¡BASTA YA!

José A. Domínguez
28/marzo/99

El domingo, los vecinos de Canfranc van a votar en un referéndum si están a favor o en contra de urbanizar e industrializar y, por tanto, destruir, el Valle de Izas, en la cabecera del río Aragón. No sé si es muy legítimo que poco más de cuatrocientas personas decidan el futuro de uno de los últimos valles que quedan sin deteriorar en el Pirineo. No sé si es muy legítimo porque el proyecto está a información pública y cualquier ciudadano puede alegar todavía a favor o en contra. No sé si es muy legítimo, porque la Canal de Izas, como cualquier otro valle pirenaico de los que quedan sin machacar, forma parte de un patrimonio universal, que trasciende nuestra región e, incluso, nuestro continente.

Tras varias décadas del desarrollo del turismo de nieve (con todas las barbaridades e irregularidades cometidas en su nombre), parece ser que la salvación del Pirineo está en más de lo mismo, en ampliar sin límite las pistas de esquí. Ahora, con lo de Izas y Canal Roya ya no se trata de ampliar las instalaciones existentes, ahora quieren unir no sé cuantas estaciones para lograr el mayor dominio esquiable de España... Es desoladora la irracionalidad de los criterios vigentes entre alcaldes, empresarios, políticos y consejeros de la Diputación General de Aragón (DGA) porque, no hay que olvidar, que el proyecto de macroestación está bien visto por DGA y apoyado por la ínclita iberCaja.

Crecer, crecer, crecer, urbanizar y asfaltar, más regadíos, más embalses, más carreteras, más aeropuertos, más polígonos industriales... A nuestras autoridades los ríos se les quedan pequeños, el Pirineo se queda pequeño, Aragón se les queda pequeño.

Porque a lo de Izas hay que sumar tantos otros desmanes previstos y en los que insisten nuestros administradores, los cuales parecen no enterarse de que soplan otros vientos de sostenibilidad, de racionalidad, de crecer en calidad, no en cantidad. Sin ir más lejos, en Cuarte de Huerva (en el valle saturado y degradado del Huerva) el ayuntamiento quiere reservar suelo para 2000 viviendas. En La Muela, el ayuntamiento prepara una urbanización para 7000 viviendas. El propio consistorio de Zaragoza pretende urbanizar el territorio entre el Tercer y Cuarto Cinturón de ronda, por el sur. Si estos proyectos residenciales en la periferia de Zaragoza se llevan adelante, supondrá sacar de la ciudad otros tantos miles de familias que necesitarán miles de autos para desplazarse, necesitarán más carreteras o ampliar las existentes, trasladar servicios: agua, alcantarillado, red eléctrica...y eso significará arrasar miles de hectáreas de suelo, perder paisajes, incrementar el consumo energético, aumentar la contaminación... en una vorágine sin precedentes.

Que alguien baje a nuestros dirigentes del antropocentrismo y del optimismo tecnológico en el que están montados. Que alguien les diga que el planeta es finito, que los recursos son limitados. Si no, el batacazo va a ser fenomenal.