alumínicos de sodio, potasio y calcio, puros o en mezcla isomorfa. Son de colores claros y se distribuyen en dos series, una monoclínica (fig. 729) y otra triclínica (fig. 730).
Los minerales de la primera se llaman ORTOCLASAS por su exfoliación ortogonal. Los de la segunda, PLAGIOCLASAS, por su exfoliación oblicua (ángulo oscilante entre 85º50´y 89º30´).
Entre las ortoclasas sólo merece mención la Ortosa: silicato alumínicopotasico frecuentemente cristalizado en maclas de Carlsbab (fig. 731).
Las Plagioclasas son mezclas isomorfas de silicato alumínico sódico y silicato alumínico cálcico, de donde que se las llame también feldespatos calcosódicos. Sus cristales suelen presentarse en maclas múltiples en zigzag (fig. 708).
Grupo de los Piroxenos. Silicatos magnésicos, cálcicos y férricos en mezclas isomorfas. Su color es tanto más oscuro cuanto más hierro poseen. Unos son rómbicos, otros monoclínicos y otros triclínicos, pero en todos la exfoliación es en ángulo recto (fig. 732, A). Los más importantes son la Augita, que se presenta en cristales verdosos o negros, y la Dialaga, que aparece formando tablas exfoliantes en delgadas hojas y tiene color pardo verdoso y brillo bronceado. Ambas son monoclínica (fig. 733) y se encuentran en las rocas eruptivas.
Grupo de los Anfiboles. Grupo paralelo al anterior en composición química y cristalización. Su exfoliación le distingue de los piroxenos, pues es según ángulos de 124º (fig. 732, B). El anfíbol más importante es la Hornblenda, mineral monoclínico muy ferrífero y negro que abunda mucho en las rocas ígneas (fig. 734). Tiene también la Actinota, que se presenta en cristales aciculares o en filamentos asociados en haces o entrecruzados en fieltro. La variedad ferrífera es de color verde oscuro. Las variedades libres de hierro son blancas o verde claro y reciben el nombre de colectivo de TEMOLITA. Tales son el amianto, formado de largas fibras rígidas, y el cuero o cartón de montaña. Estas tres variedades tienen numerosas aplicaciones por ser combustibles e inatacables por los ácidos y tener aspecto de fibras textiles.
Grupo de las micas. Minerales monoclínicos, aparentemente exagonales, caracterizados por la fácil exfoliación hojosa (fig. 735), su perfecta elasticidad y su brillo muy intenso (micare = brillar). Son silicatos aluminícos sódicos o potásicos, con o sin magnesio y hierro. Las principales especies son la Moscovita, o mica potásica, incolora y transparente (mica blanca), utilizada en sustitución del vidrio en estufas, ventanas, etc., y la Biotita o mica ferromagnesica, de color negro (mica negra).
Grupo del peridoto u Olivino. Silicatos magnésicos ferrosos del sistema rómbico. El más importante es el Olivino (fig. 736), de color verde oliva, frecuente en las rocas volcánicas en unión de piroxenos.
Grupo del Topacio. Silicatos alumínicos anhidros de gran dureza (D. 7 a 8). El más importante es el Topacio, que contiene fluor y se presenta en hermosos cristales rómbicos de color generalmente amarillo, estimadísimos en joyería. Merece también mención la Estaurolita, que es muy rica en hierro y se presenta en grandes cristales rómbicos negros maclados en cruz (figs. 705 y 737), a lo que alude el nombre (staurolita = piedra de cruz).
Grupo de los Granates. Silicatos alumínicos de calcio, magnesio, hierro, etc. (pero no alcalinos), que cristalizan en el sistema cúbico, en combinaciones en que domina el rombododecaedro o el trapezoedro (fig. 738).
Las principales especies son: el aluminicocálcico, que generalmente es verde (grosularia); el aluminicomagnésico, de color rojo de sangres (piropo); el alumínicoferroso, de color carmesí (almandino o carbunclo), y le ferricocálcico, que puede presentarse amarillo (topazolita), negro (melanita), etc.
Grupo de las Turmalinas. Silicatos alumínicos boríferos, con calcio o magnesio, hierro, cromo, etc., que cristalizan en formas hermimórficas del sistema exagonal (fig. 739).
Comprende muchas especies diferenciables por la coloración. Las principales son: Acroita, incolora; Indicolita, azul o verde, y Chorlo, negra, por ser muy ferrífera. Las variedades transparentes y coloreadas (turmalinas nobles) se emplean en joyería.
Grupo de Berilo. El Berilo es un silicato de aluminio y berilio ordinario de color amarillo o verdoso y cristalizado en el sistema exagonal. Sus cristales (fig. 740) son a veces enormes (de hasta un metro de altura y 1,500 kilogramos de peso). La variedad cromífera, de bello color verde, es la valiosísima esmeralda, llamada aguamarina cuando es pálida y transparente.
Grupo de las Serpentinas. Está integrado por silicatos magnésicos hidratados procedentes de la transformación de silicatos magnesíferos anhidros, principalmente del Olivino, Piroxenos y Anfíboles. Las especies más importantes son: Serpentina. Muy efímera. Se presenta en masas de color verde vetadas de pardo o negro. Es de valor ornamental. Sepiolita (Espuma de mar, Piedra loca). Se presenta en masas compactas blancuzcas y muy porosas que flotan en el agua y se adhieren a la lengua. Se emplea para confeccionar boquillas, etc. Talco. Se presenta en masas blancoverdosas hojosas y escamosas, muy blandas (D. 1), untuosas al tacto y fácilmente exfoliantes en láminas flexibles, pero no elásticas. La variedad compacta es la esteatita o jaboncillo de sastre. El talco molido se emplea como lubricante para las máquinas, en guantería, y para hacer polvos de tocador.
Grupo de las Arcillas y el Caolín. Silicatos alumínicos hidratados. Proceden de la descomposición de los silicatos alumínicos (principalmente de los feldespatos). Se reconocen por el olor a tierra mojada que desprenden cuando se les echa el aliento y por adherirse a la lengua. El Caolín es el silicato alumínico hidratado puro, de color blanco, que se presenta ordinariamente en las masas pulverulentas que dan con el agua una masa plástica empleada para hacer porcelana (tierra de porcelana). Las Arcillas son silicatos alumínicos hidratados impurificados por cal, álcalis e hidrato de hierro. Amorfas. Se presentan en masas terrosas de color oscilante del amarillo al rojo, según la proporción de hierro. Unas dan pasta moldeable con el agua (arcilla plásticas), otras no (arcillas esmécticas). Estas absorben las grasas, por lo que se utilizan para desengrasar la alna (tierra de batán). Aquellas se emplean en alfarería y para hacer ladrillos y tejas.
Las llamadas arcillas refractarias son arcillas plásticas pobres en hierro y por tanto blanquecinas. Las arcillas mezcladas con sílice constituyen las llamadas gredas, tan empleadas para fregar.
Minerales formados por sustancias carbonosas procedentes del reino orgánico.
Grupo de los hidrocarburos y resinas. Está formado por cuerpos hidrocarburados y los productos resultantes de la oxidación de ciertos hidrocarburos.
Petróleo o Nafta. Es un líquido pardo o negro, rara vez amarillo, que flota en el agua (P. e. 0,6 a 0,9) y arde fácilmente en el aire. Químicamente, es una mezcla de diferentes hidrocarburos líquidos, sólidos y gaseosos, que pueden separarse unos de otros por destilación.
Entre 20º y 100º se separan los aceites ligeros; de los 150º a los 300º, los aceites intermedios o petróleos refinados; entre los 300º y 400º, los aceites pesados; el residuo es la pez mineral. De los aceites ligeros se saca la gasolina y la bencina; de los pesados, la vaselina y la parafina.
Se encuentra impregnando rocas arenosas y esquistosas o acumulado en grietas y bolsadas. Los yacimientos más importantes son los de Pensilvania, California, Méjico (fig. 71), Colombia, Venezuela, Argentina, Bakú (Cáucaso), Galitzia y Rumania.
Asfalto (Betún de Judea). Es una sustancia negra, de brillo resinoso, blanda, poco pesada (D. 1 a 2; P. e. 1,1 a 1,2) y de fractura concoidea, que resulta de la oxidación de los petróleos. Funde a los 100º. Como variedad del asfalto se considera el betún o pez natural, que es viscoso o plástico. Se encuentra impregnando rocas en diversos lugares y flotando en el mar Muerto (lago Asfaltites). En la isla de la Trinidad (Antillas) existe un lago de asfalto (lago de la Brea) de 2Kms de diámetro. En España se encuentra en Libros (Teruel).
Ámbar (Succino). Es una resina fósil, que frecuentemente encierra insectos y arañas, segregada en la Era terciaria por una conífera especial. Se encuentra formando pequeñas masas y gránulos amarillos o pardos de brillo céreo y gran fragilidad, que arden en el aire con un olor agradable sui géneris. D. 2 a 2 ½; P. e. 1,0 a 1,1.
Grupo de los carbones naturales. Los carbones naturales son el resultado de una fermentación especial (fermentación carbónica) de restos vegetales, en virtud de la cual la celulosa y la lignina van perdiendo oxígeno e hidrógeno y enriqueciéndose en carbono. Se distinguen cuatro especies: turba, lignito, hulla y antracita.>/p>
Turba. Carbón formado en las turberas actuales y en las de la Era cuaternaria de la manera que indicaremos oportunamente. Está constituido por un fieltro de restos vegetales de color pardo o negruzco. Arde fácilmente, pero con poco poder calorífico.
Lignito. Carbón de las Eras terciaria y secundaria. Color pardo o negro. Se distingue una variedad leñosa (lignito propiamente dicho), otra terrosa y otra compacta. Esta es negra, brillante y de fractura concoidea; se llama azabache. Contiene el lignito del 55 al 75% de carbono, arde con llama fuliginosa y libera de 2,000 a 7,200 calorías.
Hulla (Carbón de piedra, Hormaguera). Carbón de las Eras primaria y secundaria, singularmente de aquella y sobre todo del Período carbonífero. Es negro, frágil, hojoso o fibroso, de brillo vítreo o céreo y de raya negra. Su naturaleza vegetal se reconoce al microscopio. Contiene de 74 a 94 % de carbono, y arde con alguna dificultad, liberando de 7,500 a 9,600 calorías y dejando del 1 al 30 % de cenizas.
Se distinguen dos variedades: las hullas grasas, que arden con llama larga y fuliginosa, y las secas o magras, que arden con llama corta. Las primeras dan por destilación gases combustibles (gas del alumbrado) y gran número de productos líquidos muy útiles en la industria moderna, y dejan como residuo el carbón de cok.
Las minas de carbón más importantes son las de los Estados Unidos, China, Siberia, Inglaterra, Bélgica y Alemania. Se encuentran también ricos yacimientos de hulla en la Argentina, Chile y Colombia. En España hay dos cuencas hulleras importantes: la de Asturias y la del norte de León.
Antracita. Es el más antiguo de los carbones, el más rico en carbono (95%) y el de más potencia calorífica. Color negro, brillo vítreo submetálico, a veces con irisaciones. Arde difícilmente y sólo cuando dispone de aire abundante. Seguramente es una hulla metamorfizada por las presiones orogénicas o por contacto con masas eruptivas. Su naturaleza vegetal se aprecia a veces mediante el microscopio. Se encuentra asociada a hullas carboníferas y en terrenos silúricos y devónicos.
Introducción.
Historia Natural. Seres naturales. División de la Historia Natural.
Notas diferenciales entre los seres inórganicos y los dotados de organización.
PRELIMINARES.
Ciencias biológicas.
Los fenómenos vitales. Funciones elementales de la vida.
La clasificación de los seres vivos. Grupos taxonómicos.
La especie.
La nomenclatura de los seres vivientes.
Subdivisiones de la especie.
Los Reinos biológicos.
1ª Parte: BIOLOGIA GENERAL.
Capitulo I. LA MATERIA VIVIENTE.
Capitulo II. EL ORGANISMO ELEMENTAL.
Capitulo III. LOS SERES PLURICELULARES.
Capitulo VI. TEORIA DE LA DESCENDENCIA.
II. EMBRIOLOGÍA ANIMAL.
III. LOS GRUPOS TAXONÓMICOS ANIMALES.
IV. ECOLOGÍA ANIMAL.
V. ZOOGEOGRAFÍA.
I. La célula y los tejidos vegetales.
II. Organización de los vegetales.
III. Fisiología vegetal.
IV. Ecología Vegetal.
V. Grupos Taxonómicos.
Arrizofitas.
Rizofitas.
Pteridofitas.
Fanerogamas.
Gimnospermas.
Angiospermas.
VI. FITOGEOGRAFÍA.
Mineralogía - Cristalografía
Mineralogía especial
Petrología especial
Geología Fisiológica
Geodinámica
Geología histórica
Geología apéndice
Si quieres ampliar tu información sobre la naturaleza en Aragón puedes empezar recorriendo sus variados paisajes
Se puede empezar conociendo la fauna también la flora los hongos la geología de su territorio y el uso del agua en Aragón.
Para deleitar la vista, puedes fijarte en la colección de fotografías de animales pequeños
Puedes sumar cultura y naturaleza en sus Parques culturales
Para profundizar puedes estudiar la Historia Natural para avanzar en las ciencias naturales o su extenso Bestiario que se desarrolla en sus monumentos históricos.
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