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Autor: Francisco Javier Mendivil Navarro Fecha: 19 de junio de 2024 última revisión
La división de los seres vivientes en unicelulares y pluricelulares es fundamental. La célula es un organismo autónomo dotado de vida propia que puede presentarse como individuo elemental aislado en la naturaleza. Los seres pluricelulares son, por tanto, individuos de segundo orden en los cuales las individualidades celulares integrantes se aunan para dar una individualidad de categoría superior.
Por el modo de reunión se pueden distinguir dos tipos de asociaciones celulares, las colonias o reuniones de células sueltas y las personas (Haeckel) o reunión de células íntimamente unidas y más o menos diferenciadas para el trabajo fisiológico.
Las colonias celulares abundan entre las algas inferiores y los protozoos. Unas veces las células integrantes están en contacto, otras se hallan separadas por una jalea, como suele ocurrir en las algas cianofíceas (fig. 9); en ocasiones se relacionan Dor delicados hilillos protoplásmicos, y a veces mediante pedúnculos especiales, como es el caso del curioso flagelado Codonocladium umbelatum (fig. 10).
Figura 9. Alga cianoficea, aumentada doscienta cuarenta veces (segun Sachs). A-E, fases de la formación de una colonia.
Mientras las asociaciones que acabamos de describir pueden considerarse como colonias de varios individuos unicelulares, las asociaciones llamadas personas tienen que considerarse como individuos pluricelulares. Se dividen estas asociaciones en sincicios o fusiones celulares y policicios o asociaciones de células separadas por las membranas respectivas.
Los sincicios se forman algunas veces por la fusión de células ameboideas independientes, pero pertenecientes a la misma especie, que juntan sus protoplasmas, pero no sus núcleos, formando lo que se llama un plasmodio.
Tal es el caso de los hongos mixomicetos, que parecen gigantescas amebas con infinidad de núcleos.
Lo general es que el sincicio se forme por crecimiento de una célula primitiva cuyo núcleo se multiplica sin que el protoplasma se segmente.
El organismo resultante puede considerarse, o bien como una célula única polinucleada, o como un organismo pluricelular.
Figura 10. Codonacladiun umbelatum. Colonia de Coanoflagelados. Según Stem, en Dofiem.
Figura 11.Opalina ranarum, infusorio con numerosos núcleos (según Zaller).
Para estos casos conviene substituir el concepto de célula por el de enérgida introducido por Sachs para designar al núcleo y a la zona de protoplasma colocada bajo su influencia. Siendo realmente la enérgida la unidad celular fisiológica, los sincicios son de hecho organismos pluricelulares.
Organismos sinciciales no se encuentran más que entre los protozoos y las talofitas. Entre los primeros citaremos el infusorio Opalina ranarum y numerosos radiolarios; entre las segundas, las algas sifonales y los hongos sifomicetos.
La asociación celular más perfecta es la constituida por células o enérgidas separadas por las respectivas membranas, pero relacionadas anatómica y funcional-mente entre sí para formar un organismo único, dentro del cual las células integrantes tienen una autonomía sólo relativa y limitada.
Las relaciones anatómicas entre las células de un mismo organismo se hace mediante plasmodesmos o puentes intercelulares, es decir, mediante comunicaciones plasmáticas que se entablan entre las células contiguas a través de perforaciones de las membranas de separación (fig. 12).
Figura 12. Una célula de la corteza de muérdago. n, núcleo. ch, cloroplastos. m, membranas, s, plasmodesmos. Según Strasburger.
Las relaciones funcionales entre las células de un mismo organismo se realizan químicamente mediante el humor o plasma intersticial que las baña. La composición de este líquido orgánico es específica. Está caracterizada por contener ciertos principios activos denominados hormonas, que regulan la actividad del organismo. Todas las células vierten al líquido orgánico sus secreciones activas, pero hay en los seres vivos, principalmente en los animales, glándulas especiales, llamadas glándulas endocrinas o de secreción interna, encargadas de segregar hormones específicos. Los hormones son, como suele decirse, «mensajeros químicos» encargados de llevar a las células la orden de regular en uno u otro sentido su actividad.
Los seres inferiores realizan las funciones elementales de la vida sin necesidad de órganos especiales destinados a cada una de ellas. En los animales superiores encontramos órganos diversos encargados de realizar exclusivamente una de esas funciones o bien un acto especial de ellas. Tiene lugar, pues, en los organismos superiores, una división del trabajo fisiológico comparable a la división del trabajo en las grandes fábricas modernas o dentro de las sociedades humanas.
El principio de la división del trabajo fisiológico en los seres vivos, descubierto por Milne Edwars y estudiado filosóficamente por Spencer, tiene como consecuencia el perfeccionamiento de los seres vivos que lleva aparejada la complicación de los organismos, es decir la diferenciación orgánica o creación de órganos especiales.
En el hombre y demás organismos superiores, la división del trabajo fisiológico se traduce, en primer lugar, en la existencia de numerosos aparatos y sistemas, cada uno de los cuales realiza una función determinada. Por ejemplo: el aparato digestivo, el respiratorio, el circulatorio, el excretor, el sistema nervioso, el sistema muscular, etc. Pero el principio de la división del trabajo tiene lugar también dentro de cada aparato y éstos se hallan, en efecto, diferenciados en órganos encargados de realizar un acto de la función. Así, el aparato digestivo consta de numerosos órganos: lengua, dientes, glándulas salivares, estómago, intestinos, etc., encargados de actos especiales: masticación, insalivación, digestión, etc.
La división del trabajo fisiológico se manifiesta también en las células integrantes del organismo pluricelular. Las células de éste no se conservan iguales, sino que se modifican en sus formas, en sus dimensiones, en su estructura y hasta en su fisiología, para dar lugar a castas de células diferentes por su morfología y por su misión en el organismo. A este fenómeno se le denomina diferenciación celular.
Reciben el nombre de tejidos las asociaciones de células de un ser pluricelular que tienen la misma estructura y análoga función.
Los órganos de nuestro cuerpo están formados por uno o varios tejidos. Se llaman sistemas los aparatos que, como el muscular y el nervioso, se componen casi exclusivamente de un solo tejido.
El estudio de los tejidos forma una parte muy importante de la anatomía, llamada histología.
Figura 13. El ortóptero Raphiderus scabrosus con tres patas (r) regeneradas. Según Bordage en Korschet.
1. Regeneración. — Con este nombre se designa el proceso mediante el cual un animal o una planta forma de nuevo una parte de su cuerpo que, normal o fortuitamente, le ha desaparecido. En los mamíferos y aves esa facultad está muy reducida, pues se limita a la substitución de los pelos o las plumas, a la renovación de la capa córnea de la piel (como ocurre después de una fuerte insolación) y a la cicatrización de las heridas. En los animales inferiores, la regeneración tiene gran importancia, siendo tanto más profunda cuanto más sencillo es el animal. Los lagartos, por ejemplo, regeneran la cola; los anfibios pueden regenerar los dedos de las patas y aun el cristalino del ojo; algunos artrópodos regeneran las patas, las antenas y los ojos (fig. 13); las estrellas de mar los brazos perdidos y aun es capaz uno de sus brazos de regenerar todo el animal (fig. 14); finalmente, las lombrices de tierra y otros gusanos así como muchos pólipos se dejan partir en trozos sin perder la vida y cada fragmento es capaz de convertirse por regeneración en un nuevo individuo completo.
Relacionados con la regeneración cabe citar aquí los casos de transplantación y explantación estudiados por los biólogos modernos.
Figura 14. Fases sucesivas de la regeneración de una estrella de mar a expensas de un brazo. Según Korschelt.
2. Transplantación. —Se denomina así a la operación de transportar órganos o trozos de órganos de un ser vivo a otro; o de una parte del cuerpo, a otra del mismo individuo. La más conocida de las transplantaciones es el injerto, realizado en los vegetales desde épocas remotas, y en los animales desde hace pocos años. La rama injertada sobre el árbol patrón se suelda a éste y crece por cuenta propia sin perder sus cualidades, es decir, conservando su individualidad sin mezclarla con la del árbol injertado, a pesar de formar con él un verdadero individuo mixto.
Entre los injertos animales hay casos verdaderamente sorprendentes. El biólogo norteamericano Harrison ha partido por la mitad un renacuajo de Rana palustris (cuya coloración es clara) y otro de Rana silvática (cuyo color es obscuro) y ha unido la mitad anterior de éste con la posterior de aquél. Obtuvo individuos (fig. 15) cuya mitad anterior era negruzca, mientras la posterior era blanquecina. La transplantación ha adquirido en la moderna cirugía una importancia inmensa. Actualmente se transplantan al hombre trozos de piel, de hueso, de venas y de glándulas diversas, así como también se hacen transfusiones de sangre.
La transplantación indica que los trozos y células de un ser vivo tienen una vitalidad propia y unos caracteres específicos independientes de los del individuo pluricelular de que forman parte.
Los experimentos de transplantación revelan que entre el organismo que se injerta y el organismo injertado tiene que haber una cierta afinidad. Unas veces sólo puede tener lugar entre individuos pertenecientes a la misma especie, pero en ocasiones tiene éxito entre individuos de especie distinta (como en el caso de los renacuajos antes citados) y aun de género diferentes. Modernamente se transplantan al hombre glándulas de monos superiores.
Figura 15. - Renacuajos compuestos de la mitad anterior de Rana silvática y la posterior de R. palustris.
Los dibujos representan al animal mixto dos horas, veintiseís horas y cincuenta y una horas después de la operación. Según R. G. Harrison en Korschelt.
3. Explantación. — La explantación consiste en cultivar en medios adecuados trocitos insignificantes de seres vivos, inclusive del hombre. Si las condiciones del cultivo son adecuadas, el trozo orgánico no sólo conserva la vida, sino que crece continuamente por proliferación de sus células.
Uno de los carácteres más salientes de la vida es el estar vinculada en individuos perecederos. En el ciclo vital de casi todos los organismos se distinguen generalmente los siguientes períodos: 1.°, período de formación o edad infantil; 2.°, período reproductor o edad adulta, y 3.°, período de degeneración o edad senil, que conduce a la muerte natural o fisiológica.
La duración de la vida individual es enormemente variable. En los vegetales encontramos, al lado de las plantas efémeras que viven cortas semanas tan sólo, plantas anuales, bisanuales y perennes. En éstas las hay de prodigiosa longevidad, unida generalmente a colosales dimensiones.
La Sequoia gigantea, de California, alcanza alturas de 150 metros, un grosor de 9 o 10 metros y una edad que se calcula en 3-5 mil años (fig. 18). Parecidas dimensiones alcanzan los eucaliptos en Australia. El baobad, de áfrica, con una altura de sólo 22 metros, alcanza diámetros de 8 o 9. El célebre drago (Dracena drago) de Orotava (Tenerife) tenía 14 metros de diámetro y una altura de 20 tan sólo. Su edad se estimó en unos 6.000 años. El ejemplar de La Laguna es también muy corpulento.
Entre los animales más longevos se encuentran: el elefante (hasta 150 años); algunos buitres, águilas, papagayos y otras aves (a veces más de 150 años); algunas tortugas y cocodrilos (100, 200 y aun más de 300 años); algunos peces, como carpas, sollos, salmones, etc. (100 y aun 150 años); muchos moluscos marinos, entre ellos la ostra madreperlas (100-150 años), y ciertas actinias (40-80 y quizás más años).
Por lo que respecta a la duración de los distintos períodos vitales, digamos que en muchos animales y vegetales la fase infantil alcanza gran duración, mientras la adulta es a veces cortísima. Las mariposas, por ejemplo, viven a veces varios años en estado de larva, mientras en el imago no viven más que cortos días. Es clásico el ejemplo de la Ephemera, insecto que en estado adulto dura tan sólo las pocas horas del día, mientras en la fase larva vive dos o tres años. En otros animales y vegetales ocurre lo contrario: se hacen adultos muy precozmente y prolongan más o menos el estado reproductor.
El periodo senil se inicia con procesos regresivos y degenerativos de ciertos órganos (involución senil) que obran destructivamente sobre el cuerpo y acarrean la muerte natural o senil del individuo. Conocidas son las manifestaciones externas de la especie humana. Añadamos que los procesos degenerativos afectan también a las células integrantes de los tejidos. Con toda seguridad el envejecimiento de un organismo es una consecuencia del envejecimiento de sus células integrantes. De aquí que los animales que quedan en vida latente durante mucho tiempo - los rotéferos y los caracoles durante 15 años- salgan de ese proceso rejuvenecidos, pues durante aquel estado consumen lentamente los viejos tejidos, formando después otros por regeneración.
La muerte natural - entendiendo por tal muerte la muerte que sobreviene a un organismo por causas constitucionales - puede ocurrir, a veces, sin que se presente la involución senil. Así los zánganos de las abejas mueren repentinamente después que han fecundado a la reina.
Respecto a las causas determinantes de la muerte senil, están las opiniones muy divididas.
Introducción.
Historia Natural. Seres naturales. División de la Historia Natural.
Notas diferenciales entre los seres inórganicos y los dotados de organización.
PRELIMINARES.
Ciencias biológicas.
Los fenómenos vitales. Funciones elementales de la vida.
La clasificación de los seres vivos. Grupos taxonómicos.
La especie.
La nomenclatura de los seres vivientes.
Subdivisiones de la especie.
Los Reinos biológicos.
1ª Parte: BIOLOGIA GENERAL.
Capitulo I. LA MATERIA VIVIENTE.
Capitulo II. EL ORGANISMO ELEMENTAL.
Capitulo III. LOS SERES PLURICELULARES.
Capitulo VI. TEORIA DE LA DESCENDENCIA.
II. EMBRIOLOGÍA ANIMAL.
III. LOS GRUPOS TAXONÓMICOS ANIMALES.
IV. ECOLOGÍA ANIMAL.
V. ZOOGEOGRAFÍA.
I. La célula y los tejidos vegetales.
II. Organización de los vegetales.
III. Fisiología vegetal.
IV. Ecología Vegetal.
V. Grupos Taxonómicos.
Arrizofitas.
Rizofitas.
Pteridofitas.
Fanerogamas.
Gimnospermas.
Angiospermas.
VI. FITOGEOGRAFÍA.
Mineralogía - Cristalografía
Mineralogía especial
Petrología especial
Geología Fisiológica
Geodinámica
Geología histórica
Geología apéndice
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Se puede empezar conociendo la fauna también la flora los hongos la geología de su territorio y el uso del agua en Aragón.
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Para profundizar puedes estudiar la Historia Natural para avanzar en las ciencias naturales o su extenso Bestiario que se desarrolla en sus monumentos históricos.
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Biología General. La Célula: Citología. Los seres pluricelulares. Reino animal, Fauna, zoología, botánica, flora, Historia, Natural
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