Los grupos ecologistas denuncian la falta de control que existe sobre las emisiones de dioxinas en España. Los problemas surgidos en Bélgica sirven para poner de relieve las nefastas consecuencias de la dispersión de sustancias tóxicas y su difícil control y sirven para avalar las tesis de ir hacia industrias limpias y suprimir la incineración de residuos.
Boreas 19/junio/1999
El escándalo de los pollos y huevos contaminados en Bélgica por dioxinas pone de relieve el carácter sumamente peligroso de estas sustancias y sirve para destacar la falta de control e información que existe sobre ellas en el España.
Las dioxinas son un grupo de compuestos organoclorados. El más significativo de los componentes de las dioxinas es el conocido como TCDD (2,3,7,8-tetraclorodibenzodioxina) que se forma en la obtención del 2,4,5-triclorofenol, a partir del tetraclorobenceno. Se las relaciona con la aparición de sarcomas en tejidos blandos y diversas formas de cáncer.
En febrero de 1997 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recalificó la dioxina como agente cancerígeno en humanos y lo incluyó en el Grupo I de la clasificación de compuestos tóxicos y cancerígenos. Más recientemente la OMS ha rebajado los valores de ingestión diaria tolerable de 10 pg/kg a entre 1 y 4 pg/kg (picogramos de sustancia por kilogramo de peso corporal). La peligrosidad de la dioxinas aumenta debido a su carácter persistente, es decir, la resistencia a la degradación física, química y biológica; y a sus propiedades bioacumulativas, dada su gran capacidad de incorporación a los tejidos de los organismos vivos, especialmente en los tejidos grasos.
Las dioxinas han estado presentes en las últimas décadas en algunos de los más graves sucesos por contaminación, como fueron la catástrofe de Seveso (Italia) y el empleo del agente naranja en Vietnam, con todas sus consecuencias sobre las personas, en ambos casos. Aunque los focos emisores de dioxinas son muchos (procesos de combustión o fundición industrial, procesos de producción químicos donde interviene el cloro y combustiones en vertederos, principalmente) se sabe que uno de los principales es la incineración de basuras.
Como recuerda Ecologistas en Acción, en el Estado español existen unas 28 incineradoras de residuos (la mayoría urbanos y casi todas muy antiguas y sin apenas filtros de ningún tipo). Las que han tenido una contestación ciudadana mayor han sido las de Palma de Mallorca y Madrid. Sin embargo no menos de 34 proyectos de incineradoras han sido rechazados por causa de movilizaciones ecologistas y vecinales.
En Madrid, Ecologistas en Acción ha denunciado en numerosas ocasiones la falta de información sobre las emisiones de la incineradora de Valdemingómez. En abril de 1997 formuló una queja ante la Comisión Europea por no facilitar el Ayuntamiento de Madrid los datos de los niveles de emisión de dioxinas. Cuando al cabo de unos meses se facilitaron algunos de resultados, estos eran claramente parciales e incompletos y se negaron a entregarlos mensualmente, como hace el Ayuntamiento con los contaminantes atmosféricos de la ciudad. Ante esta negativa, Ecologistas en Acción interpuso en julio de 1997 un recurso contencioso administrativo que se está tramitando ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
En enero de 1996 el Director de la entonces autoridad ambiental de la Comunidad de Madrid (AMA) se comprometió a realizar estudios sobre los niveles de contaminación por dioxinas en las zonas próximas a la incineradora, lo que permitiría comparar los niveles anteriores y posteriores a su puesta en marcha. En ningún momento se han remitido estos resultados a las entidades que los solicitaron.
En Aragón, las dioxinas fueron protagonistas en el caso del vertido de residuos de lindano en la comarca de Sabiñánigo (Huesca/España) que realizó la empresa Inquinosa, que se vio obligada a cerrar tras el escándalo. Aunque en Aragón la incineración de basuras está prescrita, sí que funcionan numerosos hornos donde se emplean aceites pesados y residuos de refinería como combustibles y, recientemente la Comunidad Valenciana pretende instalar una incineradora de basuras en Ademuz, junto a Teruel.
(picogramo = 10-12 gramo, o bien la billonésima parte del gramo)
BÄR, F (1982) La situación toxicológica en la civilización moderna. En: Ecología y protección de la naturaleza. Blume. Barcelona.
MARTÍNEZ ORGADO, C.(1988) Los residuos Tóxicos y Peligrosos. MOPU. Madrid
MORYARTY, F.(1985) Ecotoxicología. El estudio de contaminantes en ecosistemas. Ed. Academia. León