ANSAR
Zaragoza, 26 de mayo de 1999
En los pasados días ha tenido lugar la tala de un soto en la margen derecha del Ebro frente al Galacho de Juslibol. ANSAR denuncia el hecho de que se haya destruido una mancha de vegetación natural en plena época de reproducción para la fauna pero, con los datos que se tienen, con el visto bueno de la DGA a pesar del informe en contra de los servicios de montes del Ayuntamiento de Zaragoza.
Hay que recordar que el Galacho de Juslibol es un espacio natural propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza donde se vienen realizando actividades educativas de forma permanente y cuya conservación se ha logrado gracias a décadas de movilizaciones y campañas ecologistas y ciudadanas. El galacho de Juslibol lo forma un galacho o brazo abandonado del Ebro y varias balsas artificiales. Allí se pueden encontrar comunidades vegetales riparias bien conservadas, tanto en las orillas del galacho como del río Ebro. Aunque carece de figura legal de protección, el Ayuntamiento ha abordado la redacción de un Plan Especial, documento que se está discutiendo entre agricultores, vecinos, naturalistas y la propia administración.
Además del impacto ambiental que la destrucción del soto conlleva, ANSAR denuncia públicamente las posibles irregularidades que esa acción puede suponer ya que está en redacción el Plan Especial del galacho de Juslibol, en el que se proponía incluir la zona ahora arrasada. Igualmente la zona se incluye en la propuesta del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Ebro, también en elaboración, y que otorga una protección preventiva a este tipo de espacios.
ANSAR resalta las contradicciones que muestran las diferentes administraciones en materia de conservación del medio natural y lamenta que se sigan cometiendo este tipo de acciones en las riberas del Ebro ya que suponen un retroceso en la consolidación del corredor verde del Ebro. Dicho corredor verde es la fórmula de conservación más coherente desde el punto de vista ecológico ya que permitiría dotar de unidad a los sotos y galachos del Ebro. En cualquier caso creemos que el valor ambiental del soto arrasado supera con creces los beneficios económicos que puedan derivarse de la tala.
Como hechos como el detallado vienen siendo reiterados en las inmediaciones de Juslibol, cabe sospechar que se trata de movimientos especulativos de particulares para transformar en cultivables parcelas que ahora poseen valores naturales para evitar que en un futuro próximo puedan ser declaradas espacios protegidos.